29 - Otra opción

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— ¡No!
                   
Erick se levantó con fuerza, lanzando el celular al sofá, aunque esté rebotó y cayó al suelo con ganas, el sonido al romperse hizo a Alan saltar.

— ¿"No", qué? ¡Erick! ¡No escuché lo que dijo!
                   
— ¡No, no, no, no!
                   
El pelinegro comenzó a caminar dando vueltas, Alan lo miró con algo de espanto, siguiéndolo con la mirada, y no se movió hasta que el chico salió de la sala, caminando lejos.
                   
— ¡Erick! ¿Qué dijo? ¿Qué pasa?
                   
Alan tuvo que correr un poco para alcanzarlo, viendo cómo el chico caminaba por un lado de la mansión que el poco conocía.
                   
— ¡Zabdi es mío! ¡Él no va a marcar a nadie!
                   
Erick abrió puertas y continuó caminando rápido, seguido de cerca por Alan, en algún punto habían salido al patio de la casa y terminaron caminando por el prolijamente corto pasto verde.
                   
— ¿Zabdi? ¿Zabdiel?
                   
— ¡Sí, ese mismo, el idiota!
                   
— Erick pareces una mujer histérica del siglo pasado.
                   
— ¡¿Y qué si soy histérica?!
                   
— Puta madre... — murmuró el pelicafé.

                   
— Zabdiel De Jesús es mío, y él no va a marcar a nadie a menos que sea yo.
                   
— ¿Por qué tendría que marcar a alguien más? — Alan abrió sus brazos, seguía sin entender qué había dicho aquel doctor para que el beta estuviera así.      
               
Erick dejó de caminar de golpe, volteando para mirar al otro.

— Porque Zabdiel De Jesús tiene la necesidad que su nombre sea sinónimo de "héroe".

>> Siempre haciendo lo correcto, nunca desobedeciendo a nadie... Claro menos a mí... Siempre hace todo lo que su familia quiere, y le vale verga lo que él quiere mientras sea por un "bien" según su concepción de las cosas.

>> Si antes iba a marcar a ese Joel porque su familia lo decía... Ahora va a hacerlo porque piensa que le salvará la vida...

A Erick se le escapó un sollozo.

Alan estaba petrificado, no sabía en qué drama se había metido.

— Bien, Erick, comprendo— dijo, intentando ser suave, aquel beta estaba muy sensible—, pero Zab no haría las cosas sin pensar, sabe que hay otra opción.

Erick se detuvo, limpió sus lágrimas rápidamente.

— ¡La otra opción! — dijo, con alegría—. Tú dijiste que sospechabas que Joel y Christopher eran predestinados y-

— Momento, momento, ¿Cómo lo sabes?

Ericka abrió los brazos, como si fuera obvio.

— ¿Por dónde espiamos a Zabdiel? — dejó un segundo de silencio—, tengo acceso a las cámaras de toda la casa y en sus autos, y también puedo escuchar las conversaciones de Zabdiel de su celular-

— ¿Eres como una especie de obsesivo? ¿Tipo un stalker? Porque lo que dices es muy-

— Si te digo que sí y no preguntas nada mas del tema, sí, soy todo lo quieras— Erick suspiró, acomodó su pelo hacia atrás—. Pero estábamos en traer a Christopher con Joel— se encogió de hombros—. No es tan difícil, sólo tenemos que traerlo, meterlo a la casa y que se quede con el omega...

Alan frunció el ceño.

— ¿Sabes el disturbio que habrá si haces eso? — preguntó—. Todos los candidatos de Joel no fueron escogidos, junto a sus familiares y los medios, para que al final venga uno que ni siquiera estaba en la lista y-

Dᴇʟᴛᴀ || VɪʀɢᴀᴛᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora