Capítulo 1

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¿Alguna vez has sentido una especie de ansiedad al comenzar algo importante? Cómo si de alguna manera este evento fuera a cambiar totalmente tu estilo de vida

Bueno, de esa manera se sentía nuestro querido osito Freddy, quien se encontraba frente a un gran espejo colocado justo arriba de un lavamanos, había despertado hace no mucho y ahora se encontraba en el baño de su habitación. El vapor era notable por los alrededores ya que acababa de tomar una corta pero buena ducha.

Apesar de ser no más de las 6 de la mañana y de querer aún que sea dormir un par de horas, Freddy mantenía una pequeña sonrisa marcada en sus suaves labios rosas, su mirada estaba clavada en la secadora de cabello que ahora estaba usando

Una vez su cabello quedó de la manera que tanto le gustaba decidió finalmente salir del baño. Ya cambiado y arreglado tomó su mochila y demás cosas para ir a la cocina y preparar un rápido desayuno

La ausencia de su difunta madre y su ocupado padre no le dió otra opción más que aprender a preparar de casi todo, desde desayunos ligeros hasta comidas más llenadoras y completas, el menú de Freddy abarcaba bastantes platillos, uno de sus favoritos siempre serán los waffles, sensillos y deliciosos

El proceso de cocción no le lleva mucho y termina en tan solo un par de minutos, ayuda bastante el que ya estén preparados y solo haya tenido que calentarlos. Ya calientes los sirve en un plato añadiendo un par de cosillas como chocolate y unos cuantos frutos rojos, la combinación perfecta

La luz del sol poco a poco iba apareciendo iluminando la cocina, y con ello, Freddy entendía que ya tenía que despertar a su hermanito, tomó el último bocado de su plato y se encaminó hacia el dormitorio del más pequeño

Al entrar, cómo siempre, había un desorden en toda la habitación, juguetes y ropa tirados por todas partes, además había un par de platos y vasos sucios descansando en uno que otro mueble, ya hora de hacer una limpieza

–Buenos días, superstar– dijo en un tono suave estando a unos centímetros de la cama –Ya es deberías estar despierto– un tono acusador salió de su boca al escuchar solamente un quejido

–No quiero ir a la escuela– el pequeño abrió los ojos lentamente haciendo notar su cansancio

–Lo sé, Gregory– el mayor acarició la cabeza del mencionado –Pero no puedes faltar a tu primer día–

–Quiero más vacaciones– dijo Gregory tallandose los ojos a lo que Freddy sonrió

–Yo también– con esa respuesta, el mayor revisó la hora en su teléfono y se encaminó hacia afuera del cuarto –Te estaré esperando abajo, no tardes superstar–

Con un suspiro, bajó nuevamente para recoger los utensilios usados en su pequeño desayuno, ahora el reloj marcaba las 6:40, tiempo perfecto para que su hermanito llegará a tiempo a su escuela

Sin duda el hecho de que Gregory haya entrado a la secundaria supuso un gran cambio en la rutina de los Fazbear, especialmente porque al ser una escuela privada, su horario comenzaba muy temprano y no terminaba hasta pasado el mediodía

–Ya estoy listo– Gregory bajó las escaleras con su uniforme ya puesto y su mochila en la espalda –Ya podemos irnos– dijo sonriente

Freddy solamente asintió encaminandose hasta la puerta principal siendo seguido por el más chico

Cómo se habrán dado cuenta, el papel de Freddy no solamente era el de cualquier adolescente de su edad que iba a la universidad, el hacia mucho más que estudiar, hacer tarea y proyectos. Freddy también cuidaba de su hermanito las 24 horas del día alimentándolo, acompañándolo a la escuela, ayudándolo en sus tareas y hasta siendo su tutor cuando la situación lo requiere

|Mi Corazón Es Tuyo| [MontyxGFreddy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora