Lazos Familiares

15.- Primavera

AN: Ni siquiera puedo imaginar cuán perfectos son ustedes; todo su apoyo en esta historia me ha mantenido interesado en escribir lo más rápido que puedo; así que gracias, mis increíbles lectores y revisores. ¡Todos ustedes son perfectos para mí! Y, como recompensa por tu absoluta perfección, ¡te doy el último capítulo! Espero que lo disfruten tanto como los anteriores y no se olviden de revisar!

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– Harry, como dije, ha mostrado aptitudes para la alquimia. No fue la primera persona que conocí en mostrar tal talento, pero fue el único que mostró tal carácter en una edad tan joven – Explicó Nicolás. – Él va a hacer grandes cosas. Y quiero ayudar – Y ante la sinceridad de sus palabras, Severus solo pudo sonreír.

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Era casi la medianoche de un sábado, ocho meses después de que Nicolas expresara su deseo de tomar a Harry como su aprendiz. Esa fría noche de abril, Harry Potter dirigió su telescopio hacia Hydra; había estado estudiando los cielos durante más de dos horas y esta era la última constelación que quería observar antes de dar por terminada la noche. Últimamente había estado haciendo mucha astronomía, ya que la necesitaba, no solo para mejorar su conocimiento general, sino también para sus estudios en pociones y alquimia.

La astronomía, se había dado cuenta, junto con la historia de la magia, la herbología, la aritmología y las runas (temas que había abordado durante los últimos meses) aunque no estaban categorizados como una rama separada de la magia (ergo no podía aparecer en su marca) eran sin duda útiles. en sus estudios generales. La elaboración de pociones, por ejemplo, dependía mucho de la herbología, la astronomía y, en algunos casos, incluso de las runas antiguas, mientras que la aritmancia ayudaba mucho con su hechizo y comprensión general de las teorías mágicas.

Y hablando de cosas que aparecían y no aparecían en su emblema, Severus había descubierto un libro increíblemente útil en su biblioteca después de que Harry adquiriera la runa que lo marcaba como aprendiz de transfiguración. De hecho, había estado bastante molesto por no haberlo visto durante su primera búsqueda, pero Harry solo se había reído; Severus había estado enterrado hasta el cuello en pergaminos y libros, tratando de mantenerse al día con su enseñanza y su investigación del Wolfsbane.

De todos modos, según el libro, un emblema no marca convencionalmente el aprendizaje y el dominio de la magia. Resultó que eras reconocido como aprendiz en el campo de la magia si mostrabas dedicación y trabajabas duro para alcanzar la meta que te habías propuesto. El dominio era una cosa completamente diferente; un emblema no te marcaba como maestro cuando habías adquirido todos los conocimientos posibles sobre un tema, no; eras considerado un maestro si completabas una hazaña (y el libro era positivamente sombrío en la descripción de dicha realización) que marcaba tu dedicación a ese campo de la magia. Harry supuso que la última señal de dedicación que uno podría rendir a la alquimia (cuyo símbolo de aprendiz acababa de aparecer hacía unos días y era su orgullo y alegría desde entonces) sería la creación de la piedra filosofal.

Sus lecciones de alquimia habían comenzado el verano pasado y continuaban sin parar desde esa tarde de agosto. Nicolas y Perenelle se habían convertido, a su manera especial, en parte de la vida cotidiana de Harry y Severus, y el chico de ojos verdes ahora tenía su propio laboratorio de alquimista (todavía no tan impresionante como el de Nicolas) justo al otro lado del laboratorio de pociones en las mazmorras del castillo. Eso le sentaba bien a Harry, ya que podía entrar y salir de su laboratorio al de Severus y ayudar en lo que podía con su investigación.

Mientras tanto, mientras buscaba ingredientes adecuados para Wolfsbane, Severus había hecho algunos progresos con tareas más pequeñas al margen; casi había perfeccionado la poción que había usado para curar la vista de Harry y ahora había procedido a hacer variaciones de la misma para otros tipos de deficiencias de la vista. El maestro de pociones de Hogwarts incluso había ideado algunas otras pociones curativas, pero las había dejado a un lado para continuar su trabajo con Wolfsbane.