Deseo Prohibido [1° T.P.]

Capitulo 9

Capitulo 9

SARA

Cuando llegue a casa eran las 7 pm. Vaya, tenía que apurarme, aunque no iba a tardar tanto la verdad.  Colgué mis llaves y me dirigí hacia las escaleras, un sentimiento de incomodidad me atravesó.

– ¡Ya llegué! – grité. Nadie me respondió, vaya al parecer mi hermano salió, seguro anda con sus zorras. Así que solo me encogí de hombros, subí las gradas de par en par, fui directo a mi habitación, empecé sacándome la chaqueta, apenas abrí la puerta de mi habitación la lance a la cama, me quite la blusa y fue cuando escuche la puerta de mi baño abrirse. Cuando Mark salió de mi baño, yo estaba en ropa interior, sentí su mirada atravesarme, otra vez la incomodidad paso a flote solo que esta vez también me dio placer.

– ¿Qué haces aquí? –  dije asustada. El sonrió maliciosamente, sentí la lujuria en su mirada, abrí mas los ojos y me abracé en forma de protección.

– Vine a ducharme, ya que mi ducha se descompuso, mamá y papá dijeron que al llegar la mandaran a arreglar – dijo. Me quedé viendo fijamente el pecho de mi hermano, ahí me di cuenta de que solo tenía la toalla en su cintura y el cabello mojado, sonreí inconscientemente.

– Deberías tomar una foto dura más – dijo, sonrió al mismo tiempo de decirlo, instantáneamente se borro la sonrisa de mi rostro y fruncí el ceño.

– Estúpido, cállate, además no hables sin saber – dije molesta – ¡Sal de mi habitación! –  él se rio en mi cara, bajo la mano al nudo en su cintura y lo soltó, me quede callada, me sonroje, el movió rápidamente su mano tapando su polla, giro y salió negando con la cabeza. Eso fue extraño, ¿Dónde estaba? ¡Ah! Si, viendo que ponerme para la fiesta, necesitaba algo sexy, quería provocar la furia de mi hermano. Me quede viendo varios conjuntos cuando al final tome un vestido negro que me llega a medio muslo, me puse un arnés en mi muslo, era un lindo detalle de cadenas, un collar en forma de víbora, me gustaban mucho los accesorios, unos tacones negros y una chaqueta de cuero para completar el outfit, la deje en la cama. Me dirigí a mi tocador, prendí la plancha de cabello, quería alisarlo, se veía más largo de esa manera, delineé mis ojos esperando que la plancha se calentara. Cuando terminé de planchar el cabello, sonreí con el reflejo, me puse un labial rojo intenso, perfume con fragancia a lavanda.

Estaba sexy, me sentía sexy, estaba lista para hacerle pagar cada una de mis lágrimas, ya que una diosa no vuelve a bajar la mirada, recogí las cosas importantes, celular, dinero y chaqueta. Baje las escaleras, mis tacones lograban un efecto más sensual en mis curvas, cuando llegue al final de las mismas alce la mirada, encontrándome a mi hermano recostado en el sofá viendo deportes. Estaba sin camiseta, en un bóxer negro que marcaba todo, cuando digo todo es todo, sonreí e hicimos contacto visual, se me quedo viendo esperando saber a qué se debía que este arreglada.

– Voy a una fiesta, Melissa me trae, no creo volver temprano, de todos modos, eso a ti no te importa – dije y le di una sonrisa genuina, con un toque de picardía.

– Ni creas que – dijo mientras dejaba su jugo en la mesita de noche, no lo deje terminar de hablar

– Adiós – dije, salí de la casa, amaba hacerle eso a mi hermano. Justo Melissa apareció, caminé los pasos que restaban y me subí a su auto.

– Acelera – dije ya que Mark estaba saliendo. No quería escuchar sus reclamos, no estaba con ganas de escuchar sus estupideces, ella acelero y dejamos a Mark atrás.

– Te ves guapa – dijo viéndome de reojo, sonreí, por eso amaba a mi oxigenada.

– Tu igual – dije, ella sonrió. Ella llevaba una camisa negra con un short negro, una chaqueta roja y tacones rojos. Estaba muy linda, amaba como ella se vestía, tenía unas cejas que eran difícil de no apreciarlas. Llegamos a la fiesta, estacionamos el auto a un par de casas de la fiesta, bajamos del auto y nos encaminamos a la misma. Con solo atravesar esa puerta sentí varias miradas encima mío, muchos hombres nos vieron con deseo, hasta mujeres giraron, fuimos a la barra a pedir unos tragos.