¿Miedo?

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Varios años atrás...
Un poco del pasado de Viktor

Era el primer año de universidad de Viktor, estaba feliz de por fin iniciar su carrera y estar un poco más cerca de lograr alcanzar el futuro que siempre soñó, su plan siempre estuvo claro: su meta más importante es casarse con una linda Omega y tener una familia con un par de cachorros corriendo por la casa, ese plan va de maravilla ya que cuenta con la compañía de Ana, una Omega rubia preciosa con la que ha tenido una relación bastante estable durante los últimos tres años, juntos comparten un apartamento y llevan hablando de incluir a un cachorro desde hace algunos meses.

Para su segundo año de universidad ya estaban empezando a perder la esperanza de tener un cachorro, sus múltiples intentos por embarazar a la Omega nunca resultaron y la frustración estaba comenzando a acabar con la relación, hasta que a mitad de año Ana comienza a tener los innegables síntomas de embarazo; Viktor estaba demasiado feliz, el brillo de sus ojos no podía ocultarse y una enorme sonrisa lo acompaña todo el tiempo.

Pero la vida no parecía querer que Viktor fuese feliz cuando en una tarde de agosto después de llegar de la universidad encuentra a Ana sentada en el sillón del living con su cara seria y una enorme maleta a su lado con lo que supone es ropa.

-Sientate Viktor hay algo de lo que tenemos que hablar - soltó apenas sintió su presencia pero no se atrevió a dirigirle la mirada.

-Pasa algo malo cariño? Para qué es la maleta? - le pregunto preocupado mientras se sentaba a su lado.

-Lo que te voy a decir es difícil así que préstame atención por favor - Viktor soltó un sonido afirmativo haciéndole saber que podía continuar -tu sabes que yo siempre he querido tener un cachorro y formar una familia, y sabes que todo el año pasado y simplemente no funcionaba, pensé que el problema era yo y que había algo mal en mi pero es evidente que no soy yo ya que bueno ahora estoy embarazada. - soltó una risa sin gracia y el silencio invadió la habitación unos minutos.

-Ana no entiendo a qué quieres llegar, de que hablas? - preguntó Viktor sintiendo sus manos temblar.

-El cachorro no es tuyo Viktor - y ahí su mundo se desplomó frente a sus ojos, si Ana continúo hablando él no puede decirlo ya que tras esas primeras palabras sus oídos se volvieron sordos y el mundo a su alrededor se desvaneció sintiéndose solo en un enorme vacío oscuro, para cuando volvió a la realidad se encontro con que Ana ya se había ido de su apartamento dejándolo ahí solo con su corazón vuelto pedazos.

Tiempo después se enteró de todo, Ana había estado frecuentando a otro alfa desde mediados del año pasado, gracias a eso de dió cuenta que Viktor no le podía ofrecer los hijos que ella tanto ha anhelado durante toda su vida y termino engañando al alfa con uno de sus compañeros de universidad; Viktor con el pasar de los meses cada vez se destruía un poco más, se sentía extremadamente culpable por todo lo que pasó ya que él parece haber sido el problema todo el tiempo, poco a poco destruyó ese sueño de tener una linda familia, cambio su forma de ser tan brillante y feliz por una bola de seriedad y amargura que lo llevo a estar solo y únicamente utilizar a las omegas para pasar el rato, no estaba dispuesto a volver a ilusionarse como lo hizo con Ana y creo grandes barreras a su alrededor.

De vuelta al presente

Viktor

La última vez que había visto a Horacio en los últimos dos meses estaba vomitando en el baño y por ningún motivo se me ocurrió pensar en que el Omega se encontraba embarazado así que lo deje pasar y con la gran cantidad de trabajo que he tenido no tuve tiempo de siquiera detenerme a notar los cambios visibles en Horacio; hasta que ayer en una reunión con los demás departamentos de la empresa se comenzó a hablar de un Omega embarazado en mis oficinas, no le tome importancia ya que lo que ellos hagan con su vida no es de interés mío pero el alfa a mi lado mencionó que el Omega embarazado es mi asistente y ahí empecé a prestar atención a la conversación.

Recordé la última vez de Horacio en mi casa y una pequeña alegría comenzó a invadirme junto a ese pensamiento pero recordé que era imposible, no hay manera en que yo haya podido dejar embarazado a Horacio en una sola vez que lo hicimos sin ningún cuidado, ahí me enfureció la idea de que otro alfa haya tocado a Horacio y ahora ambos estén esperando a ese cachorro, me prometí mantenerme al margen de la situación y simplemente olvidarlo para no hacerme ilusiones estúpidas.

Pero esa promesa quedó en el olvido esta mañana cuando vi a Horacio, llegó a su puesto de trabajo un poco más tarde de lo normal, note el cansancio en sus ojos y pude ver cómo toda la mañana luchó contra el sueño, me pareció un poco tierna la escena y ese sentimiento me hizo asustarme ya que hace bastante tiempo no siento ternura por un Omega, recordé los rumores y volví a sentir el enojo crecer dentro de mi, necesitaba apagar las dudas dentro de mi así que termine decidiendo confirmar los rumores e intentar averiguar si el cachorro es mío.

Cualquier duda desapareció cuando olfateé su cuello y sentí ese agradable pero sutil olor a coco, ahí lo supe, el cachorro dentro de Horacio es mío, no hay ninguna duda, la conexión es imposible de negar, sin embargo, pregunté para estar totalmente seguro y tras la confirmación de Horacio volví a sentir una pequeña felicidad en mi interior.

Ahora solo debo encontrar la forma de que Horacio me deje involucrarme ya que está claro que al no haberlo dicho en dos meses el ni siquiera esperaba que yo me enterará.


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Aquí la razón de por qué Viktor es una gonorrea aunque igual sigo queriendo pegarle con una silla.

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