Tu mayor tentación

Capitulo 19 : Abrazando la Esperanza.

El pánico y el desconcierto invadió la dulce tranquilidad en que se encontraba Gun ¿Off en el hospital? Miró la hora y descubrió que se había quedado dormido casi una hora desde que él se fuera a comprar algunos alimentos para él. Estaba llorando y rayando en la desesperación. Quería ir corriendo a verlo, pero estaba sola en casa con Chimon, Graciela estaba libre ese día. La llamó varias veces y no la consiguió, llamó también a Richard, a Godji e incluso a Stella y nadie contestaba el teléfono. Estaba a punto de colapsar y no desfalleció porque tenía a su bebé en brazos y debía pensar en el. Chimon por suerte estaba muy tranquilo, su dulce inocencia lo mantenía ajeno a toda la situación.

Gun - Dios mío, dame fuerzas. Por favor que no sea nada grave. No estoy listo, no estoy listo para perder a nadie más... por favor no me quites lo único que me queda ya...

Decía en un llanto amargo y aferrado a Chimon que empezó a llorar también al percibir la tristeza de su madre.

Gun - No me hagas caso, pequeño. Mami está loco, seguro que papi está bien. No llores. A él no le gusta que lloremos.

Secándose sus infinitas lágrimas con el dorso de la mano, Gun consolaba a su hijo cuando el estaba a punto de desmoronarse. Escuchó el timbre de la puerta y se sobresaltó. Tuvo la extraña ilusión de que fuera Off el que entrara por ahí. Se reprendió a sí mismo por tonto. Abrió la puerta.

Graciela- ¡Gun! ¿Pasó algo?

Por la gracia de Dios llegó Graciela a pesar de ser su día libre y Gun sintió que algo de color volvió a su rostro.

Gun - Off... Off, Graciela...

Graciela - ¿Off qué? ¿Le pasó algo al señor?

Preguntó Graciela ya preocupada al ver que Gun había vuelto a caer en un llanto atroz.

Gun - No lo sé... llamaron del hospital... tuvo un accidente...

Graciela - ¡Bendito sea Dios! ¿Y no dijeron nada más?

Graciela le quitó a chimon de los brazos porque Gun estaba muy nervioso y alterado haciendo que el niño también se comportara de forma inquieto.

Gun - Sólo que estaban atendiéndolo, pero nada más... Yo... te estaba llamando para que te quedes con Chimon... necesito ir al hospital. Tengo que ver cómo está.

Graciela - Gun, cálmate. No creo que estés en condiciones de manejar así. Mejor te llevo yo y regreso con el niño... tú no puedes...

El timbre volvió a sonar. Gun se apresuró abrir otra vez con la vaga esperanza de que fuera Off aunque fuera absurdo. No podía evitarlo.

Gun - ¡Papá!

George apareció ante su puerta porque Gun también le había marcado en varias ocaciones, pero el lugar donde se encontraba tenía una covertura muy pobre. Gun casi nunca lo llamaba y menos con tanta insistencia, así que supuso que era una emergencia y acudió a su encuentro.

George - Gun... pequeño... ¿qué sucedió?

Fue hacia el apresurado y hasta se sintió diferente porque Gun se lanzó como un niño a sus brazos y llorando a lágrima viva.

Gun - Off , Papi... Off tuvo un accidente y...

La voz se le quebró y rompió en llanto nuevamente. George recordó esos días cuando el era un niño y corría hacia él buscando protección. Se preguntó cuántas veces se había desplomado su niño y él no estuvo ahí para el. Muchas veces, sin duda. Enfrentó muchas pérdidas y tragedias solo. No solo, recordó. Ahí estuvo siempre Off, reponiendo todo lo que él dejó vacío con su ausencia.

George - Tranquilo, mi príncipe, no llores. Cálmate y dime qué pasó.

Gun recordó que cuando era niño él le decía muchas veces que los principes lindos no lloraban, le dio nostalgia ese adjetivo por el que sólo Off lo llamaba a veces. Le relató lo poco que sabía a su padre sobre Off.