Capítulo 2
MARK
Había pasado ya unos días desde que papá y mamá se fueron a Londres, la despedida había sido larga y tediosa, necesitábamos relajarnos. Era una noche como cualquier otra, fin de semana, ya entrada la noche, nos encontrábamos en el mirador, alejado de la ciudad, donde bebíamos alcohol, vino para ser específico, lejos de donde podía llegar la policía.
Era invierno, el camino de tierra estaba húmedo por la reciente lluvia, pero no era impedimento para gozar nuestra juventud, calentando nuestro cuerpo con alcohol y escuchando la radio de alguno de los autos. Dentro del grupo de amigos y de mujeres se encontraba mi hermana, su mejor amiga de ella, Melissa y mi mejor amigo Zac.
Al estar tan helado el ambiente, mi hermana se colocó delante mío, yo apoyado contra el automóvil, y me pidió que la abrazara por detrás. Hasta ese momento no era nada del otro mundo, muchas veces lo había hecho, salvo que justo en ese instante, mi miembro, por el alcohol consumido y el calentón que me había dejado Natasha, se encontraba algo despierta. Con la presión del culo de mi hermana sobre ella, sin poder evitarlo, esta se fue despertando más y más. Me sentía algo incomodo estar así con mi hermana apoyada contra mí, pero nada podía hacer ya que lo estaba disfrutando.
Si bien es cierto que mi hermana es muy delgada, tiene un culo espectacular, que siempre gustaba mostrar con ajustados jeans que le quedaban siempre a la perfección, y esa noche no era la excepción.
El alcohol, el frio, los movimientos de mi hermana fueron despertando mis instintos, que por más que trate de reprimir, no pude y termine sintiendo un grato placer al estar así con ella. Ya mi miembro en toda su máxima expresión, presionado por mis pantalones y el culo de mi hermanita, era un bulto difícil de ocultar. Estaba nervioso de que mis amigos se dieran cuenta, aun que, ahora que observaba mi mejor amigo desapareció con Melissa.
Aventurándome un poco más, ayudado por la cantidad de alcohol en mi cuerpo, como un inocente juego, metí las manos a los bolsillos del jean de mi hermana, sintiendo ahora como los pliegues de su calzón se sentían perfectamente contra mis dedos. Ella con sus manos sobre las mías por fuera del pantalón, acariciaban mis manos ocultas que transmitían fuertes sensaciones a al resto de mi cuerpo.
Consciente de que lo que hacía no estaba bien, trate de sacar mis manos y sacar a mi hermana de esa posición, pero ella no me dejo. Es más, se apegó a mi cuerpo dejándome más caliente aún. Sin pensarlo, comencé a jugar con mis dedos dentro de sus bolsillos, llegando cada vez más abajo, hasta sentir a través de la tela, que mi mano casi se metía en el sexo de mi hermana. Ella estaba muy mojada, sonreí sin pensarlo
Permanecimos una media hora más, pasándole a cada rato la botella a mi hermana, hasta que llegó el momento de retirarnos. Me imaginaba que podría pasar ahora estando los dos solos. Estaba nervioso, no quería irme a mi casa aun, pero sin ninguna excusa continué manejando.
— Mark aun no quiero ir a casa — dijo acomodándose otra vez en el asiento
— Entonces, ¿Qué quieres hacer? —
— Me da igual, no tengo sueño, compremos mas cerveza —
— Ya no puedo tomar, estoy manejando Sara —
— Perfecto, tomare yo —
— Claro — Era la invitación que yo necesitaba. Ambos ya estábamos algo pasados de alcohol, pasamos a comprar en una tienda rápida un pack de cervezas para mi hermana, tome otro camino que conducía también a un callejón donde a veces también concurríamos a beber. Sabia que ir a casa aun era una mala idea, tenia un presentimiento de que lo mejor era seguir de paseo. Al llegar bajamos del automóvil, para contemplar la vista, era un lugar mágico, era pequeño y privado, muy pocas personas conocían este lugar.
Ambos actuábamos de forma misteriosa. Nos había gustado lo que habíamos sentido, pero no sabíamos cómo llegar al siguiente paso. Fue ella la que tomo la iniciativa nuevamente y de la misma forma que antes se colocó delante mío pidiéndome que la abrazara, para escaparse del frio.
— Mark no sientes que esto es perfecto — dijo con una risa tonta mientras meneaba el trasero, me hallaba cómodo apoyado en el capo del automóvil.
— Claro pequeña —
Muchas veces había estado así con Natasha, pero esta vez era mi hermana la que estaba delante mío. Sin embargo, ya con bastante alcohol en el cuerpo y con una calentura que apenas aguantaba, dejándonos llevar sin decir nada, hasta que un leve gemido de la boca de mi hermana, me llevo a dar el siguiente paso y mis manos se fueron directo a su entre pierna por sobre el pantalón.
Ella no puso ninguna objeción, solo doblo su cuello, echando su cabeza hacia atrás y me dejo besar su cuello. Ya mis manos no aguantaron más y fueron subiendo hasta acariciar sus senos, y mi hermana dejándose tocar. Mis manos heladas acariciaron por primera vez esos senos, sintiendo sus pezones duros, erguidos, excitados al contacto de mis manos, mientras mis besos no dejaban de caer en el cuello de mi hermana. Un paso más y una de mis manos, baja por su delgado vientre y se mete por delante, encontrándose en su camino con sus diminutas bragas. Ya no teníamos que ocultar nada, nos deseábamos, nos estábamos tocando como dos enamorados y mi hermana sin poner ningún reparo a mis caricias.
Ahí todo cambio, mi hermana se da vuelta nos dimos un apasionado y delicioso beso que duro por mucho rato. Mis manos apretando su hermoso trasero, frotándola contra mi cuerpo haciéndole sentir el hombre que tenía como hermano. Su mano abrió mi pantalón, buscando mi miembro. Apretándola fuerte, comenzando a masturbarme. Me entregue a las caricias de mi hermana.
Nos besábamos con pasión sin dejar de tocarnos, hasta que en un movimiento cambiamos de posición, sentía la excitación correr por mis venas, necesitaba demasiado poseerla. La coloque apoyada contra el automóvil, dándome la espalda. Baje sus pantalones, saque mi miembro comenzando a refregársela por todo su redondo trasero. Ella solo buscaba mayor contacto hacia atrás entregada completamente.
Lo único que quería era meterla de una vez por todas, sin impórtame la moralidad o que ella fuera mi hermana, solo quería meterla, por lo que solo corrí su diminuta braga y encontrando el lugar exacto, húmedo y jugoso. Sobe con la punta de mi miembro llevándola al límite. Ella gemía con mayor fuerza, dándome mayor placer de solo oírla.
Un automóvil aparece a la distancia, lo que nos llevó a detenernos y subir nuestras ropas, con el corazón palpitando al cien, toda mi excitación y alcohol bajo de golpe. Sintiendo que, hacia algo incorrecto, me separe de ella, alejando mis manos de sus caderas.
— Discúlpame, Sara perdóname —
— Eres un idiota Mark — dijo para caminar de manera molesta hacia el asiento del copiloto, cerro la puerta de manera brusca y saco su IPod, la vi colocarse los audífonos y ver hacia la ventana. Entre en silencio y conduje a casa, encontrándonos en la puerta una furiosa Natasha.
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Deseo Prohibido [1° T.P.]
ChickLitLa vida se vuelve un desastre cuando empiezas a amar a la persona que mas daño te hizo, cuando todo explota y se lleva por delante tus planes, sueños y metas. Sabía que el deseo me estaba consumiendo, sabía que me estaban tentando a pecar, sabía qu...