Todo ardía, la luz, el dolor, el cosquilleo.
Y lo peor era que no desaparecía. Provocando así que de inmediato abriera sus ojos.
La horripilante luz deslumbrante perturbaba toda aquella paz que disimuladamente quería invadirlo. Lastimosamente ni lo conseguía, ni siquiera lo asimilaba.
Sentándose y con una mano en su cabeza observó todo su alrededor, descubriendo las paredes anaranjadas y los decorativos demasiado atractivos para un lugar así.
¿Por qué sentía que ya había visto esto antes?
El dolor cesó, por lo menos ya no era lo suficientemente fuerte para tener que mantenerse apoyado en algo. Su mano bajó y enseguida se levantó.
Un pequeño ruidito infantil resonó al levantarse, su mirada se dirigió al suelo, encontrando algo que no sabía cómo asimilar. Era un oso de peluche, exactamente el mismo que había encontrado antes en versión real y tenebrosa. En ese aspecto podía decirse que estaba bien, solo era un peluche. Pero conociendolo en realidad no era tan agradable como podría presentsrse.
Pasó de él, no quería tener esos recuerdos justo aquí y ahora. Su misión sigue en pie y parecía que lo estaba olvidando hasta ahora. De inmediato buscó alguna salida, una puerta anaranjada encontró, la misma que creía que ya había visto.
Al acercarse esta pareció hacer algunos ruidos, ruidos un poco extraños. Al momento de querer hacer algo con esta un fuerte estrueno resonó al otro lado de la puerta. Inmediatamente se apartó, ese ruido lo había asustado.
Sintió miedo, un miedo que lo ahogaba, ese ruido fue aumentando su intensidad y parecía desesperado por entrar, y todo a medida que pasaba el tiempo. Pronto algo aparecería y no quería enfrentarse con él.
La habitación se llenaba con esos terribles golpes, el miedo creció y no parecía detenerse. Poco a poco retrocedia aún más de la puerta, sentía que estaba a nada de entrar. Si alguna vez tuvo la idea de escapar pues ahora ya no, era todo lo contrario. Ya no sabía que hacer.
Una vez más la puerta se retumbó, su metálico sonido cortaba toda la paz que alguna vez hubo dentro de la habitación. Buscaba desesperadamente a que acudir, no había algo con que podría defenderse o dónde poder ocultarse, no había nada y eso lo inquietaba.
Lo único que había logrado y hecho fue apartarse, la situación se volvía más intensa y desesperada, creía que ya entraría.
De pronto ya no ocurrió, los golpes se detuvieron dejando la habitación en silencio y tenebrosa. A pesar de ello no podía confiar, sabía que esa cosa seguía del otro lado probablemente esperando tener esa oportunidad de entrar para atacar.
El silencio abundaba y no ayudaba, cada vez más el mismo miedo crecía y no permitía dejar pensar con claridad. Parecía un fino silencio que en cualquier momento podría ser interrumpido. No podía confiar, no podía creer que se había ido, mucho menos eso.
Pero incluso con el paso del tiempo así parecía, nada volvió a sonar de forma desesperada. Todo entraba en paz, en silencio, casi invitándolo a dejar atrás todo miedo que llegó a tener.
Al paso de otro tiempo más ya nada apareció, suspiró. Tal vez solo estaba esperando lo peor por el miedo que aún tenía, por lo menos ahora se permitiría calmar un poco, solo un poco.
Llevó una mano a su pecho, su corazón se calmaba cada vez más, finalmente se permitía dejar todo este mal momento atrás.
—¿Oficial [N]?
Esa repentina aparición de la voz animatrónica lo asustó, al voltear creyó que se enfrentaría contra la cosa que anteriormente aullaba, pero solo era el robot de antes. Aunque eso no significaba que se encontraba a salvo, estaba en problemas, y eran peores que los que tenía antes. Una vez más retrocedió, estaba en un grave peligro.
—¡Lo lamento! No quería que se asustara, solo quería ver cómo se encontraba.
Levantó sus manos en defensa, no queriendo demostrar que sus intenciones eran peligrosas.
Retrocedió, no podía confiar así porque si con esas excusas. Lo peor era que sabía que estaba encerrado con esa cosa y que había otra cosa que aún estaba afuera. Y ambos buscando su destino final. Estaba al borde de la muerte, pero se negaba a admitirlo.
—¿Me permitiría verificar su estado? Me tiene preocupado que algo más pueda estar en malas condiciones. Solo busco lo mejor para su salud.
Ignorando el hecho que se había alejado aún así preguntó, estaba nervioso. No quería que lo viera como algo malo, realmente solo buscaba ayudar pero parecía que sería completamente imposible.
Pero esas palabras solo hicieron que se asustara y desconfiara. ¿Dejaría que un animatronico se acercara con esa excusa aún sabiendo lo que realmente hará? Jamás.
El miedo cada vez se apoderaba de él, haciendo que se diera cuenta de muchas cosas, pero sobre todo en una.
No había escapatoria.
Estaba encerrado con este animatronico, aún no olvida el hecho que hay algo más por fuera, deseando desesperadamente su muerte. No hay ningún tipo de defensa como antes contaba, no hay caminos a los que correr o algo por el estilo, no hay nada.
Estaba solo, atrapado con la muerte misma. Solo sintiendo como el miedo aumentaba provocando que ligeramente comenzara a temblar sin poder evitarlo.
No podía creerlo, talvez jamás se hubiera dado cuenta hasta ahora.
Pero ambas puertas estaban bloqueadas, solo con la espera de cuando pueda agotarse la luz que permitía que siguiera vivo.
._._._.
Ya se la saben, hago referencias al primer capítulo jajaja.Espero no sea molestia(?
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• "¿Quién Eres?" FNAF SB y Tú
Fiksi Penggemar-[¡SUJETO A CAMBIOS!]- Has trabajado para Fazbear's durante algunos años, tu estancia había estado bien hasta este día. Todo parecía irreal, un mundo completamente falso. Pero ni siquiera estabas seguro de ello. ¿Qué se supone que hacías aquí? De to...