Esposo Perfecto

Capítulo 4: Tiempo.

Giovanni.

Tomé la hoja recién salida de la impresora, eche una pequeña ojeada al contenido y la guarde en un sobre junto a otras hojas con información valiosa. Volví mi mirada a la impresora y espere a que imprimiera otra hoja, la mire y la deje sobre una carpeta en la mesa. El plan de Mark iba según lo planeado.

Solo debía esperar a que cometieran un pequeño error y ya. Todo se acomodará a nuestro gusto.

Hundirlas será fácil si tenemos las pruebas correctas. Aunque Mark me lo advirtió, ellas son mujeres, son inteligentes y crueles.

Refregué mi rostro con mis manos para luego dar unos golpecitos en mis mejillas. Estaba algo cansado, pero debía seguir con el trabajo, debía seguir todo.

Tomé la taza de café caliente que había preparado que se encontraba a mi lado en la mesa. Tomé un sorbo mirando las imágenes en la pared, todas pegadas con pinchos y con algunos hilos rojos.

Todo iría según el plan.

Todos debíamos pagar por nuestros pecados.

Todos pagaremos nuestro Karma.

Solo era cosa de un poco de tiempo.

Un poco más de tiempo.

Debes esperar un poco más Evelyn.

Mi teléfono suena en mi bolsillo, enseguida lo agarró y veo la pantalla, llamada entrante; número desconocido.

Dejó que pase la llamada, vuelve a sonar, pero no contesto. Llama una tercera vez, no quedaba de otra.

—Creí que no contestarías. —Responde una voz femenina al otro lado de la llamada.

—No iba a hacerlo, pero ya que insistes tanto. Supongo que es algo importante.

—Te tengo una propuesta.

—¿Tú? ¿Tienes una propuesta? creo que deberías dejar de consumir relajantes, te están fundiendo el cerebro.

—Tan gracioso como siempre, pero sé que te interesará.

—¿Qué tipo de propuesta tienes para mí según tú?

—Una que te beneficiará mucho. —Aclara haciendo que todo suene tentador.

—¿Qué es?

—Quiero que hagas algo. A cambio podrás tener todo lo que has deseado.

—¿Y qué es lo que quiero según tú, Isabel?

—A Matthew.

Me quedé en silencio y pude sentir como Isabel sonreía del otro lado de la llamada.

—No me interesa algo que tenga que ver con Matthew. —Mentí, aunque mi corazón quisiera otra cosa, ahora estoy para Mark, él también necesita mi ayuda.

—Lo amas. Lo sé.

—¿Y?

—He visto como lo miras, harías todo por él.

—No te creas tan lista. No todo lo que ves es cierto.

—En el fondo sabes que tengo razón. — Respire profundo, algo sabía, no dejaría que lo supiera todo. — Ayúdame con este favor, al fin y al cabo, te conviene que Evelyn muera.

—Debe ser una broma. — ¿Realmente me estaba pidiendo que la ayudara a matar a Evelyn? es mucho más perversa de lo que imagine.

—Vamos Giovanni. Se que eres fiel al dueño que más te convenga. Siempre estarás del lado del mejor postor.

—Tiene razón en algo.

—¿Vez? Entonces me ayudaras.

—Soy un perro fiel a mi dueño.

—Giovanni.

—¿Qué?

—No te equivoques de lado.

—Yo jamás me equivoco. —Cuelgo la llamada.

Miré la hora en la pantalla, 3 am.

(🌹)

Mark.

Camine por la habitación. Estaba por amanecer y no podía dormir. Me sentía ansioso.

Necesitaba poder escuchar sus palabras. Necesitaba escuchar su voz pronunciar mi nombre.

Él tono de llamada me sacó de mis pensamientos. Saqué mi teléfono de mi bolsillo trasero del pantalón, Giovanni me estaba llamando, contesto enseguida.

—Lo tengo todo. —Su voz estaba agotada.

—¿Todo?

—Todo. Isabel está acabada—Aseguró. —Lo haré cuando me lo digas. Le entregaré el sobre a Matthew.

—Debemos esperar. Debes dejarlo cuando sea el tiempo adecuado.

—¿Cuándo será eso?

—Aún no sé. Pero pronto, además servirá para encontrar algo más. Debe tener muchas cosas guardadas, pero con las que tenemos nos basta.

—Está bien. Yo iré a dormir así que no me llames.

—Entendido. Descansa, te escuchas medio muerto.

—Lo sé. Seis tazas de café no fueron suficientes. —Cuelga la llamada.

Miró su cuerpo sobre la camilla.

Solo un poco más Evelyn.

Prometí que las derribaría una por una.

Y la primera en caer será Isabel.

Solo espera....

(🌹)

5 meses después.

Nunca imaginé que el tiempo pasaría tan rápido, pero lo hizo. Hoy se cumplen 5 meses desde que estás en aquella camilla. El tiempo ha pasado y han pasado tantas cosas desde ese momento.

Charlotte no volvió a aparecer. Desde el día que vino a visitarla no se supo más noticias de ella. Debe estar escondida en alguna parte esperando la única noticia que la alegraría, la muerte de Evelyn.

Isabel muestra orgullosa su vientre abultado.

Matthew no puede pasar un día sin una botella de alcohol en la mano.

Laura se muestra próxima a ser la abuela del año.

Giovanni intenta que la empresa no se hunda, mientras que me sigue ayudando con mi plan.

Y yo...

Yo sigo en la misma silla junto a su camilla.

Esperando.

Esperando....aunque al final del día se vuelve realmente agotador.

Ya había caído la noche por lo que su rostro era iluminado por la lámpara en el techo. La luz blanca hacía que su rostro se viera más blanca, pero después de tanto tiempo me acostumbre a verla de esa manera.

Él sonido metálico de la manilla siendo abierta me alertó. Mire hacia la puerta, esta se abrió y dejó ver la figura de un hombre cansado y demacrado. Su mirada baja, fija en el suelo, cuando la Alzó mis ojos chocaron con los suyos, su mirada estaba apagada.

—Evelyn....

Matthew.