Capítulo 2: Karma.

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Mi cabeza seguía doliendo

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Mi cabeza seguía doliendo. La pastilla para el dolor de cabeza comenzaba a hacer su efecto a paso lento. Y el tener que revisar una pila de documentos no era de ayuda.

En estos momentos es donde me arrepiento de beber whisky. Se que no debería tomar alcohol de esa manera, pero me ayuda a dejar de pensar. Al menos por un tiempo, aunque sea corto me ayuda a olvidar.

Giovanni entra a la oficina, con un café y su organizador. No era la primera vez que me despertaba con Giovanni a mi lado, no me sorprendía verlo justo ahí, pero hoy fue extrañamente diferente. Sus ojos se posaron en la pila de documentos y luego en mí.

—Esto te ayudará a despertar mejor. —Dejó el café sobre el escritorio. Miró su organizador —Tienes una reunión a las tres. Lo que queda de la tarde tienes libre, puedes irte a casa y descansar.

—¿Y tú? —Pregunte.

—Iré al hospital después de salir.

Hospital.

Evelyn.

Ella...

—Ella... ¿Cómo está? —Pregunto desviando mi mirada a los documentos.

—Sigue en coma. —Se limitó a decir más.

Él impulso de ir a verla fue momentáneo. Pero estaba en mi cabeza, no podía llegar e ir a verla.

—Mark ¿sabe lo de la herencia?

—No. Aún debo hablar con él.

Así que no le había dicho nada. Y Evelyn.... tendré que seguir haciéndome cargo de la empresa hasta que despierte. Por qué debe despertar... Ella debe hacerlo.

—¿En qué hospital está? —pregunte por curiosidad. No era como si pudiera ir a verla...aunque quisiera, debo concentrarme en Isabel y mi hijo.

—En el Santa María...—respondí, sabía mis intenciones. Su mirada lo decía.

—¿La prensa?

—Se ha calmado. Ya la historia de Evelyn y usted ha pasado a segundo plano. —Esa era una buena noticia al menos.

Pero mi corazón seguía queriendo verla. Quería ir con ella, pero mi cabeza me repite que no lo haga.

(🌹)

Mark.

Todo parecía ir bien. Su cuerpo estaba estable al igual que su corazón, ella solo dormía y de alguna forma me sentía aliviado por el hecho de que no estaba en peligro.

Ella estaba viva.

Yo estaba con ella.

Y aun así mi corazón dolía. Sentía ganas de llorar, no sabía el porqué. Era una sensación extraña en mi cuerpo, era agobiante. La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Giovanni, avanzó hacia nosotros. No me moví de mi asiento.

—Tengo que hablar contigo. — Se detuvo a mi lado.

—¿Qué sucede ahora? —Estaba cansado. No quería más.

—Es sobre Evelyn. —Levante mi mirada — Ella es la heredera del imperio Kingston. — Soltó así nada más.

Realmente lo había hecho. Maximilian había dejado todo a Evelyn y pensé que las cosas no podrían empeorar más.

—¿Desde cuándo lo sabes? —Pregunte.

—¿Desde cuándo lo sabes tú? —Pregunto. Se había dado cuenta.

Giovanni sabía leer muy bien a las personas, a veces podía llegar a dar miedo.

—Yo pregunte primero.

—Desde que mandó a cambiar el testamento. —Respondió al instante.

—Lo escuché hablar con el abogado. —Le seguí.

Ambos lo sabíamos. Ninguno de los dos habíamos dicho nada. Tendríamos nuestros motivos para hacerlo, mantener la boca cerrada era lo mejor en algunas ocasiones.

—Pero está en un estado que no puede hacer nada al respecto.

—Matthew se hará cargo de la empresa. —Miró a Evelyn. — Lo ayudaré, así que no te preocupes.

—Tendrás mucho trabajo. —Asumí.

—Lo sé. Pudo con ellos. Lo importante es seguir con el plan. —Tomó un segundo y agregó — Algo de justicia y karma no es tan malo.

—Mucho karma.

Luego de pensarlo mucho, lo supe. Ellas lo habían hecho, ellas la llevaron a esta cama de hospital. Estar sentado en el mismo lugar por mucho tiempo había hecho que mi cabeza comenzará a atar cabos sueltos y lo supe.

—Será difícil.

—Lo sé, son víboras inteligentes.

—¿Qué esperas conseguir al final?

—Que caigan una por una. —Mire a Evelyn. — Haré que paguen lo que le hicieron.

Sabía lo que debía hacer, y las posibles consecuencias, pero era por ella, por su pasado, presente y por su futuro. Mi padre me solía decir que las personas malas deben pagar de alguna manera sus malas acciones. Que debían esperar a su karma y que él acabaría con ellas.

Esta vez yo seré su karma.

Una por una caerá. Y sé que a Evelyn le sorprendería este lado de mí, pero tarde temprano debía conocer al Mark que no es dulce, ingenuo y risueño.

(🌹)

Sabía que probablemente no le gustaría nada lo que haría, y me regañaría por hacerlo, pero después de todo debía hacer algo por ella. Ella ya había hecho suficiente por mí, y acabar con sus demonios sería mi trabajo.

Debía examinar minuciosamente a cada una de ellas, cada una era diferente, pero todas compartían una ideología en común sobre Evelyn, que ella era una cosa. Algo creado que podría ser utilizado una y otra vez hasta romperse y poder botarlo a la basura.

Pero no debo dejar que sigan pensando así, no luego de lo que hicieron. Y la primera en pagar será Isabel, es mi objetivo más fácil, pero no debo subestimarla del todo, ella tendrá ases bajo la manga, además la venganza se sirve mejor en plato frío.

Y fue así como comencé junto a Giovanni mi plan de cómo derrotar a cada una. Giovanni ayudó mirando cada movimiento de Isabel mientras que cuidaba de Matthew y de la empresa. Un trabajo nada fácil que solo él podría lograr.

Los días comenzaron a pasar, el día se convertía en noche y la noche en día. De vez en cuando llovía, luego salía el sol y daba un hermoso arcoíris, me gustaba verlo desde la ventana de la habitación, fantaseando con que ella también lo vería.

De vez en cuando su cuerpo se movía, y con esperanza esperaba a que abriera los ojos, pero el doctor explicó que era su cuerpo, solo reflejos y que a pesar de eso seguía en su sueño profundo. Su cuerpo mostraba progresos luego de la intervención y eso me tranquilizaba y daba pequeños aires de consuelo.

Camine nuevamente hacia la habitación, me sentía fresco luego de ir a casa y poder ducharme. Aunque ya se había convertido en una especie de rutina, me permitía tomar aire fresco y ver que Giovanni y Matthew estuvieran bien. Ellos lo estaban o eso aparentaban.

Acerqué mi mano a la manilla de la puerta, pero me detuve al notar que estaba abierta. Alguien estaba en la habitación, con cuidado me acerqué para escuchar algo, la voz femenina y familiar recorrió la habitación.

Ella estaba aquí.

Esposo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora