"No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»"
1 Corintios 15:33
Después del sobresalto inicial, Job simplemente se sentó y escuchó la explicación. Lo que pretendían era confirmar si los milagros eran reales, hacer algunas preguntas y presentarlo a personas con puestos importantes dentro de la estructura de la Iglesia.
A Job le preocupaba un poco no estar cómodo en ese ambiente y le preguntó a Danna si lo podía acompañar. Su hermana gritó de emoción y se dedicó a presumir en sus redes que "su hermanito la llevaba a Roma gratis".
—Es por asuntos importantes —le recordó Job después de ver su última historia hablando del viaje.
—Jobi, me llevas a Roma —Danna le contestó en tono incrédulo—, te grabo todo el camino como un documental y hablo con todos los papas por ti si quieres por estar allí. ¡Hasta me descargo duolingo! ¡Es Roma! ¡¿Sabes cuántas oportunidades he tenido de ir a Roma?!
Él sólo se rio y sacudió la cabeza.
Sabía lo que pasaría, sabía qué querrían oír y no paraba de recitar argumentos y pasajes que podría necesitar en el trayecto, pero su mente también estaba llena de preguntas sobre otros temas y no paraba de echar vistazos alrededor en el aeropuerto, en la cabina del avión, en el lugar de trasbordo. Se pasó prácticamente todo el viaje buscando, a tal punto que Danna le dio un codazo y quiso saber si se le perdió algo.
Él balbuceó alguna respuesta sin sentido y continuó echando vistazos alrededor.
Los recibió una comitiva con personas que tenían títulos que Gabriel le explicó cientos de veces, intérpretes, guías y camarógrafos y Job sólo tuvo que pasar cinco segundos allí para darse cuenta de que esto no sería tan encantador para él como lo era para Danna.
Afuera del aeropuerto, el búho Raziel descendió sobre él. Job lo recibió con los brazos abiertos y acarició sus plumas. Se ganó las primeras miradas de reprimenda al meterse a un auto costoso de vidrios blindados con un búho moteado entre los brazos.
Danna hablaba con un intérprete y él observaba por la ventana, el búho todavía en sus brazos. Percibió la débil sacudida del animal justo cuando distinguía una figura familiar parada la calle.
Amenadiel le hizo un gesto de "peligro" con la variación de la lengua de señas que Job había aprendido y se desvaneció. Cuando intentó ver hacia atrás, no le encontró por ninguna parte.
Danna volvió a preguntar qué le pasaba y él sólo sacudió la cabeza.
El procedimiento fue tal cual Gabriel le explicó, paso a paso. Recibimiento, presentaciones, estrechar manos, el recorrido por las zonas a las que tendría acceso. Danna se veía bastante desorientada, pero Job captaba palabras por aquí y por allá incluso sin un intérprete mientras hablasen alguna lengua romance o inglés.
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Ira (Pecados #4)
ParanormalDios está muriendo. O donde hay un humano "bendecido" que no sabe si se puede cumplir una misión divina al mismo tiempo que sales con un demonio.