Capítulo 11

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-¿¡Robbie, has vuelto!?-Chillé al escuchar unas llaves. Me había quedado todo el día en casa, mirando dibujos y comiendo, como no.
-¡Sí, ya he llegado!-Salí de mi habitación y bajé las escaleras corriendo. Me paré frente a él, que estaba sonriendo como loco.
-¿Qué me has traido?-Pregunté alzando las cejas y juntándo las manos.
-¿Amor?
-Eso ya lo tengo, me esperaba una rica tableta de chocolate. Por cierto, ¿que has ido a hacer tanto tiempo fuera?-Él sonrió dejándome ver sus blancos dientes.-¿Por qué estás así?-Dije señálando toda su cara con mis dedos.
-Que Natasha te lo explique.-Alcé las cejas, y poco a poco una sonrisa se formó en mi cara.-Espera que suba.-Subió corriendo las escaleras y yo le miré aún con la sonrisa en la cara.-¡Ya!-Chilló desde arriba. Empecé a correr por toda la casa chillando. Sabía que esto pasaría, yo sabía que había algo entre ellos dos. Me sentía cupido. Marqué a Natasha.
-¡Nata debes explicarme todo!-Chillé con el móvil en la oreja.
-Cuando quieras nena.-Dijo ella riendose. Colgué y me pusé las converse para salir y darle las felicidades a Natasha. Abrí la puerta de casa y al salir corriendo me choqué con una roca grande, la cuál respiraba aceleradamente. Esa roca, era el famoso Jordan.
-¿A dónde vas con tanta prisa?-Dijo. Yo me aparté y me toqué el pelo.
-¿A qué has venido tu?-Él sonrió.
-Está obvio que he venido a hablar contigo.-Se rascó la nuca. Le hicé pasar con un movimiento de cabeza y cerré la puerta detrás de él.
-Vamos a mi habitación.-Mis padres podrían salir de su habitación en cualquier momento y prefería ahorrarme explicaciones. Subimos las escaleras y entramos a mi habitación. Él se sentó en la silla de ruedas, yo en la cama.
-Adeline.-Yo levanté la cabeza y le miré.-¿Has podido pensar lo que te dije?-No dije nada y agaché la cabeza.-¿Tu... Tu me quieres verdad?-Preguntó sin dejar de mirarme a los ojos.
-Jordan, ¿sabes cuantas veces he tratado de sacarte de mi vida? Aunque no hayas estado presente estos 4 años, sentía que aún seguías aqui. ¿Y ahora me estás diciendo que estás enamorado de mi desde hace años? No me lo creo, si no, no me hubieras hecho daño.
-Trata de entenderme-
-No, trata de entenderme tu a mi. Te fuiste sin decirme nada, ¿y te presentas después de 4 años y me dices todo esto ahora?
-Nunca supe que estabas enamorada de mi. Tu para un hombre de mi edad serías una niña.
-¿¡Y esta niña no puede tener sentimientos!?-Golpeé el suelo con mi zapato levántadome de la cama. Me mordí la mejilla interior y él me miró apenado.
-Adeline, yo nunca he dicho o he mencionado eso.
-¡Pero tratas de hacerlo! Te juro que nunca voy a entender lo que me has hecho, ¿¡y qué si nos llevamos unos cuantos años de-No me dejó acabar, nuestros labios se habían encontrado. Con su mano me acariciaba el pelo. Yo no pude resistirme, así que le seguí moviendo mi cabeza y sincronizando nuestros labios. Nos separamos por falta de aire.
-Adeline yo...
-¿Ahora vas a decir que también olvide este beso?-Dije cruzándome de brazos. Él me tocó los hombros, se agachó un poco y nos miramos.
-No, te iba decir que te quiero.-Abrí los ojos. En ese momento mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo del pantalón, lo cogí. En la pantalla aparecía el nombre de Robbie. Miré a Jordan y descolgué la llamada.
-¿Robbie?-Dije.
-Sí, tienes que venir.-Dijo en la otra línea.
