Capitulo 11

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Ella no era de perder y llorar.

Bueno si, pero no cuando tenía a la presa casi en garras.

No le enfurecía que su querido amigo se lo impidiera, por alguna razón ni le importaba. Solo provocaba que siguiera tratando de conseguirlo, de hecho ni le prestaba tanta atención.

Por otro lado, esos dos cada vez más trataban de alejarse de ella. Las manos del oso todavía lo sostenían del brazo, provocando que logrará sentir el temor que tenía, no sabía si era por él o por su amiga, pero de todas formas no lo soltaría.

Su agarre no era tan fuerte, principalmente estaba cuidando no empeorar su herida, pero sabía que pronto se arrepentiría por haberlo hecho.

Con rapidez y cuidado fueron alejándose de ella, aunque en realidad el guardia estaba casi siendo arrastrado, no quería estar cerca de él. Podría esquivar a la loba con facilidad con solo correr y esconderse o con algunas distracciones, se había librado antes de uno de ellos al principio, ella no sería nada nuevo ni difícil.

Pero además de no poder soltarse con facilidad se estaba moviendo bastante rápido, impidiendo si quiera poder poner los pies por el suelo. Básicamente no podía ni soltarse, ni pararse, cada vez que lo intentaba solo lograba tropezar pero por la rapidez también impedía caerse.

Vaya cosas.

[. . .]

Después de un rato afortunadamente se detuvieron, con todos esos movimientos y esa rapidez consiguieron dejar a un guardia levemente mareado, cansado y con un poco de dolor de cabeza. Hubiera estado a poco de caerse si no fuera por haber sentido algo pequeño que lo rodeaba por las piernas.

Con lo que podía rápidamente miró abajo, estaba algo asustado al principio pero ese sentimiento se alejo de inmediato al ver quién era, maldita sea.

El único niño pequeño que había encontrado hace tiempo y que después se había ido con el oso, ahora lo abrazaba ocultando su rostro por sus piernas, no era tan alto.

Ahora más confiado se agachó para abrazarlo, maldita sea ni siquiera lo conocía tan bien y ya se preocupaba, después de todo lo sucedido apenas si podía pensar en su camino antes que el niño.

—[N] ¿¡Estás bien!? ¿¡Que paso!?

Su rostro seguía escondido, pero podía escuchar como ligeramente sollozaba.

Por momentos se quedó callado, simplemente pensando en el hecho que no había pensado tanto en este niño.

Si, estoy bien.

Seguía sollozando.

Miro ligeramente alrededor, una plataforma enorme estaban, parecía estar bajando. A una distancia se encontraba ese oso, simplemente parecía evitar contacto visual con cualquiera de los dos, se veía mal.

Volvió a dirigir su atención al niño, quien poco a poco comenzaba a detenerse, logrando que pudiera ver sus ojos levemente cristalinos por lo mismo.

—¿Pero... Que pasó? ¿Por qué estabas así?

Había luchado por no hablar entrecortado, fallando levemente. La confusión en ese momento llegó, antes de que todo eso sucediera ese niño se había ido, antes de desmayarse no había visto nadie alrededor, realmente no sabía que había pasado después de eso, pero por ahora no lo haría tan importante.

No... No lo sé, no recuerdo.

Claro, es mentira.

¡Es solo un niño! Por favor, ¿Qué le diría?
"Me atacó un conejo blanco con un cuchillo, se que suena loco pero es verdad, ¡Incluso casi me mata! pero por fortuna logré escapar en su cara, al final casi me muero pero no te preocupes, ¡Estoy bien!"

• "¿Quién Eres?" FNAF SB y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora