Esto debe ser un sueño, Jordan no me puede estar besando.
Me desperté chillando. No sé si eso era una pesadilla, pero por alguna razón oculta, no me estaba gustando.
-Deberías haberte visto besuquear la almohada. ¿Con quien estabas soñando? Llevas asi durante media hora.-Dijo para mi sorpresa Robbie. No acabo de entender que ha pasado, ¿el sueño me ha gustado tanto hasta el punto de besuquear la almohada o no me ha gustado? Mi primo estaba sentado en una silla delante de mi cama observándome y riendose.
-¿Has estado media hora mirando como besuqueaba a mi almohada?
-Sí, y creeme si te digo que no es muy bonito.
-Ayer fuimos a una fiesta, ¿verdad?
-Aja.-Dijo asintiendo.-¿Acaso tienes amnesia?-Yo negué pensativa.
-Oye, ¿quién te ha dado permiso para entrar?-Pregunté lanzando mi almohada besuqueada.
-Soy tu primo no tu novio para que andes compartiendo saliva conmigo.
-No lo estoy haciendo.-Me levanté y me tiré encima de él. Conclusión: los dos caimos al suelo. Yo encima de él, estaba en su espalda amigos.
-¡Bruta!
-Pero te gusta como soy cariño.-Le pellizqué el culo, él chilló, y yo reí como una histerica.
-Necesitas ir a un manicomio. ¡Quitate!
-No quiero.-Respuesta equivocada Adeline. Se levantó cogiendome a caballito. Yo mordí su mejilla esperando escuchar un grito provocado por la niñita que tengo como primo, pero tan solo se escuchaban risas. Nada le hace daño, y ya no me quedaban recursos. En ese momento maldecí el gimnasio al cual él iba. Bajo por las escaleras riendo, y yo, yo intentaba no caerme.
-¡Gilipollas!-Grite cuando me dejó caer en el sofá.
-Eso te pasa por meterte conmigo.-Le saqué la lengua y él se tiró encima de mi. Reí y lo abracé.
-Wow, cuanto love hay por aqui.-Al escuchar esa voz, que por cierto conocía de toda la vida, tiré a Robbie al suelo para ir corriendo a abrazar a Nat.
-¿Qué haces aqui? ¿No deberías estar en Europa todavía?-Pregunté estrujandola entre mis brazos.
-Sí, pero hemos vuelto por el trabajo de papá.-Dejé de achucharla, para cogerle los hombros y mirarla.
-Que raro... ¿Qué ha pasado?
-Nada, problemas, como siempre. Pero bueno...-Desvió la mirada fijandola disimuladamente hacia Robbie, que aún seguía en el suelo, ¿alguna vez os he dicho que era muy vago?-Cambiando de tema...-Volvió a fijar su mirada en mí.-¿Qué has hecho sin mí estos días?
-La verdad bastantes cosas, y sobretodo con--Robbie se levantó bruscamente del suelo y se fue corriendo a su habitación. ¿Tampoco os había dicho que no le gustaba escuchar conversaciones de chicas? Nat rió, y yo la miré levantando y bajando las cejas hasta que llegamos a la cocina.-Nat, cuentamelo todo.
-¿Qué quieres que te cuente?-Dijo sentándose en una silla.
-Lo de mi primo y tu. Obviamente hay algo... ¿¡Habéis estado hablando durante estos días!?-Dijé mientras cogía un cuchillo.-Dimelo.-Ella empezó a mover su pierna derecha, el maravilloso legendario tic de Natasha. Acerqué el cuchillo a su cuello y relamí mis labios.
-Robbie me parece guapo, además de simpático, adorable, amable, y como he dicho antes guapo, pero es solo eso, no es que me guste ni nada.-Dijo rapido, tan rapido que me costó 2 minutos para darme cuenta de lo que había dicho.
-¿Has dicho eso por que pensabas que iba a hacerte daño?-Pregunté alejando el cuchillo y poniendolo en un cajón. Ella encogió de hombros.-¿Entonces es verdad?-Ella asintió.-¡Te gusta mi primo!-Dijé sonriendo.
-¿Que? ¡No!
-Vamos admitelo.
-No, nunca, déjame, me voy.-Dijo al tiempo que se levantaba y cogía su chaqueta.
-¿Te has enfadado?-No dijo nada y siguió caminando.-¡Te invito a cenar a mi casa esta noche!-Dije chillando.
-¡Ya lo estoy, y van a venir Jayson y Jordan conmigo!-Dijo al acabar de cerrar la puerta. Se había ido, y me había dejado con dudas, muchas. ¿Cómo que estaban invitados? Mamá y papá los han invitado y no me han dicho nada.
-¡Amorcito mío!-Chillé llamando a Robbie.
-¿¡Qué quieres osita amorosa!?-Subí las escaleras y abrí la puerta. Él estaba en su silla de ruedas y se giró para mirarme.-¿Quién es?-Cantó levantandose bailando.
-Soy yo.-Canté.
-¿A quién vienes a buscar?-Siguió.
-A ti.-Seguí.
-¿Por qué?-Dejo de cantar.
-Has estropeado lo mejor de la canción.
-Y bueno...-Dijó moviendo su mano para que comenzara a hablar.
-¿Sabías que vienen Jordan, Jayson y Natasha a cenar?
-Lo ha dicho tu madre antes de irse a trabajar con tu padre.-Me senté en su cama y él me miro.-¿Por?
-Por nada...
*Después de 5 minutos...*
-¿Y entonces por qué has venido?-Me preguntó alzando las cejas.
-Por fin, te ha costado formular la pregunta.-Antes de dejarle decir una estupidez seguí hablando.-El problema es este.-Dije mientras él me miraba patidifuso.-Jordan es un imbécil.-Robbie aclaró la garganta.
-¿Eso es todo?
-No... Bueno... En verdad si.
-Adeline, ¿me estás tomando el pelo?
-No, esta vez no. Es que como hoy viene a cenar, pues, eso.
-¿Quieres que te ayude a olvidarlo?
-¿Ves como a veces eres listo?
Gracias por leer este capítulo, espero que os haya gustado. Espero vuestro voto, me haría muy feliz, y si hay un comentario o más pues mejor c:
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Mi profesor privado
RomanceAdeline es una chica de 17 años. Normal, simpática, agradable... Tiene bastantes atributos, aunque un gran defecto... Las matemáticas. Las odia, y en su vida a aprobado tan siquiera un examen. ¿Qué pasará cuando sus padres se cansen de eso? ¿Jordan...