Capitulo 8

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Capítulo 8

SARA

Desperté aferrada a un cuerpo, carajo, me removí en sus brazos, era mi hermano, me acorde lo de la pesadilla y me acomodé con flojera de salir de la habitación.

— Mark despierta —

— Sara — susurro roncamente mientras me apretaba más hacia el

— Quiero desayunar —

— No se diga mas — El me sonrió, me abrazo, me soltó para que me acomode en el regazo de él, se levantó sin ningún esfuerzo, me aferre a su cuello. Automáticamente rodee con mis piernas sus caderas y bajamos a hacer el desayuno.

MARK

Después del desayuno, mi hermana salió a correr, yo entre a la ducha, necesitaba con urgencia ducharme, salí del baño al terminar la ducha, me puse solo ropa interior ya que llamaron a la puerta.

— ¿Otra vez se te olvidaron las llaves? — dije sin ver quien era

— Hola mi amor —

— Natasha, ¿Qué quieres? — me quede viéndola confundido, hace días que no la veía, no quería verla, no desde lo que paso con mi hermana. Ella sonrió, me aparto y entro a la casa, la vi subir las gradas de manera rápida, seguí sus pasos, no entendía exactamente que quería. Apenas puse un pie en mi habitación, me di cuenta que ella esta sin camiseta, se abalanzo sobre mí.

— Te extraño demasiado —

— Natasha, creí que había sido claro, necesitamos espacio, nuestra relación se esta volviendo toxica — Ella llevo su mano por mi pecho hacia mi miembro, sus caricias eran suaves, estaba volviendo a caer. Poco a poco recorrimos hasta que caímos en la cama. Sentía besos húmedos en mi pecho, mordía suavemente.

— ¿Mark? — la voz de Sara a mis espaldas salió como un susurro

— No es lo que parece —

– Claro que lo es. Soy tu novia y también necesito placer. Para eso se supone que son las parejas, no son solo de adorno. Así que Sara puedes cerrar la puerta estábamos en algo – dijo Natasha sonriendo

– ¿Ah?  ¡Si! Perdón, claro, lo siento – dijo entrecortado, giro sobre sus talones mientras salía con la cabeza gacha, me dio una última mirada que me partió el alma antes de cerrar la puerta

– ¡Sara espera! – grite, empuje a Natasha, porque hasta el mínimo toque de su piel me daba asco, odiaba tanto a esta chica cuando en su momento la ame demasiado. Corrí detrás de Sara hasta que toque la puerta de su habitación, estaba desesperado, intente abrirla, pero le había puesto seguro.

– ¿Abre por favor? –

– Vete con tu novia, por favor – grito – En serio no te quiero ver, no te quiero escuchar, no sabes el asco que me das – susurro con pesar a través de la puerta

– ¡Escúchame! – dije suplicando que me abra la puerta, me cabreaba esta situación

– ¡No! – dijo cansada de mi voz, de mí, de mis estupideces, respiro profundo – Ahora vete –

Volví a mi habitación y Natasha estaba en mi cama en una pose que me dio asco, ya nada me excitaba de esta mujer, era una idiota arrogante que creía que podía conseguir todo por unas simples lagrimas falsas. También sentí mucho asco de mí, era yo también un estúpido, que hacía niñadas y esperaba que con mi sonrisa encantadora todo se solucione.

– ¿Puedes irte? por favor – dije con la poca calma que me quedaba, estaba triste y era una bomba de tiempo antes de que todo exploté. 

– ¿Enserió prefieres a ella antes que a mí? – dijo ella indignada y sin comprender porque mi hermana era más importante que ella, aunque yo mismo me sentía confundido por esto, por mis sentimientos, por cabeza.

Deseo Prohibido [1° T.P.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora