Evelyn.
Al volver al penthouse Mark hizo que me recostara y descansará, a pesar de que repetidamente le dije que no lo necesitaba, que estaba bien, él aún así insistió.
Mientras Mark preparaba té en la cocina mi mente divagaba. No sabía qué pensar, qué hacer. Me sentía inútil sin razón.
¿Qué se supone que haga ahora?
¿Que se esperara de mí ahora?Mi mente sigue procesando que pase de alguien sin relevancia en la empresa a ser la dueña.
A ser la propiedad de alguien a tener propiedades.
Pensar en que descabelladas ideas estaba pensando Maximilian cuando cambió su testamento de esa manera. En qué fue lo último que pensó en su último momento.
Sabía que Maximilian podía tomar decisiones de la noche a la mañana y que todos estarían de acuerdo, era considerado una mente brillante por quienes lo rodeaban, pero no sé si aquella decisión fue la mejor.
Tapo mi rostro con una almohada con frustración, mi cabeza sigue pensando en tantas cosas sin encontrar respuesta alguna a todas las incógnitas.
—Supongo que este té, llega en un buen momento.
Despego la almohada.
—Supones bien. —Alzo la mirada a sus manos entregándome la taza de té.
El aroma a té de naranja me hace sonreír; hogar. Eso era lo que siempre me transmitió, desde que mi madre lo preparaba, hasta ahora.
Bebí un sorbo, curvando mis labios.
—Delicioso.
—Me alegra saber que está bueno. —Dice sentándose a los pies de la cama, teniendo cuidado de no aplastar mis pies. —¿cómo te sientes?
—Estoy bien, es solo que mi cabeza no deja de pensar eso es todo. —Doy otro sorbo a mi té.
—¿Maximilian? —Asiento dándole la razón manteniéndome en silencio — ¿Quieres hablar de eso? En el cementerio te vi...ya sabes, creo que lo necesitas. —coloca su mano en mi pierna ligeramente flexionada.
—Se que debo ir a la empresa, pero... ¿Que se supone que haga?
—Podemos atrasar ir a la empresa. Giovanni se está encargando.
—Debe estar cansado. Además, el no debería hacerse cargo de la empresa, la junta directiva debe estar haciéndolo trizas.
—Tal vez, pero no lo dirá, además me dijo que cuando todo acabe dormirá una semana seguida. —Comenta divertido.
—Le daré un mes de descanso si quiere. Ha trabajado demasiado.
—Está bien, él piensa igual que yo, y quiere que te tomes el tiempo que necesites para recuperarte completamente.
—Lo sé, aunque me siento bien.
—Puede que sí, pero aún debes descansar y mañana veremos cómo estás y si puedes ir a la empresa.
Asentí sin objetar.
💍
Los rayos de sol entraron por la ventana obligándome a abrirlos, froté mi rostro suavemente para despertar completamente. A mi lado Mark aún estaba descansando, por lo que me levanté de la cama y fui al baño, necesitaba una ducha.
Completamente duchada, salí del baño. Mark ya estaba despierto, sentado en la cama con una mirada angustiante. Al verme inmediatamente se acercó, agarrándome de los brazos.
—¿Estás bien...? —Pregunté confundida. Mark me abrazó quedándose en silencio.
Correspondí el abrazo aún más confundida.—Estoy bien, solo me preocupe un poco al no verte en la cama...—Finalmente contesta más calmado.
—Estaba en el baño dándome una ducha. Me siento bien, puedo ir a la empresa.
—¿Estás segura? —Pregunto soltándome.
—Si, así que ve a tomar una ducha tú también. Debemos ir a la empresa.
Asintió sin decir nada, caminó al baño. Mire la cama completamente desordenada.
Camine entrando a mi closet, para buscar algo correcto para ponerme. Algo que reflejara mi lugar en la empresa. Maximilian siempre daba esa imagen y esperaba al menos llegarle a los tobillos.
Mi opción más acertada fue un traje color vino, con un par de tacones a juego y algunas joyas que combinaran. Ver toda esa ropa que debía usar, toda la ropa que una esposa ejemplar debía usar me hizo sentir rota.
Verme al espejo una y otra vez, sin poder saber quién era ahora. Era confuso, decepcionante, era horrible.
No sabía quién era, ni quién quería ser.
Pero algo tenía seguro, no quería volver a hacer como antes.
Al terminar de vestirme, mire nuevamente mi closet. Quería un cambio, necesitaba un cambio.
—Mark. —Llame y al segundo apareció en la puerta del closet.
—¿Qué sucede?
—Quiero renovar mi closet. Tengo mucha ropa que no es para mí.
—Ok, podrías donar algo de ropa, ya sabes es bastante cara.—Claro, tú sabes de esas cosas. Además, solo sería ropa, joyas, zapatos y bolsos voy a quedármelo.
—Como digas. Solo quiero que vuelvas a estar cómoda.
"Cómoda"
Aquella palabra quedó en mi mente durante todo el tiempo hasta que finalmente y sin estar completamente consciente llegamos a la puerta de la empresa.
Y como era de esperarse la prensa ya había llegado con sus grandes cámaras y micrófonos horribles. Mark se bajó del auto primero, abrió mi puerta y con la ayuda de la seguridad crearon un pequeño espacio para poder caminar. Los reporteros intentaban a toda costa preguntar cosas, pero no respondí a nada, Mark me cubrió con su hombro hasta llevarme dentro de la recepción, quedando atrás todos ellos.
Dentro estaban muchos de los trabajadores que alguna vez vi por los pasillos, pero no sabía sus nombres, algunos inversionistas y de la junta directiva. Saludé con una cálida sonrisa por la pequeña bienvenida, mientras escuchaba los buenos deseos hacia mi salud. Luego de terminar con los saludos, Mark me guió al ascensor que tantas veces había subido como la esposa de, cómo la nuera de, pero hoy subo al ascensor como otra persona.
Como la dueña de esta empresa.
🌹🌹🌹
Hola a tod@s
Se que me desaparecí por bastante tiempo y lamento dejarl@s un poco botad@s. Pero el último tiempo no estuve con el mejor ánimo, sumándole que entre a la universidad, por lo que mis tiempos no fueron los mejores.
Espero poder traerles más seguido los capítulos. Estoy dando lo mejor que puedo, mientras edito y escribo lo que nos queda de historia.
Gracias a las personas que aún están por ahí.
Nos vemos pronto.
Kora. <3
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Esposo Perfecto
Romance| En proceso | Segundo libro *Es necesario leer la primera parte que se encuentra en mi perfil para entender* Evelyn es la nueva heredera del imperio de Maximilian Kingston. Y como todo en la vida, no será nada fácil, nuevos problemas y desafíos ent...