disfrutar

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Thitipoom sintió los delicados toques en sus caderas, a la par que recibía besos húmedos en su cuello.

- ¿Por qué eres tan precioso, uh?- murmuró mordiendo la suave piel.

El castaño jadeo y enredó sus dedos en las hebras negras.

- Nadie vendrá, así que toma la libertad de hacer el ruido que quieras, cariño.- sonrió.

New mordió su labio, asintiendo a las palabras del mayor. Realmente no sabía que pasaba en su mente, pues ayer tenía la necesidad de querer poner laxante en su café pero ahora solo atinaba a disfrutar cada toque de su maestro.

Amaba todo.

- Mhm...- suspiro cuando sintió una succión.- ¿Esta seguro que nadie nos verá ni escuchará, profesor Tawan?

- No te preocupes por nada ahora, solo disfruta.- gruñó en su oreja antes de dar una lamida a toda la zona.

- M-mhm bien.

Las grandes manos de Tay fueron directo al gran trasero del menor, amasando y apretando a su gusto, causando que sonidos obscenos salieran de la boca rojiza.

Pegó el pequeño cuerpo al suyo, frotando su erección contra el trasero del chico.

- Desde la primera vez que te vi me llamaste la atención de una manera casi instantánea. ¿ Qué rayos tienes que atraes a las personas?- alzó la ceja pasando su mano por la espalda acanelada para después dejarla en su nuca.

- Un gran trasero.- bromeó ganándose una suave nalgada.

- Y ya que grande.- río robándole un besito.

- Me estás manoseando pero te da pena besarme, uhm.- sonrió con burla entrelazando sus manos detrás del cuello de Tay.

El pelinegro entrecerró los ojos con diversión antes de empujar su cabeza hacia la propia, juntando sus labios en un desenfrenado beso.

Los chasquidos inundaban el aula, al igual que sus respiraciones agitadas.

Ambas lenguas se entrelazaban ansiosas, queriendo saborear hasta lo más mínimo de sus bocas.

Se separaron después de unos segundos por falta de aire. Un hilo de saliva era lo único que los unía.

- A si que no eres virgen de labios, ¿Ah?- comento Tawan sonriendo de lado.

- ¿Cuando dije que lo era?- alzó la ceja.

El mayor atino solamente a volver a juntar sus labios.

Sus manos se introdujeron dentro de la camisa de New, tocando la caliente y suave piel. El castaño se separó de el para quitársela del todo, dejando ver su torso blancuzco.

Tawan juro babear.

Su piel blanca contrasteaba con aquellos pezones color rosa claro, y esa pancita le hacía querer abrazarlo por horas.

Sin dudar se acercó y dejo besos por todo su pecho, deteniéndose en sus pezones.

Metió a su boca el derecho mientras que con la mano estimulaba el otro.

New mordió su labio con fuerza, tratando de no hacer un escándalo a pesar de que Tay ya le había advertido que nadie entraría.

La lengua de Tay rodeo la aureola, chupando y succionando después. Probablemente eso dejaría una marca rosácea.

New entreabrio los labios para soltar un gemido grave, enredando sus falanges en la cabellera del pelinegro y acercándolo más a esa zona.

En un movimiento rápido, Tay levanto el menor y lo recostó con suavidad en el escritorio, quitando su camisa blanca después. New inconscientemente abrió las piernas y relamió sus labios.

𝑷𝒓𝒐𝒇𝒆𝒔𝒐𝒓 𝑻𝒂𝒘𝒂𝒏  [𝑇𝑎𝑦/𝑁𝑒𝑤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora