•Capítulo 14•

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La mañana había llegado, Sage como era de costumbre se había levantado con el sol, no estaba de muy buen ánimo por lo ocurrido el día anterior, pero este sería el último día en Telivat, era el día en que se firmaría el acuerdo por la paz entre cinco reinos de Shengdi, por lo que debía hacerse el ánimo. Sale de su habitación una vez estuvo lista, camina un par de pasos para llegar a la puerta de Reyna, coje el pomo y para su sorpresa, el seguro no estaba puesto, abre la puerta muy lentamente para no hacer ruido, al mirar dentro de la habitación, ve a Reyna dormida, abrazando a Viper, esto le rompe el corazón, pero sabía perfectamente que también se lo merecía.

Dentro de la habitación, Viper mueve levemente a Reyna, pero esta alza su cabeza para que supiera que estaba despierta.

– Wao, estabas despierta, eso significa que me abrazas por que quieres, no porque pensabas que era otra persona – Menciona burlona Viper, lo que hace que Reyna se mueva de inmediato de su lado.

– ¿Acaso nunca te callas? – Se sienta en la cama mirando hacía la puerta.

– A veces sí. Por cierto, tu noviecita nos vió – Viper se levanta de la cama mientras Reyna la seguía con la mirada.

– No es mi novia, a veces me dan ganas de ahorcarte.

– ¿Y por qué no lo haces? – Pregunta Viper mientras se ponía su pantalón.

– Porque sé que eso te excita – Reyna Sale de la cama también para vestirse.

– Me conoces tan bien – Estando ya lista viper se apoya en la puerta – ¿Siempre se levanta con el sol?

– Sí, cada mañana, estando en Skaget no era necesario que yo estuviera desde tan temprano cuidándola, así que dormía hasta más tarde, quiero volver ya, o tal vez no.

– Deberías ir a hablar con ella, ahora que estás más calmada.

– No se de que te las das, creo que no recuerdas que mi oído también se agudizó y escuche lo que le dijiste a Sage anoche, también escuché tu "me la entregaste en bandeja", hace un par de días eras un depredadora cachonda y yo era tu presa, pero ahora, pareces una persona totalmente diferente.

– Mejor no le des tantas vueltas y vamos a comer – Viper abre la puerta dando paso a Reyna para que salga de la habitación.

– Me caes mal, ¿Sabías? – Dice Reyna mientras atravesaba la puerta y salía de la habitación.

– Sí, pero me da igual, ¿Sabías?

Ambas salen de la habitación y caminan por el palacio, iban directo a la cocina por algo de comer, pero a mitad de camino se encuentran con Killjoy, quien se veía ojerosa y cansada.

– Hey, ¿Estás bien? – Pregunta Viper caminando hacía la menor.

– Al fin, no quedaste ciega, ¿Verdad? ¿Me puedes ver? ¿Cuántos dedos tengo levantados? – Pregunta la menor preocupada a Viper abriendo su palma entera frente a ella.

– No quedé ciega, tienes los cinco dedos levantados, pero ¿Tú te sientes bien? – Viper toma a Killjoy por los brazos mirándola fijamente.

– Solo estoy un poco cansada, pero estaba preocupada por tí, no volviste – Killjoy se sonroja un poco al tener a Viper tan cerca.

– Creo que sería bueno que fueras a descansar, ven, te acompaño.

– No, no, con un café estaré como nueva.

Reyna rueda los ojos al escuchar a la menor, sigue su camino y al pasar a un lado de ambas, pone una mano sobre el hombro de Killjoy y le susurra un "te lo perdiste" siguiendo luego hacia la cocina. La chica de anteojos había quedado confundida con el comentario de Reyna, realmente no entendía a qué se refería.

Púrpura y calypso (Reyna x Sage) (ReyGe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora