Lazos Familiares

9.- Maestros de la Fortaleza

AN: ¡Dun-dun! ¡Un nuevo capítulo! Quiero agradecer a cada uno de ustedes que leyeron y revisaron mi historia hasta ahora. Espero que disfrutes este capítulo tanto (si no más ;p) como lo hiciste con el anterior. Ah, y para todos aquellos que han preguntado, Severus puede, en teoría, lanzar un hechizo para obtener su propio emblema, pero no olviden que Voldemort ya lo ha marcado; obtener su emblema significaría deshacerse primero de la Marca Tenebrosa. Y ese es un tema que abordaré más adelante en esta historia, así que tendrá que esperar un poco... Una vez más, ¡gracias! PD: ¡No olvides revisar!

~~~~~~~~~~**********************~~~~~~~~~~

Ahora, Severus sabía que no había forma de que hubiera tenido lugar una adopción mágica, ya que los Potter habrían tenido que repudiar a Harry primero, algo que era muy poco probable que sucediera. Pero siempre había una posibilidad diferente a considerar por completo y Harry de hecho había mostrado una tendencia a atraer la magia antigua... era algo que tendría que mirar y ¿Cuándo sería el mejor momento para empezar sino ahora?

~~~~~~~~~~**********************~~~~~~~~~~

Harry estaba paseando por los pisos de su nuevo hogar, y era realmente su hogar, porque ya no podía negar dónde sentía su corazón que había encontrado su refugio, mirando a su alrededor con asombro. Sev siempre había logrado sorprenderlo, pero el mago de siete años, a pesar de su vívida imaginación, no lo había visto venir; ¡un castillo, de verdad! Y para agregar a eso, un castillo que solía ser una fortaleza, el cuartel general de una familia de guerreros que alguna vez, hace mucho, mucho tiempo, llevaron a sus ejércitos a batallas contra duendes y reinos en duelo.

No hizo falta más que eso para que la mente de Harry comenzara a producir imágenes de un tiempo lejano mientras corría por pasillos y senderos, fingiendo ser un caballero o un gran brujo en una misión. Sin miedo a perderse (Minnie había dicho que solo tenía que llamarla antes de que se fuera a supervisar los preparativos del almuerzo y una aparente renovación en la torre oeste), subió y bajó escaleras y corrió por galerías, un gran línea de ancestros de Severus y figuras prominentes del mundo mágico observándolo, sonriendo desde sus retratos. Había sido una opinión compartida entre ellos que la aparición del niño había traído una nueva oportunidad de vida dentro de estos pasillos y también a su amo.

Harry debió haber estado caminando durante una hora completa antes de que se encontrara con un conjunto de grandes puertas dobles de madera. Alcanzaban todo el camino hasta el techo y Harry no pudo evitarlo; después de todo, tenía un poco de curiosidad y Severus no había dicho que no le permitieran entrar a ninguna habitación del castillo. Y esas puertas que llegaban hasta el techo eran increíblemente atractivas... con un suspiro y una suave sonrisa, tomó una decisión.

– ¡Es mejor disculparse por lo que has hecho que arrepentirte de no haberlo hecho, digo! – Murmuró a nadie en específico y abrió la puerta con todas sus fuerzas. Su boca se entreabrió ante la vista; ¡viva su racha de curiosidad! Lo había llevado a la biblioteca del castillo; y era una habitación que podía recordar fácilmente. Se dio la vuelta lentamente mientras observaba la habitación; era inmensa y el techo era el doble de alto que el de los corredores fuera de la puerta. Bueno, el segundo piso podría haber tenido algo que ver con eso, porque había un segundo piso, diseñado alrededor del espacio vacío que permitía ver una gran parte del techo arqueado, y podía ver filas y filas de libreros en ambos pisos. El candelabro que colgaba del techo estaba apagado pero el metal brillaba con la luz proveniente del vitral que cubría la parte central de la pared más alejada de él, detrás de una gran escalera doble que conducía al piso superior.

– Wow – Harry graznó en estado de shock mientras miraba la habitación petrificado por unos segundos más. Cuando salió de su estupor, caminó por la habitación, medio esperando que Merlín apareciera en la siguiente esquina; era, después de todo, definitivamente la biblioteca de la mente de Severus. Y cuando el niño comenzó a reflexionar sobre la sospecha de que se había quedado dormido y estaba soñando, escuchó que lo llamaban por su nombre desde las escaleras.