-¿Dónde estás? ¿Ha pasado algo?
-Adeline, te necesito ahora, es muy importante.
-¿Me vas a decir de una puñetera vez en donde estás?
-En mi habitación, ven corre.-Yo rodé los ojos, y colgué la llamada.Aunque fuera una tonteria, me había salvado de explicarle a Jordan cosas.
-Mi primo me necesita.-Dije guardándome el móvil en el bolsillo.
-Si quieres te llevo.-¿Y ahora yo que le decía? ¿Que estaba en la habitación y que es muy perezoso para venir hasta aqui?
-No... No hace falta, no está lejos.-Giré la cabeza.
-Esta claro que quieres que me vaya. Lo entiendo, pero por favor, trata de pensar en lo que te he dicho.-Cogió un mechón de mi pelo y me lo pusó detrás de la oreja. Se acercó a mi oreja.-Te quiero.-Susurró en ella. Decidió irse después de dejarme más paralizada de lo que estaba dándome un beso en la frente. Volvió a vibrar mi móvil, lo cogí, y de nuevo era el idiota de mi primo. Fuí a su habitación y me lo encontré leyendo un libro, (cosa bastante rara).
-¿Tu leyendo?-Pregunté sentándome en su cama, a su lado.
-Sí, te necesito.-Miré la tapa del libro que Robbie estaba leyendo: "como pedirle salir a la chica de tus sueños".
-Tu... ¿Estás leyendo esto para pedirle salir a Natasha?-Él asintió.-Estoy muy orgullosa de ti, ya que te tomas a mi mejor amiga en serio, ¿pero tu no eras experto en esto?
-Era experto en pedirselo a zorras, no a chicas como Natasha.
-Tousché.-Me estiré en la cama y pusé mis brazos debajo de mi cabeza. Robbie me miró con las cejas alzadas y yo hice lo mismo.
-¿A qué estás esperando para explicarme algo?
-¿Pretendes que te explique algo cuando no he tenido siquiera una cita?
-Natasha es tu mejor amiga, debes saber almenos que le gusta.
-A parte de que le gusta el reggae, sé que le gusta lo simple.-Él se acercó a mi y me tocó los hombros.
-Eres un genio, te quiero.-Me dió un beso en la mejilla y me cogió por la cintura, poniendome en su hombro.-Por cierto, me debes otra.
-¿De qué hablas?
-Prima, te he salvado por segunda vez de Jordan.
-Maldito cotilla.-Sonreí mientras negaba con la cabeza.-Adivino, ¿te has puesto a escuchar con un vaso en la pared verdad?-Él rió y bajó las escaleras.
-Se os ha escuchado por toda la casa.
-Oye, tampoco hemos chillado, has escuchado por que te convenía saber lo que le pasa a mi vida.-Llegamos en el comedor y me sentó en el sofá, pronto mis padres salieron de la cocina y se cruzaron de brazos. Robbie les sonrió, ellos estaban inexpresivos.
-Adeline, tenemos que hablar contigo.-Dijo mi madre sentándose a mi lado, Robbie se sentó a mi izquierda.
-No tengo un examen de matemáticas la semana que viene, no hace falta que te preocupes.-Dije sonriendo para calmar la situación, había tensión, mucha.
-Necesitamos una explicación.-Preguntó esta vez mi padre.
-¿Que os ha dicho mi tutora esta vez?-Dije apoyandome en el sofá.
-No es la tutora, es Jordan.-Yo alcé las cejas y miré a mi madre.
-¿Qué?-Pregunté. Miré a Robbie y éste se encogió de hombros. Mi primo había estado en lo cierto, mi conversación con Jordan, se había esuchado por toda la casa.

Gracias por leer y por todo el apoyo que me estáis dando enserio. Me alegra mucho saber que os está gustando esta novela. Como siempre espero vuestros votos y comentarios, gracias. También quería deciros que he empezado una nueva novela llamada Eres mi luz. Puede que os guste, pasaros<3

Mi profesor privadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora