Capítulo 30

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«•Prueba P1•»

El elevador se abrió en el piso 26 uno lo llamo y el otro lo dirigió ahí.

Su estado de animo no es el mejor, así que su primer al cruzarse con esos ojos cafés rasgados le causaron malestar en su estomago ¿Sabe la hora? ¿Por qué sigue tan tarde en casa de su Sol? Apretó sus puños, está celoso, el dolor le hizo recordarse, que sin lugar a dudas el mismo nunca fue lo mejor para Arthit.

- Hola

- Hola ¿Tuviste una pelea?

- Algo así, digamos que una que aún no gano – el oponente frunció la nariz confuso y entro al elevador que el moreno detenía para él.

- Hasta mañana. – presiono el botón para al sótano 1 donde se estacionan los autos de visitas.

- ¿Mañana? – detuvo las puertas antes de que se cerraran

- Iremos a reforestar un parque ¿Lo olvidaste?

- No.

Se quedo viendo los números del elevador descender y después se dirigió a su propio departamento, deseo cambiar la dirección, pero al final, entro a su hogar vacío.

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Kim se acerca nervioso a la caja a pagar, después de debatir entre varias pruebas decide comprar la que le recomendaron, siente que tiene una misión encubierta. ¿Por qué tiene que ser un secreto? Ni que fueran dos adolescentes calenturientos, al menos de lo primero está seguro, no son adolescentes, tienen estabilidad económica, están enamorados, ¿Qué es tan complicado?

Al salir del lugar choca con una persona y la bolsa donde lleva la prueba se cae.

- Lo siento – una mano levanta el producto y se lo entrega - ¿Kim?

- ¿Natán? – Rápidamente arrebata la bolsa y la pone tras su espalda. Se hace un momento de silencio, Kim suda nerviosamente y Natán lo analiza.

- Es para Arthit y es un secreto de Kong ¿Verdad?

- ¿Eh?... No... mi prima... entonces...

- Entiendo yo no vi nada... - se cubre los ojos – pero esta bien, vayamos a estar bajo el sol cargando cosas y... pregunto por tu prima.

- Es solo una duda.

- Bueno eso explicaría porque ceno tanto anoche.

- No lo diga.

- No lo hare.

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Ding dong

- Ito Kon – Mayte sale corriendo todavía en pijama del cuarto de Zoé.

- No creo sea Kong, el nunca timbra – Zoé sale tras de ella.

Arthit quien apenas pudo dormir y se sentía victorioso de no haber devuelto la cena, lleva despierto desde las seis de la mañana, esta seguro no queda nada de la deliciosa cena de anoche. Esta tratando de preparar un desayuno saludable para todos, incluido él, mientras Mat esta tranquilo en el portabebés.

- Atolito lo siento mucho – entra Gala a la cocina para abrazarlo. Ayer le prometió no le dejarían a los niños toda la noche.

- No te disculpes, ambos se portaron muy bien.

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