Mi bella rosa de hielo ✔

🥀 5: Falsedad 🥀

MILO

El caballero de Virgo no respondió de inmediato mi pregunta y simplemente siguió vagando en sus pensamientos, lo que seguramente haría Shaka. Hasta que sus labios comenzaban a moverse para responder:

—No estaría muy seguro, Milo —dijo con una voz no muy convencida —. Sí me dices que esa chica fue enviada por Odín... ¿Qué haría un habitante de Asgard en Grecia? Teniendo en cuenta los distintos Dioses.

Él tenía razón.

Desde que ella llegó, estaba decidida a ser un caballero de Athena. Era muy extraño que ella, siendo de Asgard, haya decidio luchar por otro Dios. Durante el tiempo en la que ella ha estado aquí, la he ayudado yo con su entrenamiento. Y debo decir de que, nunca había visto a un principiante progresar tan rápido como ella lo hacía. Apenas han transcurrido cinco meses y su cosmos es aún más helado. No recordaba que Camus me haya dicho algo más acerca de ella, como que tuviese cosmos.

—¿Estás totalmente seguro de que Camus no te había dicho algo peculiar de ella? —Inquirió Shaka —Porque, sí es así, entonces... Tengo un mal presentimiento. Nadie puede dominar el cosmos de la noche a la mañana, incluso a mí me tomó tiempo.

—Eso lo sé, Shaka, pero... ¿Cómo que un mal presentimiento?

—Estoy seguro de que lo puedes sentir, ese mal presentimiento. Lo más seguro y es que, la que la envió no fue el mismo Odín, si no otro Dios.

Mis ojos de abrieron.

—¡Imposible, porque de ser así...!

—Puede que esté siendo manipulada, la verdad no lo sé aún. Solo podemos observar.

—¿Y si planea matar a Athena? —Dije —Tal parece que sí llega a ese grado yo... Me tendría que disculpar con Camus.

—Estoy seguro de que él lo entendería, por el momento sólo es una humana. No. Ahora mismo... La caballero de northern crown.

—Entiendo...

—Cualquier cosa, estámos los Caballeros dorados.

Asentí y sin más, avance hasta poder llegar a la penúltima casa del zodiaco, en donde la chica pelirroja estaba sentada allí mismo, en los escalones de la casa. Ella tenía una máscara de bronce que lograba cubrir su rostro por completo, claro. Fue un trato que ella había hecho, con el fin de renunciar a su feminidad. Aunque eso haya quedado en el pasado... Porque no le tomo la necesaria importancia y más que ya he visto su rostro. Además de que el difunto caballero de Acuario lo había descrito, tal cual.

—Milo —ella habló —, no esperaba verte ahora mismo.

Su voz era muy suave como para poder asimilar la frialdad de sus palabras.

—Solo quería pasar a saludar —me senté a su lado —. Aquí siempre hay frío. No entiendo como puedes estar aquí.

—Cierto, los escorpiones no soportan el frío.

Reí ante la ocurrencia de la chica, quien simplemente abrazó sus piernas.

—Escuché que Athena, ahora mismo estaba afrontando una batalla contra Poseidón.