26 - Bella Durmiente

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Caminando torpemente por el pasillo, arrastró los pies hasta que llegó al comedor.

— La bella durmiente despertó— escuchó, y miró con algo de odio al pelirrojo que paso junto a él, bastante alto, atractivo y muy parecido a Jade para su gusto.

Un gruñido bajo hizo que el chico se encogiera un poco.

En menos de un segundo, sintió unos brazos rodearlo en un abrazo, apretándolo suficiente como para hacer aparecer una mueca en su rostro.

Enfocó su vista en el cabello cafés de quién lo abrazaba.

— Alan, vas a romperme— murmuró, con apenas aire por la fuerza del abrazo.

Su hermano lo soltó al instante, alejándose un poco, para aún sosteniéndolo por los brazos, murmurando un "Lo siento"  varias veces, mientras sonreía.

Christopher respiró el olor familiar del pelicafé, arrugó un poco la nariz, nunca había sido su aroma favorito, y era más fuerte de lo que recordaba.

El castaño asintió, sonriendo, para que Alan dejará de pedir disculpas.

—¿Que has hecho en la cabeza?— murmuró, mirando aquel mirando el cabello castaño.

— ¿Y quién habla?— contraatacó.

Alan río, lo volvió a abrazar, Christopher hizo un esfuerzo para devolverle el gesto, el sueño se había despejado y su cuerpo volvía a doler, así que el sólo mover sus brazos le dolía.

Al separarse, el pelicafé frotó sus ojos, despejando unas lágrimas, cosa que de alguna manera le dolió a Christopher.

— Tienes que tomar algo— le dijo Alan un poco más tranquilo — ¿Puedes caminar? ¿Te ayudo?

Christopher negó, por más que le hubiera servido la ayuda de su hermano quería hacerlo solo, por orgullo.

Al llegar a la mesa, se sorprendió cuando Jade acomodó una silla para que se sentara.

—¿Quieres un té? — preguntó la rubia— Normal, saborizada, con miel... ¿O prefieres una chocolatada?

Christopher lo pensó un momento.

— Creo que quiero algo que me haga más dulce... Chocolatada— dijo—, por favor.

Jade asintió, se encontró con la mirada de Alan sobre él.

—¿Sabes cuánto te extrañamos?

"Mierda" pensó, Christopher frunció sus labios en una mueca, sabiendo que el otro iba a empezar la conversación que no quería tener, no sabía si había creído que durarían más tiempo sin hablar del tema o qué, pero no sé sentía listo.

— N-No puedo-

— Ya lo sé, Chris— lo interrumpió—. Dios, ¿Creías que no lo sabía? Nuestra familia es de las más importantes en Daegu, ¿Crees que no contratamos detectives privados? ¿O que no mandamos a unos cuantos a golpizas porque no querían hablar?

El castaño quiso desaparecer, cerró con fuerza los ojos, frotando su rostro.

— ¿Por qué no nos dijiste? ¿Por qué te fuiste sin más?

Christopher nego varias veces.

— No quería decirlo— murmuró—. Es vergonzoso, es horrible, me sentía mal conmigo mismo... No quería que me vieran como una vergüenza.

— ¿Preferías dejarnos?— el tono de Alan era firme—. ¿Sabes todas las posibilidades que pensamos de lo que había pasado? ¿Qué habías muerto que estabas secuestrado en algún lado? ¿Sabes todo lo que pensamos para al final consolarnos con la idea de que sólo estaba desaparecido?

Dᴇʟᴛᴀ || VɪʀɢᴀᴛᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora