Capitulo 2

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Sin pensarlo dos veces empezó a correr de vuelta, unos escandalosos ruidos de metal resonaron al instante, alertando completamente al que corría.

Las pesadillas revivían, era horrible volver a pasar por todo esto. El miedo comenzaba a hacerse presente.

Mientras continuaba lograba escuchar el ruido haciéndose menor cada vez, lo que significaba que estaba logrando escapar de esa cosa.

A lo lejos vió escaleras, unas normales y otras de metal, corrió hasta allí y con cuidado de no tropezar, subió con rapidez.

En cuanto lo logró se enfrentó ahora contra tres puertas, tres posibilidades de salvarse. Dos eran grises y otra pintaba de colorado.

Podrían ser inseguras, podrían ser peligrosas o simplemente ser alguna trampa. Pero ni siquiera se detuvo a pensar en todas las posibilidades que podía haber en cada puerta, la desesperación fue la primera en tomar el control y decidir en si misma el posible camino a seguir y vivir. O por lo menos intentarlo.

La roja, corrió hacia la roja y cruzó. Se veía la mejor de todas.

Al hacerlo, continuó su carrera pasando por unas palabras brillantes junto a dibujitos infantiles, no le importaron. Ya empezaba a cansarse, respiraba con más frecuencia por recuperar el aliento y continuar, pero de verdad deseaba detenerse por lo menos un rato.

Mientras seguía, una puerta blanca encontró, el cual decidió abrir, entrar y cerrar enseguida evitando hacer mucho ruido. Sentía que podía descansar, lo único que hizo fue tratar de reponerse.

Una mirada rápida pasó hacia el nuevo lugar, sanitarios, que bien.

De pronto el ruido se volvía más intenso, sus pensamientos sobre el lugar desaparecieron y su respiración se hacía más silenciosa, incluso le preocupaba el más mínimo ruido que hacía. Se quedó ahí, solo por unos momentos, para después el ruido anterior que lo perseguía y que estaba fuera se iba hasta no ser nada.

Podía creer fácilmente que se había ido, pero realmente no confiaba que fuera así, aunque lo deseaba. Pero al pasar de un par de minutos sin haber nada más, exhaló, se sentía más calmado con el silencio.

Con cautela se acercó a la puerta y despacio la abrió, asomándose entre el pequeño espacio que se formaba para averiguar si seguía allí, y al no ser así la abrió un poco más hasta poder salir.

Salió y miró a su alrededor, no había nadie cerca, por lo que inmediatamente cerró la puerta con cuidado sin hacer ruido y suspiró.

Con lo poco que observaba entendía mejor el lugar, una pequeña plaza con una pequeña fuente, aún no sabía el nombre o lo que significaba este nuevo lugar. Sin embargo, no tenía tantas ganas de entrometerse en lugares como estos, no después de lo anterior.

Pero sin darse cuenta, había alguien al lado suyo con una enorme sonrisa, nadie se hubiera dado cuenta por ser tan silencioso cuando se trata de aparecer de repente.

Y entonces se asustó al darse cuenta, incluso retrocedió un poco.

¡Hola! ¿Eres nuevo? ¿Cuál es tu nombre? ¿Quieres ser mi amigo?

Un sol habló, literalmente. Una sonrisa adornaba su rostro, el cual se acercaba con curiosidad por lo que veía. Con intenciones inocentes de conocerlo y ser amigos, pero mientras más se acercaba el otro se alejaba.

¿Nuevo amigo? ¿Por qué te alejas? ¿Pasa algo? ¡Yo podría ayudarte!

Así siguió hasta llegar a la puerta, que al sentirla no hizo más que con su mano en ella, abrirla, pasar y cerrar. Fue tan rápido que fácilmente pudo haber sido como una escena de caricatura.

Curiosamente, el animatronico no podía seguir. Era como si hasta ahí fuera su límite. Se desánimo un poco, pero de todas formas aún tenía la esperanza de que volvería y podría ser su verdadero amigo.

._._._.
Muchísimas gracias a los que votan, o también a los que leen está historia como lectores fantasma.

Nos vemos :D

• "¿Quién Eres?" FNAF SB y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora