Una mujer maravillosa.

77 8 0
                                    

Bufé mirando los documentos en la mesa frente a mi. El bolígrafo en mis dedos giró con lentitud esperando a que lo ocupara para firmar. Si yo aceptaba el contrato, tendría que irme. Y no la vería...

No dentro de meses. Posiblemente un año.

Y además, estaba mi iniciativa de la ONU. Tenía que firmar otro documento para acreditar que ya podía volver a estar activo.

Tenía muchas responsabilidades por las cuales tenía que ponerme el corriente.

El timbre de la puerta resonó en la sala. Sonreí mirando la hora en mi reloj y esperé a que apareciera.

En efecto, en menos de tres segundos, T/n salía corriendo de la cocina para ir a la puerta y saber quien era.

-¡¡VOY!! - su grito resonó por toda la casa haciéndome reír bajo-¡¡VOY, VOY, VOY!!

Sonreí con diversión viendo a T/n maldecir por lo bajo, metí las manos a las bolsas de mi pantalón esperando ansioso por que abriera la puerta.

-¡¡VOY!!

Vi como casi se estampaba con la puerta, se acomodó la falda del uniforme y puso una sonrisa amable en sus labios antes de abrir.

-Es muy ruidosa. -giré mi rostro a Ryan que bajaba las escaleras con una sonrisa divertida. -Creo que a parte de nana, le quita el trabajo a Armin.

Encaré una ceja cerrando la carpeta en la mesa.

-¿Contrato?

-No. -mentí -Son asuntos de la Universidad, tengo que ponerme al corriente antes de regresar, no puedo dejar que me patees el trasero. -sonreí.

-Siempre e sido mejor que tu en calculo. -se burló.

No se por que le había mentido a mi hermano, tal vez era porque sabia que si él se enteraba de que me iría por meses, le estaría dejando el camino libre para llamar de nueva cuenta la atención de T/n, y no quería eso.

-¡Que bonitas! -giré mi rostro de inmediato en su dirección queriendo saber su expresión. -¡Están preciosisimas!

T/n se acercó a nosotros con unas rosas rojas. Sonreí al ver esa hermosa sonrisa en sus labios.

-¿Admirador secreto?- dijo Ryan encarando una ceja.

-Si es asi te juro que vomito. -me miró de reojo. -Soledad me enseñó a no aceptar nada de desconocidos.

La vi dejar el arreglo de flores con cuidado sobre la mesa y después tomó el pequeño sobre entre las rosas. Mordí mi labio algo emocionado.

-"Te veo en todos mis planes, incluso en los que creí que nunca invitaría a alguien. Podría decirte tantas cosas, Bonita... Pero si te fijas en la forma en la que te miro, ya deberías saberlas todas. Y sin importar el dia, la hora, el lugar o el momento, yo estaré para ti cuando mas me necesites, en cada instante, así como tú estuviste para mi." Posdata: "Debo decirle que me ha embrujado en cuerpo y alma, y que la amo, la amo, la amo..."

Sus mejillas se pusieron rojas.

Levantó la mirada a mi dirección sonriendo de oreja a oreja, una de las primeras sonrisas que le había visto.

-Bueno... -dio Ryan -Todo esto de romanticismo me da arcadas, dime cuando descubras quien te las mandó. Yo iré a asaltar a la cocina y a hacer enojar un poco a Eren.

Lo miré por unos segundos. No era tonto, él ya sabia bien quien las había enviado, me dio una mirada algo extraña antes de irse. Miré de nuevo a T/n, tenia una sonrisa hermosa mientras seguía viendo la tarjeta en sus dedos.

Cuando seas mía. Tomar una decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora