Natasha Pov's
Cuando llegué a casa, después de discutir con Adeline, me puse a jugar a Devil May Cry con Jayson. Normalmente siempre juego cuando me siento desconcertada con cosas que no tienen sentido. Bueno, siempre juego, el ejemplo no sirve de mucho. Pero, volviendo al tema, ¿cómo Adeline podría pensar que yo, Natasha Liz Jones podría gustarle un tio que está súper bueno, es simpático y amable? No señor, a mi me gustan los chicos rudos. Claro, eso es...
-Eres el tomate más rojo que he visto hasta ahora.
-¿Mmm?-Murmuré yo como respuesta.
-Que estás roja como un tomate.
-¿Y? ¿Tienes algo en contra de eso? Quizás haga calor. Además, ¿qué más te da? Nadie a pedido tu opinión.
-Natasha, compadezco a tu futuro novio, pobre de él.
-Gilipollas. Mi novio será muy afortunado de tener a una chica asi-me señalé- como yo.-Sonreí irónicamente para intentar hacerme sentir superior, pero, mierda, me había quedado sin recursos para evadir el tema de mis futuros novios. Maldito Jayson.-No te quejes, tu futura novia, si es que llegas a tener, tendrá que aguantar a un gorila moco verde como tú.-¿Por qué no se me da bien insultar? Me levanté del suelo como si hubiera dicho la mayor cosa, y me fuí a mi habitación a reflexionar sobre mi vida. Tenía mucho que reflexionar. En verdad quiero parecer interesante, olvidad lo anterior.
Adeline Pov's
-Entiendo lo que quieres decir.
-Bien, después de dos horas mi prima entiende una de mis teorias, ¿un aplauso?-Yo reí.
-No es que no lo entienda, es que tu no te explicas. Pero gracias.-Me iba a levantar pero en ese momento me acordé de algo que tenía que decirle, me volví a sentar en la cama.
-Cuando se hayan ido los invitados, tu y yo hablaremos.-Me levanté y le miré.-Y por cierto, no quiero que hables sobre lo machote que eres con las zorras con las que sales o has salido.-Llevé mis dedos índice y corazón a mis ojos y le señalé.-Te vigilaré.-Dije saliendo y cerrando la puerta detrás de mí. Esto de hacer de madre dura me está gustando. Me fuí a mi habitación a buscar ropa, quedaba una hora para que viniera la visita tan esperada (viva la íronia). Cogí lo primero que encontré, y cuando me estaba vistiendo, mi móvil sonó. Alguien me estaba llamando, lo cogí.
-Hola mamá.
-Hola cariño.-Se escuchó en la otra linea.-Te llamaba para recordarte que hoy vienen-
-Si, ya se quienes vienen.
-Bueno, lo que pasa es que ni tu papá ni yo podemos ir, nos tenemos que quedar trabajando. Os encargo a ti y a Robbie la cena. Adiós, te quiero.
-¿Mamá?-Ya había cortado.-Joder, no podrías haber avisado antes. ¿Qué hago? ¿Y si...? La voy a cancelar. Decidido.- En ese momento volvió a sonar el móvil, pero está vez era un Whattsap, de mamá.
"Se me ha olvidado decirte que no puedes cancelar la cena, es de mala educación. Y si la cancelas, me enteraré, ya me conoces. Besos."
-Mamá
Mierda. Mierda. Y más mierda. Acabé vistiendome con un vestido oscuro estampado de flores, con un poco de escote, de tirantes, y hasta las rodillas. Me hice una coleta, y salí de mi habitación chillando.
-¡Robbie!-Llegué a la cocina. Voy a hacer algo que no sea complicado, que sepa hacer, y que no se tarde mucho en crearlo.
-¡Robbie ven joder!
-¡No eres mi madre!
-¡Pero soy una Adeline enfadada, asi que baja!
En lo que tardaba Robbie en bajar, fuí descartando comidas dificiles que ni siquiera sabía hacer. Finalmente mi primo bajó vestido como si fuera a ir a una gala.
-¿Dónde vas así?-Sonreí.
-A ninguna parte.-Cogió una salchicha de la nevera y se sentó en una de las sillas de la mesa.
-Robbie, deja de comer.
-No. Oye, ¿y tu madre? Espera espera, tienes el delantal por que...
-Simple, voy a cocinar yo.
-¿Qué? Adeline, no quiero morir por favor.
(...)
Cuando acabamos de hacer la cena;Robbie me ayudó, llamaron al timbre.
-¿Preparado?-Él asintió.-¿Quién va a abrir la puerta?
-Tu.
-¿Qué? No, yo soy la cocinera.-Volvió a sonar el timbre.
-Yo también he cocinado.
