Bajo la tormenta.

Capítulo 1.

Es un día soleado y perfecto. Hoy no solamente veré al amor de mi vida, sino que planearé mi futuro con él.

No es por exagerar, pero lo hago porque sé que si la arpía de mi madre se entera de esta relación, hará hasta lo imposible para separarnos y obviamente esto es algo que no voy a permitir.

Mi familia es una de las más millonarias de la zona. Mi padre es el dueño de la empresa familiar.

Una inmobiliaria que ha construido la mayoría de los edificios y conjuntos residenciales en diferentes ciudades de la región y también muchas haciendas de grandes empresarios.

Papá es un buen hombre, a pesar de tener muchos privilegios y una gran fortuna, jamás ha hecho distinción entre ricos y pobres. Yo soy su favorita y me alcahuetea todo ante mamá, pero eso no significa que vaya a aceptar mi amorío con Marcos.

Mamá siempre me ha inculcado desde niña lo importante que es para ella casarme con un hombre que esté a nuestra altura, de hecho, hace un año intentó ennoviarme con el hijo de uno de los inversionistas mayoritarios de la inmobiliaria. Por fortuna, Rafael resultó ser gay y hoy es un gran amigo. Es como un hermano.

En mi familia hay varias cosas que hasta hoy no comprendo. Mi madre es una mujer mucho más joven que papá. Este le dobla en edad y por su actuar, cada día me convenzo de que ella no lo ama como yo tanto quisiera. Padre es un gran hombre y se esfuerza en darnos lo mejor a todos, pero a pesar de esto se la pasan discutiendo la mayoría del tiempo, especialmente la causa de estas discusiones es gracias al holgazán de mi hermano.

Mauricio Escobar es mi hermano mayor. Desgraciadamente este jamás ha hecho algo por su futuro. Se la pasa de fiesta en fiesta, bebiendo, mujereando, derrochando el dinero y hasta ha tenido problemas con las drogas, pero, ¡Como no! Nuestra madre siempre le sirve de tapadera ante padre, el cual desconoce en gran parte, algunas de sus fechorías.

Isadora Vargas, mi madre, siempre ha sido mas apegada y afectuosa con mi hermano que conmigo, así como Manuel Escobar, mi padre lo es más conmigo que con Mauricio.

Debo reconocer que en distintas ocasiones he considerado la posibilidad de confesarle a padre sobre Marcos, debido a que él siempre me ha dicho que cuando las personas deciden casarse debe ser por amor y no por interés y que él hombre con el que yo decida casarme, primeramente, debe demostrar que me ama y Marcos lo hace, de eso no tengo la menor duda.

Paso esta posibilidad de largo ya que desconozco que reacción vaya a tener papá ante esta situación, además él está muy delicado de salud. Padre tiene problemas cardiacos y no quiero que algo le ocurra por mi culpa.

Marcos es un hombre encantador. No solo físicamente, sino que tiene un gran corazón.

Es alto, de ojos miel, castaño, de labios voluminosos y rosados, además de tener estas hermosas cualidades tiene su cuerpo esculpido como todo un soldado.

Marcos hace parte del ejército nacional, lo conocí hace 5 meses y aunque en un principio era fácil ocultar nuestra relación, gracias a su inestable estadía en la zona, ya este está por terminar su año de servicio militar y sus últimos meses se quedará en el batallón que queda cerca de este pueblo.

Ambos hemos mantenido esta relación gracias a las llamadas, mensajes de textos y aprovechando cada segundo que hemos podido estar cerca.

Marcos Tobón proviene de una familia humilde. Su madre murió cuando iba camino al mercado a poner su negocio ambulante. Fue atropellada y nunca se hizo justicia. Su padre lo sacó adelante con lo poco que se ganaba descargando las embarcaciones que siempre llegan en la bahía y hace un año, lamentablemente falleció cuando tuvo un paro cardio respiratorio. Mi Marcos ha tenido una vida muy difícil. Luego de algunos meses de la muerte de su progenitor se le presentó la oportunidad de entrar en el ejercito y no la desaprovechó. Fue entonces cuando se cruzó en mi camino cuando patrullaba mi vecindario y luchó por ganarse mi atención hasta que lo logró.