Prólogo

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Me desperté esa cálida y horrorosa mañana con los gritos de mamá. Me levanté de la cama cruzando los dedos y deseando que no hubiera pasado lo que tenía que pasar.

Bajé las escaleras encontrándome a una mamá muy enfadada y a un papá con una taza de café en la mano y con la cara roja.

-Acaba de llamar tu tutora diciendo que no has aprobado ni el último ni cualquier examen de matemáticas del trimestre.-Me senté en la butaca con los brazos cruzados y mis timpanos a punto de romperse.

-Christina, tranquilizate.-Mi madre asintió y mi padre siguió hablando.-Adeline, tu madre y yo no podemos seguir aguantando esas notas tan pésimas, así que hemos estado pensando en pagarte a un profesor particular.

Me quedé sin palabras esperando a que ellos siguieran hablando. Ellos se sentaron en el sofá y mi madre se llevo la mano a la frente.

-El hijo de Lindsay será ese profesor, así que empieza a hacerte la idea de tomar nota de todo lo que te diga. Serán los viernes y los sábados, dos horas.

-Espera espera, ¿de quién estamos hablando?

-De Jordan, y espero que lo aprobeches por qué insistió en que lo hará gratis, así que tendrás que sacar las mejores notas de la clase, ¿de acuerdo?

Para empezar, en mi vida he aprobado un examen de matemáticas, y por que venga el señorito Jordan a darme clases no cambiará nada. Jordan... Dejemoslo, con que fue mi primer amor, pero estamos hablando de cuando yo tenía cinco años; y ese amor unilateral duró 8 años... 8 años, imposible de creer, pero así fue aunque nunca le declare nada. Él es 7 años mayor que yo, y digamos que no tengo muchos puntos a mi favor, asi que deje que el "amor" se esfumara, (o al menos lo intenté). Hace cuatro años se fue a Europa a estudiar, y por arte de magia, ahora es mi profesor privado. No se si sigue siendo el mismo Jordan que yo quisé, pero esto iba a cambiar. Sé que lo odiaría solo por el hecho de que el sería mi profesor privado.

Adeline en multimedia c:

Mi profesor privadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora