Juego del Destino : segunda Parte

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Gun - Me gusta mucho cuando acaricias al bebé. Es el mejor regalo que me has dado, a parte de tu amor.

Sus ojitos brillaban de emoción y él se los besó, todo su rostro y también su pelo, cada día descubría que lo amaba más, todo de el, su dulzura e inocencia, él inmenso y desinterasado amor que le brindaba día con día.

Off - Tú me has dado el regalo más grande, mi niño hermoso, desde que naciste y aún siendo un bebé te tuve por primera vez en mis brazos, es el destino, mi amor, ahora estás aquí conmigo, tú y nuestro bebé.

Volvió acariciar su barriguita plana con la misma adoración, ambos lo hicieron, acariciaron el lugar en que se encontraba el sueño de los dos, su mágica bendición.

Off - Gunni... ¿crees que el bebé pueda sentirlo?

Gun - Claro que sí, mi amor, hay unos lazos emocionales y afectivos, a parte de los de sangre que nos conectan a los tres. El bebé puede sentirse amado y deseado. Cuando esté más grandecito podrá sentir nuestro tacto e incluso escucharnos y reconocer nuestra presencia y voz. Podrá sentir mis emociones.

Off - Entonces me aseguraré que siempre sepa que lo amo mucho, a los dos.

Off sabía que tenían que apurarse, pero no podía abandonar el vientre de Gun y el tampoco deseaba que lo hiciera. Se sentía tan amado, seguro e invencible cuando estaba en sus brazos, desde siempre él había sido su guardián y el su debilidad, el mundo siempre brilló para él cuando lo veía, era la muestra que aún había inocencia y pureza en el mundo y que Dios aún no perdía la esperanza en la humanidad.

Gun-Ya lo sabe, cielo, este ha sido el bebé más deseado y será el más consentido de todos, voy a dedicarme a él con mi vida, y a los otros que vengan y por supuesto a ti.

Off escuchaba sus palabras embelesado, todo le hacía mucha ilusión, sobre todo que el deseará que tuvieran más, pues aunque antes de que él ni siquiera se los hubiera planteado, ahora sin duda lo deseaba, deseaba tener niños hermosos con el, siendo jóvenes y prósperos era el mejor momento y más sabiendo lo anhelados que serían por toda la familia.

Off - Gun... ¿Me prometes algo?

Gun - Lo que tú quieras, mi vida.

Volviendo a su vientre nuevamente, esta vez casi arrodillado, le confesó su deseo e inquietud.

Off - Sé que puede sonar algo egoísta y tal vez absurdo, pero... quiero ser yo el único que toque y bese al bebé. No dejes que nadie más lo haga, por favor... quiero esto exclusivamente para mí.

Masajeando su barriga hizo que Gun se lo prometiera, aunque había cedido el permiso de tocarlo a su familia porque sabía que era inevitable, pero a nadie más fuera de ellos. Luego de la promesa hecha, Off lo siguió enjabonando entre caricias y besos que lo siguieron excitando y se llenó de deseo, deseo que también la invadieron a el y dejó que él lo colgara de su cintura entre risas porque el agua y el jabón los hacía resbalar, pero encontraron la manera.

Gun -Te amo, Off . Más que a nada en el mundo, todo lo que soy y lo que tengo será siempre tuyo, mi amor, quiero todo de ti.

Con sus palabras que venían de lo profundo de su corazón, Off lo penetró suavemente mientras lo  envolvía con sus labios y deslizaba sus manos moldeando toda su figura, soñando con el momento en que su vientre se redondeara y creciera tan inmenso como el amor que sentía por el ser que ahí vivía y por el cual él se levantaría cada día a enfrentar el mundo. Se movía de manera magistral provocando los gemidos que tanto amaba y lo enloquecían.

Off - Te amo y te deseo como a nadie más, Gunni, todo lo eres tú, siempre lo fuiste y siempre lo serás, lo primero en mi vida, quiero esto siempre contigo.

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