Propuesta 2

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La tensión en la oficina pudo sentirse desde el día después de la charla entre Viktor y Horacio y continúo hasta una semana después de esta; el Omega apenas le dirigió la palabra a Viktor en esa semana, le estuvo evitando la mayor parte del tiempo que le fue posible y cada vez que Viktor le decía de ir a su oficina a hablar sin que tenga que ver el trabajo inmediatamente se negaba poniendo cualquier excusa; quería encontrar otro trabajo pronto para poder alejarse de Viktor y no tener nada más que ver con él.

Por otro lado, Viktor lejos de rendirse cada día pensaba en una forma distinta de lograr acercarse a Horacio para así poder discutir el tema del embarazo y mostrarle al omega su disposición para ser parte de la vida de ese cachorro; quiso invitarle en varias ocasiones a tomar un café para que pudieran hablar en un lugar fuera del ambiente laboral pero cada vez que lo intento recibió un "me siento mal, debo ir a casa" o el "estoy cansado y quiero ir a dormir" o la última respuesta que recibió que fue "no tengo nada que hablar contigo", verdaderamente le está costando volver a acercarse al Omega.

Cansado de los rechazos de Horacio, decide llamar su atención de una forma más expresiva para mostrarle su interés; exactamente a las 10:45 de la mañana del viernes llega a la oficina un repartidor buscando entre todos los presentes a Horacio Pérez, al escuchar su nombre H se levanta h se dirige al joven repartidor con la curiosidad reflejada en sus ojos; el chico le entrega una pequeña caja de color negro con algunos detalles en dorado que forman pequeñas rosas pintadas sobre la tapa de dicha caja, bastante intrigado agradece al joven y se dirige de nuevo a su escritorio para allí revelar el contenido de esa caja.

Al abrirla lo primero que encuentra es un lindo enterizo de bebé en color blanco con algunas mariposas azules pintadas, al verlo sonríe un poco ya que al ser tan reciente su embarazo ni siquiera había pensado en la ropa para el bebé, al volver a girar su vista a la caja encuentra una pequeña bolsa de color morado, la abre para revisar su contenido y en ella descubre dos brazaletes dorados cada uno con un pequeño dije de una flor en el centro, la diferencia de estos es que uno es grande como para el brazo de una persona adulta y el otro es bastante pequeño por lo que supone que la persona que lo envío pensó en él y en el bebé.

Por último, en el fondo de la caja había una carta la cual sacó y leyó rápidamente para descubrir quién fue la persona que le envío los regalos.

"Hola Horacio, espero que te hayan gustado los regalos, estoy intentando esforzarme en llamar tu atención para que hablemos, sé que cometí varios errores contigo antes y lo siento pero ahora realmente quiero involucrarme con el cachorro y ayudarte en todo el proceso del embarazo porque supongo que no debe ser fácil pasar por todo solo; por favor dame una oportunidad.
                                             Viktor"

El corazón de Horacio se ablando un poco pensó "tal vez es momento de escuchar que tiene para decir" pero recordó todo lo que pasó a su lado, recordó que Viktor lo único que hizo durante todo el tiempo que estuvo con él fue utilizarlo por lo que la idea de que seguramente Viktor busca algún beneficio propio a cambio de dejarlo involucrarse se instaló en su cabeza y fue imposible sacarla, así que se enojó, y su enojo lo llevo a levantarse de su escritorio e ir a la oficina de Viktor abriendo la puerta de un golpe llamando la atención sin importarle que el alfa se encontraba allí en una reunión con personas que ni siquiera sabe quiénes son.

-Me puedes explicar qué pretendes con todo esto? - dijo demostrando su enojo acercándose al escritorio del alfa sin prestar atención a los otros tres hombres que lo miraban fijamente bastante sorprendidos.

-Caballeros lamento esto, pero tendremos que dejar el resto de la reunión para mañana, debo atender a mi pareja ahora - dijo Viktor en su típico tono serio mirando a los tres hombres frente a él quienes solo asintieron y se levantaron para salir de su oficina.

Por fin ahí Horacio se percató de la presencia de los otros tres y se avergonzó un poco por haber interrumpido una reunión pero aún así intento no demostrarlo ya que su enojo es aún mayor.

-Por qué entras gritando así a mi oficina? - su voz se suavizó un poco pero aún cargaba con ese toque de seriedad y frialdad.

-Porque necesito que me dejes en paz Viktor, no sé para qué planeas usar a este cachorro ni en qué te beneficiaría pero no lo voy a permitir, no voy a dejar que utilices a mi hijo como lo hiciste conmigo así que por favor ya deja todo este tema porque yo no voy a involucrar a mi hijo contigo. - dejo salir todo su enojo tan rápido que apenas y se pudieron entender sus palabras.

-Horacio yo no planeó ningún beneficio propio ni planeó utilizar al cachorro, entiende que es mi hijo también y tengo derecho a involucrarme con él, yo lo único que quiero es estar ahí para él, y como también depende de ti pues quiero ayudarte a cuidarte porque quiero lo mejor para nuestro cachorro.

El enojo de Horacio se desvaneció al escuchar esas palabras y al ver directo a los ojos del alfa quienes tenían ese brillo de felicidad que logro ver el día que le confirmó que estaba esperando un cachorro de él, pero no puede saber si las palabras de Viktor son completamente honestas, todo lo que él hizo en el pasado hace imposible que el Omega confíe en el ciegamente pero tal vez podría darle una oportunidad de demostrarle que todo el verdad.

-Bien, te voy a dar una oportunidad Viktor, pero a la primera que vea que tus intensiones no son buenas te alejas de mi y me dejas en paz. - a Viktor se le escapó una pequeña sonrisa tras oír las palabras de Horacio.

-Me parece bien, entonces podrías volver a vivir en mi casa así puedo estar seguro de que está todo bien.

-No - dijo bastante serio - yo voy a seguir viviendo en mi apartamento, tú te darás cuenta que está todo bien en los controles del cachorro a los que me vas a tener que acompañar ya que quieres involucrarte tanto.

Discutieron un poco el tema de que Horacio vuelva a la casa de Viktor pero el Omega es bastante terco y no piensa aceptar volver a esa horrible mansión donde solo tiene recuerdos malos, así que después de unos minutos logró convencer al alfa de quedarse solo en su apartamento como ha venido haciendo, aunque tuvo que aceptar tener una visita del alfa por lo menos una vez a la semana.

Falling for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora