Alicia llega a la casa junto con Rafa y yo ya estoy casi lista para irnos a la fogata. Hemos comprado vino sin alcohol, pasabocas y Ali llevará su violín para tocar un rato.
Ambos han irrumpido en mi habitación y enloquecen al verme.
—¡¿Se puede saber en donde estabas metida anoche, machi?!—repone Rafa al entrar —No me digas que te fuiste a ver con el guapote de tu...
—Shh— lo callo antes de que diga una barbaridad y madre nos escuche. Si en algo es buena es en escuchar detrás de las puertas. De eso no me cabe duda.
—No te preocupes, mi madre está en la sala hablando con tía Isadora, ¿pero que le has dicho como para que cubriera tu mentira? —me mira confundida—. Tía preguntó que si estuviste anoche en casa y me reclamó por no avisarle que he llegado ayer, cuando en realidad eso no es así. —agrega esta mientras toma asiento sobre mi cama.
—Ayer salí a verme con Marcos—les hago saber— y Mauricio me pilló cuando iba saliendo de casa —Sus bocas se ensanchan a medida en que hablo.
—La cucaracha no podía quedarse callado—dice Rafa con un gesto en su cara—No entiendo como lo soportan.
—Nadie lo soporta—decimos Alicia y yo al unísono.
—Aunque no niego lo guapote que es, te juro que si Mauricio fuera homosexual, no dudaría en...
—¡Rafa!—le interrumpo ruborizada.
—No pierdas tu tiempo prima, tu sabes que Rafael se mete con quién se le cruce—repone mi prima entre risas.
—¿Enserio te parece guapo mi hermano?—le pregunto con curiosidad.
—Siempre me ha gustado —suspira con fascinación—, deberíamos hacerle saber a la interesada de tu madre—se ríe—. Así como quiso ennoviarnos tal vez también le interese saber que el bocadillo de su hijo me gusta—agrega guiñando el ojo juguetonamente.
—¿Te puedes imaginar eso?—. Digo con sarcasmo y todos nos reímos al mismo tiempo. —Antes le daría un ataque, ya sabes como es mamá de complicada—añado con sinceridad.
—¿Se acuerdan de su cara cuando se enteró de que me había salido del closet? —nos pregunta con burla y para que negarlo, recordar ese momento es algo épico.
—¡Pero que desperdicio!—Ali la imita con burla—. Su padre debería de obligarlo a entrar en razón, Elizabeth y él harían una linda pareja, yo que ya me había imaginado su matrimonio— repone esta mientras imita un desmayo y cae sobre mi cama con drama.
—Basta—repongo muerta de risa—. Dejemos de burlarnos de mi madre—me dispongo en terminar de arreglarme.
—Deja, que yo te ayudo—repone Rafa tomando una de mis paletas de sombras para ponerme bella. Si en algo es talentoso mi amigo es en la moda.
—Aunque no le cumplimos el sueño a tu madre, tal vés deba compensarle en algo—lo miro confundida—Diseñando tu vestido de novia, tonta—me aclara y yo suspiro al imaginar cuando esto suceda con mi novio, ¿Será esto posible?, me pregunto con preocupación.
Luego de algunos minutos quedo lista. Rafa me ha ayudado a elegir mi vestimenta, es algo sencillo, puesto que, solo iremos a la playa, es un jean negro con un top color caqui. Calzo mis pies con unas sandalias bajas y Rafa me ayuda a acomodarme el cabello.
—Qué tanto la arreglas, apúrense. Ya se nos hace tarde.—Protesta mi prima con afán.—Recuerden el pronóstico del clima—mira el reloj que tiene puesto en su muñeca y nos vuelve a mirar.
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Bajo la tormenta.
Roman pour AdolescentsElizabeth Escobar, es hija de un importante empresario. A pesar de tenerlo todo es relativamente sencilla y sus sentimientos nobles la llevaron a cruzarse con la vida de un humilde soldado, pero el destino le tiene otros planes al cruzarse con un im...