Decisiones

649 60 11
                                    

El tiempo pasó, exactamente un mes y medio, tiempo en el cual Horacio se acercó mucho más a Alex a la cual en un punto le presento a Valentina haciendo que los tres se vuelvan muy cercanos y sus salidas sean bastante frecuentes, ambas chicas de ocuparon en este tiempo de asegurar el cuidado adecuado de Horacio, apoyándolo, acompañándolo a sus controles en el médico, ayudándolo a descubrir que comidas le seguían provocando náuseas para poder evitarlas por completo pero sin descuidar su alimentación; los pasteles de pollo se volvieron su comida preferida en este último tiempo ya que no le provocaba ningún malestar y son realmente deliciosos así que Alex se encargó de tener un pastel de pollo listo para él cada día.

Pero especialmente las chicas se encargaron de ayudarlo a ocultar su embarazo, al menos bajo los ojos de Viktor, lo cual les ha funcionado bastante bien ya que el alfa se ha encontrado bastante ocupado y apenas le dirige la palabra a Horacio para pedirle algún informe o encargarle un nuevo trabajo sin siquiera voltear a verlo.

-Es imposible que me acepten en otro trabajo estando embarazado. - soltó Horacio bastante frustrado frente a sus dos amigas.

Se encuentran los tres en una de sus salidas de la tarde en el mismo café que comenzaron a frecuentar luego de la primera charla con Alex, Horacio lleva varios días buscando un nuevo trabajo ya que está decidido a ocultarle su cachorro a Viktor y si sigue trabajando par él en los próximos meses va a ser imposible lograr su plan.

-Mira aún tienes unos meses antes de se empiece a notar el bulto en tu vientre y si él sigue tan distraído como para notar el olor del cachorro pues vas a pasar desapercibido y siempre puedes venir a vivir conmigo y de alguna forma nos arreglamos con el dinero. - le dijo Valentina tratando de tranquilizar a su amigo.

-O podrías decirle y así te evitarias todo esto de estarlo ocultando. - insistió Alex tratando de hacer que su amigo reconsidere su decisión.

-Es que no quiero pasar por eso, seguramente va a negar que es suyo y voy a terminar en el mismo lugar. - soltó con su voz quebrada gracias a las lágrimas que se empezaron a acumular en sus ojos y la fuerte presión que sintió en su garganta.

-Entiendo eso, y lo que dice valen es verdad, si llegas a necesitar salir del lugar donde vives por falta de dinero pues nosotras te vamos a ayudar siempre y ya que estás tan decidido a no decirle nada a Viktor pues entre los tres vamos a encontrar una solución a todo. - la Omega le tomo la mano sobre la mesa y le dedico una gran sonrisa tratando de transmitirle confianza.

-Gracias chicas, de verdad que no sé qué haría sin ustedes a mi lado. - contesto sonriendoles y sintiendo el gran amor que ambas le transmiten.

Al día siguiente Horacio llega un poco tarde a la oficina ya que se quedó dormido al haber pasado una mala noche por las náuseas incontrolables, llegó a su escritorio y comenzó a redactar un informe que debe entregar a Viktor para ese mismo día en la tarde pero su cansancio físico hace que sus ojos de cierren de a poco volviendo su trabajo bastante lento.

-Necesitad ayuda? Te ves demasiado cansado - escucha la voz de Alex junto a él encontrándose a si mismo casi dormido sobre su escritorio.

-Pase una noche terrible, las náuseas no me dejaron en paz por un largo rato - se enderezó en su silla - pero no te preocupes, puedo terminar esto yo mismo.

La mañana siguió igual, con él luchando contra su cansancio y sus incontrolables ganas de dormir al menos unos minutos, pero a pesar de su cansancio logra terminar el informe para antes del medio día, en la hora de almuerzo entra a la oficina vacía de Viktor y deja dicho informe sobre la mesa para al salir dirigirse a la cafetería y poder consumir algo antes de seguir con sus deberes.

Al terminar con su comida se dirige de nuevo a su escritorio pero al llegar nota que alguien está parado junto a este esperándolo, cuando se acerca reconoce allí a Viktor lo que lo hace asustarse un poco sin saber que hace allí parado. Se acerca en silencio y cuando el contrario lo nota le dedica una mirada fría y se gira.

-Horacio, a mi oficina ahora necesito hablar con usted - dice con voz seria y ruda haciendo temblar un poco el cuerpo del Omega.

Al pasar la puerta de la oficina de su jefe logra ver a este parado en frente suya con los brazos cruzados, los labios apretados formando una línea, su ceño fruncido y su mirada completamente sería que logra congelar a Horacio.

El alfa se acerca lentamente a su cuerpo sin quitar la mirada de enfado de su rostro, Horacio siente como su respiración empieza a ser irregular, siente como si las paredes de la oficina se estuviesen volviendo cada vez más pequeñas y siente como su cuerpo empieza a temblar bajo la mirada de Viktor, el alfa termina de acercarse llevando su rostro al cuello de Horacio justo a la fuente de su olor quedándose allí un momento olfateando sin llegar a tocar el cuerpo de Horacio.

Y es en el momento en que Viktor se aleja y su mirada pasa de enfado a sorpresa y en sus ojos destella una pequeña luz que no sabe descifrar a que se debe, en ese momento Horacio comprende que su plan se vino abajo, que Viktor de alguna manera se dió cuenta de su estado y lo llamo a su oficina solo para comprobarlo, el miedo lo invadió un poco más y lo atravesaron unas fuertes náuseas.

-Asi que es cierto - dijo volviendo a su mirada seria - ayer en una reunión con las personas del otro edificio alcance a escuchar el rumor de que mi asistente está embarazado. - Horacio solo se limitó a asentir dándole la razón - cuanto tienes?

-Casi dos meses - dijo en un susurro.

-Por que yo no lo sabía? - preguntó un poco más suave notando el miedo en los ojos del Omega.

-Es mi vida privada, no veo la razón de tener que decirle esto - contesto seco intentando ahuyentar el miedo. La oficina se inundó de un horrible silencio por varios minutos así que Horacio decidió que es hora de irse, pero al darse la vuelta y tomar el pomo de la puerta la voz de Viktor lo frenó.

-Es mío, no? - su voz no sonó enojada o con rechazo, más bien parecía que tenía un toque de miedo y esperanza.

-Creo que es bastante obvio Volkov, yo no acostumbro a frecuentar a diferentes alfas cada tres días. - y sin esperar una respuesta salió de la oficina.



Falling for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora