Tu mayor tentación

La Fuerza del Amor : Tercera Parte

Al día siguiente, que era la tan esperada Noche buena, Gun vio que todos, incluyendo los empleados, desde muy temprano trabajaban muy afanados en los arreglos y preparativos para ese día. Richard quiso tirar la casa por la ventana porque dijo que la primera navidad de su nieto debía ser única. Como ellos no eran una familia muy grande, invitaron a sus empleados, que más que eso eran amigos suyos a pasar la noche buena con ellos, tendría inicio desde las seis de la tarde. Sus amigos no serían otros más que mike con Mook no podía faltar Joss e incluso, Gun contactó a Sing, y por supuesto, New y Tay. Con ellos el ambiente era increíble, así que no necesitaban a nadie más.

Gun - Off... ¿Lo han visto? ¿Y Chimon?

Preguntó Gun intrigado, pues, no los veía por ningún lado y cada vez que el se acercaba demasiado para ayudar, los demás se ponían nerviosos y lo evadían.

Godji - Off fue por unas cosas, Gun. Chimon está con Stella en el salón y usted me va acompañar al salón de belleza a arreglarnos un poco.

Le dijo Godji intrigándolo aún más porque había una malicia y un traviezo brillo en su mirada.

Gun - ¿Salón de belleza? ¿Hoy? Pero... ¿Están abiertos en Noche Buena?

Godji - Claro que sí, cariño, hoy es un día en que aunque no lo creas tienen mucha clientela, mañana es cuando no abren.

Gun se quedó sin palabras, pero le encantó la idea, ir a un salón de belleza a consentirse un poco no estaría de más y él lo necesitaba mucho. Se dio un buen baño y se perfumó. Escogió uno de sus famosos jeans ajustados y agradeció que le sirviera, buscó un suéter ceñido que acentuaba muy bien sus pechos aunque no eran muy grandes y agradeció que Off no estuviera ahí para que no le fuera a sugerir cambiárselo. No se molestó en maquillarse, porque de eso se encargarían en el salón y se calzó unas cómodas sandalias bajitas que dejaban el torso de los pies al descubierto, así no se arruinaría la pedicura que tenía intención de hacerse. Se puso de espaldas y se miró el trasero en el espejo, a pesar de la cuarentena, había gozado de un sangrado muy leve en comparación a otros casos, agradeció porque más que un sangrado, era más bien un manchado y era más fácil de sobrellevar así. Salió con su bolso Prada a la espera de Godji y no sin antes despedirse de su pequeño.

Godji - El chofer nos espera, cariño. Vamos a la aventura.

Se montaron en el auto y a Gun le gustó lo emocionada que estaba Godji y sintió melancolía porque le habría gustado vivir momentos así con su propia madre, pero agradecía a Dios el tenerla a ella que representaba muy bien ese papel. En media hora estuvieron en el lugar y una simpática estilista las saludó no más bien entraron.

Viviana - Buenos días, ¿Cómo puedo ayudar el día de hoy? Estoy a sus pies.

Se presentó con una blanca y deslumbrante sonrisa la chica de unos treinta años, gordita, pero de bonitas formas y con una cara preciosa, dijo llamarse Viviana.

Godji - Buenos días a ti, hermosa. Vinimos a ver qué puedes hacer con nuestros cabellos, hoy es un día muy especial y queremos quedar relucientes. Además nuestras manos y pies también necesitan cariño.

Informó Godji y a Viviana le cayó súper bien ella e incluso Gun aunque no hablaba mucho no le dejaba de sonreir.

Viviana - Entonces han llegado al lugar correcto. Les aconsejo que se hagan sus manos y pies primero y luego yo me ocupo de sus hermosas cabelleras y maquillaje, no dejaré que pasen desapercibidas para esa ocación tan especial.