Esposo Perfecto

Capítulo 10: Flores Parte 1.

Después de tanto tiempo finalmente me quedé dormido sin molestias, sin preocupaciones. Evelyn me hizo subir a la camilla y abrazarla, no se cuánto tiempo paso, pero cuando volví a despertar ella me estaba mirando, de la misma manera que yo la había estado mirando todo este tiempo.

—Parecía un buen sueño.

—Lo fue. — quite unos cabellos que caían en sus ojos. — ¿desde cuándo estas despierta?

—Hace un rato, fui al baño, vi por la ventana.

—Me parece que ya estas bastante bien.

—Lo estoy. —Sonrió

—Evelyn, debo decirte algo. —Era el momento, no podía pasar más tiempo, pronto saldríamos del hospital y ella debe saberlo.

—¿Qué sucede?

—Sucede que hace algunos meses atrás, se leyó el testamento de Maximilian.

—Laura apresuró el tramite lo mas que pudo, después de su muerte. Según se, Matthew quedaría con el cincuenta por ciento de todo, y Laura la otra mitad.

Me mantuve silencioso. Trague duro.

—Maximilian cambió el testamento poco antes de morir. Y sólo hay un heredero.

—Demonios, no creí que se lo dejaría todo a Matthew. Claro era su hijo y todo, pero no confiaba plenamente en sus habilidades para mantener el negocio.

—Matthew no está en el testamento — Evelyn me miró con sorpresa, seguramente pensaba en Laura como la única heredera, pero mis palabras la asombran aún más — ni Laura...

—¿Entonces quién? —preguntó pensativa. fue entonces algo pasó por su mente dándose cuenta por donde iban las cosas, sujeto un borde de la camilla. —No me digas que...

—Tú.

Abrió su boca para hablar, pero ninguna palabra salió, su cara de confusión era lo que esperaba. Nadie se lo había esperado, y todo era una sorpresa. Giovanni dijo que las demás personas que trabajan al lado de Maximilian también habían quedado sorprendidas por tal noticia, pero que no rechazan la última de su voluntad.

—Yo...no puedo ser. Es imposible, yo no puedo estar en ese testamento.

—Lo estás, corazón. — Tomé su rostro entrando en pánico, la hice mirarme con delicadeza — y ahora eres dueña de todo el imperio Kingston.

—Mierda. Laura va a matarme. Ella lo único que siempre ha querido ha sido todo lo de Maximilian. —tapa su rostro con ambas manos.

—Lo sabemos. Giovanni ha estado manejando la empresa por estos meses, es un poco duro, pero lo ha logrado.

—¿Y Matthew? Él es el que maneja la empresa.

Tomé aire y simplemente lo dije, debía hacerlo de una vez.

No sacaba nada con dar más vueltas al asunto.

—Él se ha ido.

—¿Qué?

—Hace unos meses él tomó un avión. Dejó Estados Unidos, Giovanni ha estado en contacto con él.

No hizo, ni dijo nada por varios minutos. Sus ojos se mantienen fijos en algún lugar, debía procesar todo y lo entendía. Debía tomarse un tiempo.

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El sonido del ascensor era el mismo que siempre, pero había una extraña sensación que nunca había experimentado. Tenerla a mí lado, después de tanto, es complicado para mi cerebro volver a procesarlo, ya me había resignado a tener que verla inmóvil y volver a verla como en los viejos tiempos, es tan indescriptible.

—Todo esta como la última vez. —Pronuncie, por si le preocupa que algo haya cambiado o algo, pero su respuesta no fue como lo esperaba.

—Eso es lo que me preocupa. —Las puertas se abrieron, fue la primera en salir.

Su cuerpo se detuvo a pocos metros. Su vista en el salón no dejaba de moverse por todos. Analizaba los muebles, como cada cosa estaba en su lugar, no había polvo, ni rastro de suciedades. Era como si esos diez meses jamás hubieran pasado.

—Los jarrones de la entrada, ya no están.

—Oh...Eso. —Había olvidado ese detalle.

—Laura los arrojó supongo. Le gusta arrojar todo cuando está enojada. —Dijo sin pensarlo mucho, ella había visto cosas, ella sabía lo que Laura hacía.

—No creí que lo notarías.

—Decore este lugar, cada centímetro lo diseñe yo. Tengo dibujado cada centímetro de este lugar en mi cabeza.

—Eso es...

Evelyn avanzó despacio, dejó su bolso sobre el sofá. Sus ojos aún divagan por todos lados. Era impredecible lo que estaba pensando, han pasado tantas cosas.

—Mark.

—¿sí?

—¿Este lugar siempre ha sido así de grande?

Siempre lo ha sido, pero no supe cómo responderle. El tono de su voz estaba perdido. Camino hacia su habitación, detuvo sus pasos al lado de la cama.

—Se siente tan extraño.

—Supongo que es normal, después de todo volver a tu hogar después de tanto tiempo...

—Este jamás ha sido un hogar. —Hace una pausa, sus ojos se encuentran con los míos — solo era una jaula de cristal.

Una jaula de cristal.

Evelyn se sentó sobre la cama, respiró hondo cerrando sus ojos. Por mi parte solo me quede ahí, a centímetros de ella.

—Quiero ir a verlo.

—Es tarde, debes descansar. Mañana podríamos ir a verlo.

—A primera hora. —Decreto.

Asentí levemente con la cabeza. Iba a dar un paso hacia ella, pero el sonido del ascensor me detuvo. Alguien más estaba aquí. Evelyn se levantó de su sitio y camino hacia la entrada, la seguí, sentí un mal presentimiento, pero, me quedé tranquilo cuando lo vi.

Giovanni con un ramo de Buganvilias.

—Bienvenida a casa.

Evelyn sonrió, miró con entusiasmo el ramo de flores, las tomó y abrazó como nunca antes a Giovanni, él no era muy afectivo, pero aun así después de unos segundos congelado la abrazo.

—Gracias.

—De nada, te las mereces, después de todo.

Lo hacía, porque se lo merecía. Y merecía todas las flores que existieran en el mundo porque era como ellas.

Es una hermosa flor, que un día floreció, se marchitó con el tiempo, pero ha vuelto a florecer, tal vez hasta más fuerte que la primera vez. 

🌹🌹🌹

Hola a todxs!

Esperó que se encuentren bien, sé que casi no me aparezco mucho por aquí, pero lo hago solo para decirles que desde este capítulo se retoma nuevamente los capítulos nuevos.

Así espero que les gusten y los disfruten. También quiero recodar que esto solo es un borrador, por lo que existen faltas de ortografía y gramática.

Pero sin más que decir, nos vemos en el próximo capítulo.

Recuerdan comentar y dejar su estrellita.

Los quiero. <3

Kora.