Púrpura y calypso (Reyna x Sage) (ReyGe)

•Capítulo 19•

La morena no aguanta la emoción y sus lágrimas eran el fiel reflejo de ello, sin siquiera pensarlo se abalanza a la chica que tenía en frente, abrazándola y llorando en su hombro, su contraria también estaba llorando, correspondiendo a su abrazo.

– Lucía, no lo puedo creer, eres tú, hermanita – Reyna se separa levemente de su hermana para poder admirarla y luego la vuelve a abrazar.

– Zyanya, te extrañe tanto – La menor lloraba en el hombro de su hermana mayor, a ninguna le importaba que hubiera gente mirandolas.

Ninguno de los presentes se atrevía a decir algo, la emoción de ambas hermanas al verse después de años los estaba contagiando. Viper estaba a punto de soltar una lágrima, mientras la monarca de Skaget no se estaba aguantando y había dejado salir la emoción de ver su guardaespaldas tan feliz. Reyna se separa de su hermana y se la queda viendo, aún entre lágrimas ríe, estaba muy feliz y no era capaz de disimularlo.

– Lucía, te quiero presentar a alguien – Reyna se limpia las lágrimas, toma la mano de Lucía y la lleva frente a Sage – ¿Por qué estás llorando tú? – Le pregunta a Sage con una sonrisa.

– Porque me emocioné por ti, boba – Le responde Sage iba a limpiar sus lágrimas, pero Reyna se le adelanta y con ternura es ella quien le limpia.

– Reina Sage, le presento a Lucía, mi hermana pequeña. Lucía, ella es la reina de Skaget, mi jefa y también la mujer a la que quiero – Con lo último todos quedan sorprendidos, no porque no supieran lo que había entre ellas, más bien porque no se esperaban que sea Reyna quien lo revele de esa manera.

– Mucho gusto, reina Sage – La menor le extiende su mano a Sage y esta con una sonrisa se la estrecha.

– Igualmente, Lucía, mucho gusto.

– Después de lo que me contaste, ¿Cómo es posible...? – Pregunta Reyna mirando hacía Viper.

– Klara... Digo, Killjoy me ayudó bastante, ella hizo los brazaletes que tiene Lucía que controlan su poder radiante.

– ¿O sea que le debo a ella el poder abrazar a mi hermana?

– No solo a mi, también al autocontrol que pudo desarrollar Lucía – Responde la pelinegra de anteojos.

Reyna volteó a ver a su hermana, parecía muy contenta hablando con Sage, Quizá de que estaban hablando, a Reyna no le importaba, con tal de ver a su hermana y sobre todo si la veía sonreír. Hasta que ambas la miraron y se rieron, esto hizo que vuelva a acercarse a ellas para saber de qué estaban hablando.

– ¿Están hablando de mi? – Pregunta la morena con una falsa molestia.

– Obvio, eres nuestro tema en común – Le responde Sage sonriendo.

– Al menos disimulen – seguía fingiendo molestia, hasta que recibió un abrazo por parte de su hermana.

– ¿Para qué? Si es gracioso ver como finges estar molesta – La falsa molestia de Reyna se cae en dos segundos al escuchar a su hermana.

Sage libera de algunas tareas a Reyna para que pueda pasar tiempo con su hermana.

La morena se lleva a su hermana a recorrer el palacio, mostrándole las diferentes habitaciones y algunos de los lujos con los que contaba al ser la guardaespaldas de la reina, también hablan del pasado, de cómo Reyna sufrió la pérdida de su hermana, recibiendo muchas disculpas por parte de esta. Le contó cómo utilizó su odio contra Viper para despedazar a sus enemigos en el campo de batalla, no era algo de lo que sintiera orgullosa, pero no quería mentirle a su hermana, Lucía por su parte no tenía mucho que contar, al estar encerrada todo ese tiempo, de lo que sí se enteró Reyna, es que Viper cuidó muy bien de ella.