Tu mayor tentación

La Magia del Amor: Segunda Parte

Gun -Siempre me había gustado enfermería, pero en todos estos meses que he pasado aquí y conociendo a la gente maravillosa de este pueblo y sus necesidades... me recordé de lo que realmente me apasionaba... Quiero cambiarme a estudiar para maestro. Había hablado con Off porque me gustaría tener mi propio colegio... uno completamente bilingüe pero con una mensualidad accesible para las familias de pocos recursos... Quiero que el colegio se ponga aquí... si Richard nos obsequia parte del inmenso terreno... Off y yo pensamos mandarnos a construir nuestra casa aquí también, estaríamos juntos...

Richard quedó sorprendido ante los planes de Gun. Definitivamente estaba creciendo y madurando y sus ideas eran muy nobles. La idea de un colegio que tuviera como base el inglés y que además fuera accesible para tantos niños que tenían mucho potencial, pero que los sueldos de sus padres no se permitían apoyar sus destrezas, era sencillamente increíble, además con lo conocido y respetado que era Richard en el área, sabía que se colegio no tendría más que éxito. Gun se quedó mirando a Richard expectativo, esperando una respuesta, en sus ojitos brillaba la ilusión.

Richard - Gun, en mi vida me habían propuesto una mejor y más noble idea que la tuya. No tengo que regalarte nada, porque de todas formas todo esto es de ustedes. Cuando termines de estudiar, posiblemente ya el colegio esté terminado, dalo por hecho.

Gun casi brinca de alegría y los demás sintieron un poco de sosiego al ver que tenían planes de quedarse allí aunque para eso faltara un poco, pues Gun tendría que estudiar al menos cuatro años de universidad.

Stella - ¿Y quién va a cuidar de chimon mientras ustedes están fuera? Además... dijeron que iban a tener más bebés... no sé cómo harán para...

Off - Abuela... la señora de servicio de nuestro apartamento se ofreció, es muy buena persona y tiene experiencia con los niños, ella se encargará de Chimon. Sobre los otros bebés... bueno, sí queremos tener más, pero nos quedaremos sólo con Chimon al menos dos años, recuerda que Gun tiene dieciocho años, no es justo que le deje tanta responsabilidad de golpe y que también tenga que estudiar, hay que dejarlo que se acople primero al bebé y a lo que será su nueva vida.

Stella comprendió aunque no quedó muy conforme, ella quería ver la casa llena de niños jugando y ahora resultaba que Gun y Off querían tomárselo con calma.

Gun - Tranquila, abuela. Yo quiero encargar más bebés al igual que tú, sólo que queremos disfrutarnos un poquito más a Chimon antes de, además nos queremos casar y quiero lucir bien para que el traje me asiente, no quiero casarme con una barriga enorme.

Off - En fin abuela, ya me conoces, eso lo decimos de la boca para afuera, no creo que yo deje en paz a Gun mucho tiempo, seguramente encargamos al segundo tan pronto pase la cuarentena.

Gun - ¡Jumpol!

Mucho había tardado Off en salir con una de las suyas y Gun se puso rojo de la vergüenza mientras los demás, incluyendo a Stella y al mismo Off morían de la risa.

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Off - ¿No te pesa, mi amor?

Le preguntó Off a Gun refiriéndose a su enorme barriga una tarde sentados en el balcón luego que hubiera pasado otro mes. Se veía gracioso con un short de algodón una camisilla de maguillos pegada, pues ese día había sido caprichosamente soleado y caluroso.

Gun - No, no me pesa. El que pesa soy yo. El doctor dijo que aumenté cinco libras este mes.

Off - ¿Y eso es bueno o malo?

Gun - Pues... bueno, en mi caso, dijo que yo estaba muy bien y que me habían asentado bien las libras.

Off - ¿Y por qué te dijo eso?