Ya había pasado un rato desde todo lo anterior, entre los dos se habían estado observando y de vez en cuando haciéndose preguntas que en cada uno tenía tanta curiosidad.
—Quiero irme...
Pero ahora debía de irse, no se sentía muy cómodo estando aquí con ese robot, aún no. Y además de ya haber pasado aquí tanto tiempo, se sentía algo inquieto. Quería irse.
—Por supuesto, la salida es esa puerta anaranjada de allá.
Con su mano señaló la puerta, claro que el guardia ya sabía sobre ello. Pero solo quería decirlo por dar por terminada aquella "conversación".
Aunque de pronto se sintió nervioso con solo mirarla, esa cosa que antes había golpeado la puerta no se iba de su cabeza. Creía que seguía allí ahora no sabía si salir o esperar otro rato más.
Pero en realidad ya había pasado mucho tiempo desde que lo asustó, quizás ya se había ido.
Y ahora con ese pensamiento tuvo una ligera pizca de valentía, un sentimiento reconfortador de "tu puedes" iluminaba su ser.
Pero aún así seguía mirando esa puerta con detenimiento.
—¿[N]? ¿Sucede algo? Siento que está nervioso por algo.
No respondió, solo se limitó a alejarse un poco de la puerta, solo un poco.
Sus dudas lo atacaban, ¿Por qué de la nada se ponía tan dudoso de si mismo? Quizás seguía buscando que ese sentimiento reconfortante lo iluminara aún más.
—¿Tiene miedo de que algo pueda aparecer? ¿Gusta que lo acompañe?
En ese momento se acercó hasta quedar detrás de él, tenía intenciones de apoyarlo, quería hacerle ver que podía contar con él para todo, incluso si solo era para salir.
Colocando una mano por sobre su hombro logró que volteara a verlo, la altura era una gran diferencia, logrando que tuviera que mirar hacia arriba.
Solo recibió una cálida sonrisa llena de confianza de parte del oso, quien en realidad había ayudado un poco.
Su atención volvió hacia la puerta que tenía en frente, no sabía porque pero estaba esperando otro ratito más.
—Tengo que irme.
No entendía la razón a esa cercanía, no le era tan incómodo, pero tampoco tan cómodo.
—Esta bien [N], solo por favor cuídese.
Sin asentir, ni responder solo continuó su camino. Esta vez la puerta se abrió, aún con un poco los nervios encima continuó, está sería la segunda vez que escaparía de aquí.
Por otro lado el oso solo veía como el guardia se iba, sin voltear a ver, sin decir ni una palabra más. Simplemente se fue.
Al menos lo había ayudado en algo, algo muy importante.
Contar tu problema con alguien puede ser de bien después de todo, nunca está bien que te guardes todo lo que quieras decir por nada del mundo, nunca te lo guardes, si quieres decir algo solo dilo, no te calles.
Dispuesto a irse y dar por finalizado ese incidente fue el momento en que recordó algo muy importante, ahora sentía un profundo arrepentimiento por no haberlo mencionado antes. Y ahora tendría mucho problema ahora.
Y tal como si de un ladrón se tratara, la puerta se había vuelto a abrir de golpe entrando en ella la persona por la cual antes había ido a por su libertad.
El guardia, por supuesto.
Quién lucía completamente cansado y alterado. Con miedo plantado en sus ojos y con desesperación como si hubiera corrido bastantes metros por escapar de alguien que lo perseguía sin parar.
O en realidad lo hacía, solo que no era solo una, eran varias.
Eran tres, las tres personas que había dejado afuera por tratar de no responder las preguntas que por obviedad sus amigos iban a tener después de haber traído el guardia hasta aquí.
Simplemente los habia dejado por tratar de evitar sus preguntas.
Ahora tenía que enfrentarlos.
Por otro lado él guardia solo deseaba una cosa, esconderse. Sentía como si todo eso de escapar volviera a repetirse, un bucle sin fin.
Justo estaba detrás de la puerta cerrada respirando rápidamente, buscando algo por dónde esconderse o alguna otra ruta de escape ignorando por completo al oso que estaba en el mismo lugar antes de irse.
¿Detrás del sofá? No, bastante fácil de atrapar. ¿Debajo del escritorio? No, un lugar bastante cerrado y muy cerca de la entrada principal, fácilmente lo atraparían. ¿Detrás de las cortinas? Por favor ¿Qué era esto? ¿Jugar como niños?
No había nada, no se atrevería a ir por la puerta gris que también se había encontrado. No sabía dónde ir pero debía de moverse ya, no había sido tanta la fortuna ni la suerte que tuvo en ese momento por librarse de uno de los animatronicos que sé atrevía a bloquearle su paso hacia su salida, había sido complicado más porque cada que creía lograr escapar le bloqueaban sus posibles rutas de salida y lograban hacer temblar el suelo, logrando que su terror aumentara y volviera al único lugar en el cual alguna vez había estado seguro, la habitación.
Maldita sea.
Incluso parecía que el oso estaba por preguntar algo en ese momento, pero sin prestar atención a ello solo se limitó a correr hasta encontrar algo.
¡Pero esque no había nada maldita sea! No había lugares, no había nada, ¡Un desierto era esto!
Y por lo mismo solo logró apenas estar detrás de él, no estaba apegado a él, solo había creído que habría algo de utilidad por allí que ahora lo hacía ver como si estuviera detrás de él.
Sin tiempo ni siquiera a hablar, la puerta se abrió.
Y de ahí su pesadilla comenzó.
._._._.
¡Muchas gracias por lograr que este libro obtenga 462 vistas! (Para ser exactos).Y esos 21 votos, enserio gracias c:
Pido perdón por tardarme, no quería que una de las etiquetas sea una estafa, ¿Hace falta una explicación detallada sobre por qué me tarde?...
Nah no creo.
(De igual forma el apartado de "Prólogo y aclaraciones" la última aclaración dije que la historia iría lento)
Bueno, nos vemos :D
ESTÁS LEYENDO
• "¿Quién Eres?" FNAF SB y Tú
Fanfiction-[¡ATENCIÓN: PRÓXIMAMENTE ESTA HISTORIA SERÁ ELIMINADA! No hay fecha todavía, pero será muy pronto. Advertidos por si gustan darle última leída.]- Has trabajado para Fazbear's durante algunos años, tu estancia había estado bien hasta este día. Todo...