Capítulo 5

18 3 0
                                    



Luego de pasar la noche sin poder dormir, me levanto a la mañana siguiente convencida de mi siguiente paso a seguir.

Confío en que Marcos no me decepcionará y que su amor hacia mí es totalmente sincero, como el mío hacia él.

—Buenos días, primita—despierta Ali mientras yo estoy preparándome para enfrentar el día—Anoche entraste tarde a la habitación y sé que no lograste conciliar el sueño —agrega y yo asiento con mi mirada sin decir una sola palabra. A mi mente llega el bochornoso número de mis padres anoche y me avergüenzo.

>>No asimilo que el patrimonio familiar esté a punto de irse a la quiebra. La inmobiliaria lo es todo para esta familia. —agrega para hacerme salir de mi ensimismamiento.

—Para mi papá lo es aún más—repongo sin aliento—Padre siempre ha tenido que cargar con todo.

—Pero los beneficiarios directos siempre han sido ustedes—reclama y me sorprendo — estoy segura que tu madre lo ha despilfarrado todo.

—Y tía Griselda y tú también. No olvides que papá es el que siempre ha tenido que cargar todo este peso, mientras sus hermanos no han hecho absolutamente nada por evitar lo que está pasando.

—No se te olvide que mi padre ha trabajado en la empresa desde que se casó con mi mamá, pero en cambio, ¿mira a Mauricio? —su voz se ha alterado y sé que está molesta.

—Mira Alicia, no quiero que esto suene a que esté defendiendo a mi hermano. Yo sé que lo que dices es cierto, Mauro es un holgazán, una cucaracha y todo lo malo que siempre lo hemos llamado, pero en gran parte ha sido culpa de la alta presión que hemos tenido. Lo quisieron obligar a estudiar algo que él no quería y mira las consecuencias, cosa que hicieron también conmigo, con la diferencia que yo si cumplí con mi obligación mientras tú te desentendiste y estudiaste algo que no tiene nada que ver con el funcionamiento de la empresa. ¡Enhorabuena! ¡Felicidades a la artista! —repongo con ironía—Ahora no me vengas con que somos los únicos responsables—agrego y la estoy señalando con impotencia. Lo que menos quería que pasara era esto. Las discusiones son la causa de la división familiar y no quiero perder a mi única prima, pero tampoco permitiré que nos eche toda el agua sucia a nosotros.

—¿Y de que te ha servido eso Elizabeth? ¿Estudiaste algo que no querías para qué? si ni siquiera estabas por enterada de lo que estaba sucediendo.

—¡Porque mi padre no me lo permitió! Desde que me he graduado padre me ha pedido que tomara un año sabático, ¿sabes lo que eso significa? — espeto furiosa antes de salir de la habitación dando un portazo.

Bajo las escaleras con la intención de dirigirme directamente al despacho de padre.

—Señorita Elizabeth, ¿qué desea desayunar? —pregunta Mariana al verme bajar.

—No tengo hambre Mari, así que no me preparen desayuno— le informo a la ama de llaves.

—Como usted ordene señorita — responde para luego desaparecer de mi vista.

Entro al despacho de mi padre y aprovecho en entrar al ver que este está solo. Rebusco los documentos que tiene en los cajones de su escritorio con los nervios de punta. No quiero que nadie me descubra.

Escucho unos pasos acercarse y me apresuro en ubicar el documento correcto. Rebusco entre todos los papeles hasta que por fin mis ojos leen la información que me interesa. Guardo el documento cuando doblo el papel. Lo meto entre mis tetas y me apresuro en dejar todo como estaba. Padre entra al despacho y se sorprende al verme.

Bajo la tormenta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora