Día 19

32 2 0
                                    

Era victoriana.

Querida amante.

Te amé demasiado, aun te amo. Si te soy sincero, me quemo por dentro.

Pero no puedo seguir con esto, no así. Me casé para tener mas riquezas, para hacerte feliz a ti. Nunca la amé lo juro.

Extraño que tu listón escarlata combinara con mi ropa cara. Extraño deleitarme con tus palabras. Extraño que tus rizos rozaran mi cara. Extraño escaparme de mi enorme castillo para así poder visitarte en medio de la noche. Extraño lo sencilla que eras.

Pero esta es la era victoriana. Y todo se paga con la muerte, por desgracia.

Me quemo, duele tanto, duele y no quiere parar.

-Señor, lo espera su esposa-Me avisan.

Asiento con la cabeza y el guardia se retira.

Esto es lo último que sabrás de mi. El trato era jamás volverte a ver y procrear una nueva vida con la princesa para así no causar tu muerte.

Me obligarán a amar, pero nunca cederé, siempre te amaré.

Era esto o que el mundo se pierda de tu belleza. Ahora, mi querida amante, te pido que seas feliz, deleita a alguien más con tus palabras y caricias. Me quemaré por dentro, pero vale la pena.

30 días escribiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora