Capítulo 27

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«•Cartas•»

Lloro en los brazos de Kong alrededor de una hora, tal vez porque la presa en su corazón que construyo para mantenerse fuerte llego a su límite, se quedo dormido cuando su cuerpo de alguna manera se libero y por las suaves caricias reconfortantes del oponente. La noche tibia acompañada de una suave brisa traía paz, por primera vez la voz en su mente, su propia voz interior lo dejo de atormentar, quería dejarse llevar por esa calma y dormir con profundidad, protegido y querido, no, no puede engañarse tiene miedo de dejarse llevar por ese extraño mar en calma para despertar nuevamente sin él. Cuanto lo levanto en brazos para llevarlo al interior abrió abruptamente los ojos.

- No te asustes, todo está bien, vuelve a dormir Arthit... - el castaño envolvió sus manos en su cuello – No me iré de tu lado – se sentó en la cama con el castaño sobre sus piernas – Solo tengo dos preguntas... ¿Está bien?

- Si

- ¿Puedes darme las cartas ahora? – los ojos castaños vieron la puerta de su closet y mordió su labio inferior – No es presión, si nunca llegan a mi...

- Está bien – Intenta ponerse de pie.

- No tiene que ser justo ahora – refuerza su agarre, atrae el cuerpo del oponente acomodando su rostro en su cuello – ¿Por qué no me lo dijiste antes... ese día? – dijo con pesar sintiendo la tensión en el cuerpo blanco.

- Hay muchas razones...- pasa saliva – Hmmm... nunca fue mi intensión, ni quise lo que paso esa noche...

- No es necesario, soy un imbécil que se cegó pensando me engañaste, y he de reconocer que no te merezco por como me comporte contigo, pero si entiendo lo que paso esa noche... debí protegerte...

- Kong, no fue tu culpa... yo no hice caso a mis instintos, ignoré... - el moreno negó con profunda tristeza y llevo su mano a los labios carmesí...

- Mucho menos la tuya... - suavemente acaricio su labio inferior.

- Esa noche...

- No, no es necesario, no quiero que recuerdes...

- En realidad, no lo recuerdo, lo ultimo lo borroso que se veía todo y lo primero es... la persona frente al espejo era horrible y sucia...

- No mi Sol... tu eres precioso... en todas las maneras que puede existir la belleza, eres lo más hermoso en el mundo. – besa sus mejillas y acaricia con la punta de su nariz – sí, ambicionaba ser el número uno, un nombre destacado en la formula 1, pero mi verdadero sueño es envejecer contigo de mi mano...

- Kong... - nuevamente gruesas lagrimas resbalaron por sus mejillas.

- Esta vez no dejare ir mi sueño.

•|🐢•|🩰|•🦁|•

Esa mañana el primero en despertar fue Arthit, domingo familiar seguía siendo eso, y al parecer no fue el único que madrugo un timbre es un timbre, pero Gala sabe hacerlo sonar diferente.

Arthit estaba terminando de preparar el desayuno, Mat puso el café y Gala la mesa, mientras su hija juega en la sala con Rocko y el bebé duerme.

- ¡Buenos días! – saludan al unísono Zoé y Kong, Mat levanta la mano en un saludo discreto tratando de no mostrar sorpresa de verlos salir del pasillo de las habitaciones.

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