-P-pero, yo también he cocinado.-Y por tercera vez volvió a sonar el timbre.-¡Ya voy yo joder!- Abrí la puerta furiosa, y ahí me encontré a una Natasha con una camisa roja de cuadros y unos tejanos, Jayson... vestido, y a Jordan vestido muy bien por cierto.
-Pensaba que nunca te ponías vestido.-Dijo Natasha al verme.
-¿Cena con invitados?-Respondí no muy segura.-Bueno, pasad. Podéis dejar las chaquetas ahí.-Dije señalando el perchero de la entrada. -¿Por qué llevas un delantal?-Preguntó Jayson con las cejas alzadas.
-Por qué mis padres no están.-Le sonreí y los tres se pararon en seco para mirarme.
-¿Tu has cocinado?-Preguntó Jordan interviniendo en la conversación por primera vez.
-Sí, Robbie me ha ayudado ¿por?
-No quiero mo-
-No sigas la frase por favor.-Dije con mirada amenazante.-Bueno, pasad al comedor.
Cuando entramos, nos encontramos a Robbie poniendo los platos llenos de huevos revueltos.
-Robbie, ¿como te dije que tenía que ir la vajilla?
-Tengo 19 años no 5.
-Deja de refunfuñar y saluda a la visita.
-Hola chicos. Tu-dijo señalando a Jayson-te sentarás aqui-señaló una silla. Jayson asintió y se sentó.-Jordan tu a su lado.-El hermano hizo lo mismo.-Natasha tu a mi lado, aquí.-Dijo guiándole hasta su asiento.-Y tu Adeline al lado de Natasha.
-¿Qué es esta distribuición?-Susurré preguntándole a mi primo.
-Jordan está alejado de ti gracias a mi distribuición, asi que no tendrás que hablar con él. Me debes una.-Se sentó en su asiento indicado y yo me senté al lado de Natasha. Delante tenía a Jayson, y yo asi era feliz.
-Gracias por haber venido, como podéis observar, en cada uno de vuestros platos hay... Comida. Asi que comed.-Dije para evitar escuchar algún comentario sobre mis huevos rebueltos quemados. Jayson cogió su tenedor y empezó a remover esa comida tan deliciosa que había hecho, con cara de asco. Natasha hizo lo mismo, y Jordan comía sin decir nada.
-Quizás no sea una comida presentable, pero cuando lo pruebas está para chuparse los dedos.-Dijo Robbie fingiendo lo que había dicho. Natasha le miró con cara de: "¿Really nigga?" Y yo reí.
-Aqui hay demasiado huevo, como ¿¡esperáis que me coma esto!? Mi cuerpo debe estar tonificado.-Replica Jayson.
-Tienes que comertelo, sería una pena tirarlo a la basura... -Respondió Robbie fulminándolo con la mirada.- Cambiando de tema, ¿cómo fue el viaje?
-Genial, ¿verdad que si Nat?-Respondió Jordan sonriendole a Natasha.
-Jordan, ¿podemos hablar un momento?-Los dos se levantaron de la mesa y se fueron a la cocina.
-¿Te gusta mi hermana?-Le preguntó Jayson a Robbie. Yo sonreí. No sabía que los chicos hablaban sobre estas cosas.
-¿Por qué dices eso?-Respondió.
-Por que es evidente.-Respondí yo. Jayson asintió.
-Es 4 años menor que yo.-Dijo en acabar de contar con los dedos.
-¿Y?-Pregunté.
-Toca el postre, asi que Adeline lo vas a buscar tu.
-No me cambies de tema.
-Robbie tiene razón shu shu perro.-Dijo Jayson moviendo sus manos como si fuera un perro.
-Está claro que aqui los señores quieren hablar de chicas, asi que os haré caso y me iré.-Me levanté de la mesa y me dirigí a la cocina.
-¿Qué tengo que hacer para que no le digas nada a Adeline?-Esa era la voz de Nat. Me acerqué a la cocina y me dediqué a escuchar la conversación detrás de la puerta cerrada.
-¿Desde cuando decías que le gusto?
-Desde que éramos pequeños.-En ese momento abrí la puerta de la cocina con brusquedad.Muchas gracias por tantas visualizaciones, por los votos y por los comentarios. Me hace muy feliz saber que os gusta mi novela, de verdad muchas gracias. Estoy pensando en hacer un capítulo especial por celebrar tantas visualizaciones, seguramente irá de Natasha y Robbie, así que si os gusta la idea comentad. Espero que sigáis leyendo esta novela y muchas gracias por todo<3
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Mi profesor privado
RomantizmAdeline es una chica de 17 años. Normal, simpática, agradable... Tiene bastantes atributos, aunque un gran defecto... Las matemáticas. Las odia, y en su vida a aprobado tan siquiera un examen. ¿Qué pasará cuando sus padres se cansen de eso? ¿Jordan...