"Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía, y por medio de los profetas usé parábolas"
Oseas 12:10
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Job comenzó su primer semestre un par de semanas antes de su cumpleaños y su familia decidió esperar que tuviese dieciocho y hacer una gran celebración por ambos sucesos. Ese día no publicó nada porque no existía "el mesías Job", sólo Job bailando con sus hermanas menores, discutiendo con Danna y vitoreando a Madian por haber besado al fin a Fernando, algo en lo que un muy orgulloso Samuel lo acompañaba.
El arcángel Miguel descendió por un rato para darle un abrazo y Rafael le llevó un obsequio. Era un colgante con la rosa de los vientos adelante y un punto azul en la parte de atrás.
—Digamos que es un regalo en conjunto con Gabriel y Raziel —admitió, encogiéndose de hombros. Sujetó el colgante que Job ya se había puesto y tocó la parte delantera—. La rosa de los vientos significa libertad y elegir el camino correcto —Luego giró el dije—. Este es por el bindi(1) que Raziel usaba cuando se quedaba en la India con una forma humana. El color azul representa la sabiduría y me dijo que te recordase que debes ser prudente.
Job observó la parte de atrás del dije con mayor atención.
—Gracias —Fue lo único que alcanzó a musitar, apretando el dije en su mano.
Rafael le mostró una sonrisa y le revolvió el cabello de una forma muy similar a cómo lo hacía Danna.
Al día siguiente, se reanudaron sus actividades como mesías porque la llegada del cambio no se anunciaría sola. Job planeó una estrategia para soltar la verdad poco a poco, junto a Danna y Saray. Su segunda hermana se había convertido en un gran apoyo con este proyecto desde que Danna estaba más ocupada. Incluso Camila aprendió sobre edición de videos sin que nadie se lo pidiese, y cuando él les preguntó, las dos actuaron como si fuese obvio que iban a ayudarlo y Job un despistado por no haberlo pensado.
Job las adoraba. Se divertía mucho con las ideas que Camila aportaba, se impresionaba con la calidad que Saray traía a cada proyecto que tenían y sólo quería aplaudir cuando Danna hacía sus propios análisis sobre las mujeres en la Biblia y su relación con la religión.
Varias veces lo acusaron de presionarlas, obligarlas a algo e incluso de opacar y menospreciar su trabajo por ser mujeres. Mientras Job se quedaba completamente aturdido cuando pasaba, las tres se enojaban muchísimo y dejaban en claro a quien fuese que lo suyo era un trabajo en equipo y nadie estaba por encima de nadie.
Incluso fue una de sus hermanas la que reaccionó antes que él la primera vez que le arrojaron una bebida en el patio de una iglesia. Job parpadeó varias veces, tocó su ropa y observó con incredulidad la mezcla naranja que le impregnaba los dedos, sin entender qué hizo o dijo para recibir esto. Saray ya estaba reclamándole a quien la lanzó.
