Capítulo 36

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«•Sun y Moon•»

Sale del supermercado con dos bolsas bien surtidas, no era mucho lo que Arthit le pidió, el mismo había ido un día antes a comprar todo lo necesario, pero claro una de las cosas que suceden cuando estas en cinta es que siempre olvidas algo, y sin tener todo completo como iba a preparar el pastel, lo había practicado un par de veces, porque lo que más le importaba era el sabor, pero nunca pasaba de una pequeña porción.

El desayuno de los domingos que esta destinado a convertirse en un pequeño evento intimo y familiar para revelar el sexo de los bebes, en su nueva casa, todo esta listo menos las habitaciones de los dos pequeños, el castaño insistía en que no tenía prisa porque con una cuna en la habitación matrimonial basta, pero Zoé y Kong que están muy emocionados con los nuevos miembros siempre hablaban de decoraciones si eran niños o niñas, o nombres habían puesto un pizarrón con varios nombres y cada mañana los leían, tachaban alguno sino les gustaba o agregaban otros. Así que en el chequeo de los 6 meses Arthit pidió le indicara en un sobre el sexo de los bebes, fue a una tienda de decoración y ordeno dos globos gigantes negros, y dos velas de gas que al encenderse arrojan humo de colores.

Atraído por el aroma dulce, se detuvo justo en la puerta y llamo a su Sol,

- Mi sol esto parado fuera de una heladería, ¿Crees que mis tortuguitas tengan antojo de algo así como nevado de fresa?

- [Uh! Acaban de patear, así que en definitiva quieren un litro de nevado de fresa] – Zoé quien estaba entretenida con la decoración de la casa junto con Josh, corrió al escuchar el llamado y Arthit le paso el teléfono - [Papito yo quiero algodón de azúcar y pastel de mis hermanos, es decir de pastel tortuga] - [¡¡Yo quiero cerveza!!] Grito Josh, desde la escalera plegable.

- Princesa dile a tu tío borracho que le llevo helado de limón.

- [Tráele chamoy también y ya tendrá helado de limón con chamoy y cerveza] - ambos ríen y Arthit toma nuevamente el celular – [Si trae eso Kong se me antojo, digo a tus hijos se les antojo] – Se escucha una fuerte risa dentro de la casa y el mismo suelta una carcajada haciendo que varios transeúntes volteen a verlo.

- De acuerdo todo sea porque nuestros hijos no nazcan con cara de dos equis lager.

- [Ven con cuidado, te amamos mucho]

- Yo más a ustedes.

Termina la llamada y sonríe.

- Kongpop

El hombre mayor frente a él hace que su sonrisa desaparezca.

- Kongpop, dame uno minutos para hablar.

- Jared ya me había informado estabas siguiéndome, así que si estas parado frente a mí, es porque yo les dije que podías acercarte. – saco su celular, escribió rápido y volvió la mirada al anciano – Por favor compra lo que te envié – le dijo al guardaespaldas tras suyo – Jared vayamos por un café.

- Si señor.

La orden no para él no era que ordenara un buen café y aperitivos, sino que nadie tuviera la oportunidad de sentarse junto a ellos y escuchar su conversación. La música que ambienta el lugar es agradable, pero para dos personas que tiene tanto que decir, no hay mas que silencio, un tímido mesero deja dos tazas de café negro, algo de azúcar y dos pasteles uno de zanahoria y otro velvet, sonríe y gira rápidamente lejos de la tensión de esos dos comensales.

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