Capítulo diez

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Andreas escuchaba con detenimiento las ideas que Shura le explicaba; aunque en el fondo detestaba que su hijo se prestara a esa gran mentira solo para hacer notar una bonita pareja frente a los medios cuando no hay ningún sentimiento de por medio

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Andreas escuchaba con detenimiento las ideas que Shura le explicaba; aunque en el fondo detestaba que su hijo se prestara a esa gran mentira solo para hacer notar una bonita pareja frente a los medios cuando no hay ningún sentimiento de por medio.

- Yo les juro que trataré a Camus como lo más sagrado que hay en esta vida - Habló el español llevándose su mano a su pecho justamente en el lado izquierdo para hacer notar su promesa frente a los que serían próximamente sus suegros.

- Claro que es lo más sagrado, es nuestro hijo - Añadió Andreas dedicándole una mirada de muerte al joven torero - Si me doy cuenta que si intentas pasarte de listo con Camus, ten por seguro que tomaré tu propio capote y te lo voy a meter hasta por...

Palabras que fueron interrumpidas por su mujer quien tomó la palabra antes de que Andreas diera una explicación con ejemplos que no iban al caso.

- Creo que el joven está dispuesto a cuidar de nuestro Camus, solo pido que nos den la oportunidad de saber todo lo que hace para estar más tranquilos.

Aioros miraba aquella escena mordiéndose el labio evitando soltar una carcajada ante la plática entre los padres de Camus y el español.
Ni siquiera con los padres de Afrodita se la pasó entre regaño tras regaño por parte de Minos y Albafica, aunque aquí la diferencia era que Camus a pesar de sus locuras es que sus padres realmente se preocupaban por el bienestar de su hijo.

- Solo pido estos seis meses, si mi fama sigue creciendo yo le daré una buena paga... Solo eso quiero y de ahí puede volver a tomar su vida y yo la mía - Agregó Shura intentando ganarse la confianza de los padres de Camus.

- Y a todo esto ¿Tu que piensas Camus? ¿Estas de acuerdo con esto? - Cuestionó su hermano Surt observando de reojo a su hermano, aunque la respuesta era demasiado obvia.

Camus quien seguía mirándose por medio de la cámara de su celular con ayuda de la parte frontal, no prestaba atención del todo pero simplemente asintió ante la cuestión de su hermano.
Lo que deseaba ya en esos momentos era conocer aquel contrato que Shura tenía listo para los dos.

Solo eran unos seis meses donde no faltará la diversión ¿Que más puede pasar? Todo con cuidado y con medida... Sería el mismo Camus que siempre ha sido y ya.

Surt se llevó una mano a su rostro al ver que su propio hermano, no se estaba tomando la situación con seriedad. Al menos de todo esto le resultaba un poco de tranquilidad, no tendría que estar lidiando con Camus y sus locuras.

- Está bien.

Para Andreas Rize esto fue una decisión precipitada, no tuvo alternativa más que aceptar esa alocada idea. Como último detalle Shura y Andreas estrecharon sus manos para terminar aquella plática.

Cuando los padres de Camus dieron por terminada esa charla, Aioros se ofreció a llevar a la familia de Camus a dar una vuelta por las tranquilas y apacibles calles de Madrid mientras que aquel adorable pelirrojo se quedaba con Shura para terminar ...

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Cuando los padres de Camus dieron por terminada esa charla, Aioros se ofreció a llevar a la familia de Camus a dar una vuelta por las tranquilas y apacibles calles de Madrid mientras que aquel adorable pelirrojo se quedaba con Shura para terminar de dar los detalles de su tan ansiado contrato.

- Ya que se fueron ¿Podemos conocer los puntos que deseas tratar?

- Más bien ya te urgía saber de esto - Le respondió Shura mostrándole los documentos que sostenía en la mano - Se colocaron los puntos que hablamos antes, así que descuida, el tiempo que estés a mi lado cuidare de ti.

El joven de cabellos escarlata tomó aquel papel entre sus manos y comenzó a leer todos los puntos que Shura había agregado, también venía aquel detalle donde Camus le mencionó sobre los celos.
Aunque al ver uno de los puntos importantes, de manera inmediata Camus replicó.

- ¿No me dejaras beber ni un poco? A mí me gusta el vino, mi familia me acostumbro.

- Puedo hacer una excepción con el vino, quizá una copa o dos pero no me pidas que te pueda dar la oportunidad de tomar otro tipo de bebidas alcohólicas por qué no lo permitiré. Mencione que te cuidaría y prefiero hacerlo de esa forma - Añadió Shura señalándole en el contrato la parte "No sé permitirá correr riesgos innecesarios"

- Creí que eras más divertido - Murmuró Camus sin dejar de mirar el documento.

- Camus, tu mejor que nadie se dió cuenta como me amenazó tu padre... Estamos en esto solo por un simple juego, no quiero decepcionar a tu familia, así que si estás acostumbrado a una alocada vida, será mejor que no hagas a un lado por qué no pienso lidiar con ese tipo de cosas en los medios.

El joven francés hizo una mueca de molestia, eso quería decir que tendría que decirle adiós a sus noches de fiesta donde se la vivía en los antros y con los amigos...
Claro si realmente podría decirles amigos ya que solo se acercaban a él cuando recibía el gasto que sus padres le daban cada inicio de mes para la escuela.

- ¿Y con que quieres empezar hoy? - Cuestionó Camus dejando aquellos documentos en la mesa.

- ¿Te gustaría salir a cenar? Solo que te anticipo que si nos ven tendrás que seguirme el juego para que vean que realmente somos una pareja y afirmar los rumores.

- No tengo que lidiar con tu prometido de la boda ¿Verdad?

Lo más preocupante de esto para el joven de cabellos escarlata era esa situación...
¿Cómo reaccionar ante la presencia de Afrodita?
Solo esperaba no encontrarlo nunca en su camino, mucho menos deseaba tener una pelea a muerte con él después de haber interrumpido una boda que no era.

- Cómo te lo mencioné, solo era por conveniencia, descuida... El no es problema; lo que si resulta ser un gran detalle será las fans que siempre me esperan a la salida de las corridas de toros.

- Lo más repugnante para mí es ver como matas a esos animales indefensos - Se quejó, cruzó los brazos molesto y miró al español con desdén.

- Pues lo siento señorito refinado pero es mi vida... Cuál llegaste arruinar por un capricho - Se defendió levantandóse de su asiento para seguir con aquella absurda pelea entre Camus y él.

- Si te la arruiné, pero estoy corrigiendo mi error a costa de mi privacidad, de mi persona y sobre todo haciendo a un lado mi orgullo por qué jamás me rebajaría a estar con un torero como tú.

- Ja - Shura hizo una mueca - Eso dices, ya veremos más adelante, ansío ver tu reacción primor... Dentro de todos mis defectos debes tener la certeza que te cuidare.

Sin mencionar otra palabra más, Shura tomó del mentón a Camus para obligarlo a mirarlo de frente y depositó un suave beso en la comisura de sus labios.

- Está noche nos vamos al restaurante que está en el centro de la ciudad y mañana sin falta te llevaré a la plaza comercial para que te pueda comprar todo lo que necesitas belleza.

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