— ¿Hoy no está Eddie? — preguntó algo decepcionado el mayor mientras entraba en la casa y se sentaba en la mesa del salón donde ya estaba preparado el juego de la oca.
— Nop. Y no creo que vuelva pronto — comentó el rubio de gorra luego de cerrar la puerta y ir a sentarse frente al castaño.
— ¿Está con la banda?
El niño asintió — Lleva cancelándoles los ensayos desde hace dos semanas así que hoy volverá demasiado tarde para poder recuperar el tiempo perdido — explicó el menor mientras tiraba los dados y movía su ficha.
¿Por qué Eddie les habría cancelado los ensayos? En esas dos semanas el de larga melena no tenía nada más importante que hacer además de quedarse tirado en la cama y...y estar con él.
¿Había cancelado los ensayos por él? Quizás...a Munson le gustaba estar con él y se quedaba en la casa.
Movió la cabeza para sacarse esos pensamientos. Eddie no haría algo así. Steve no era tan importante como para cancelar sus ensayos por él. Seguramente lo hacía para ver cómo cuidaba a su primo y al haber comprobado que hacía un buen trabajo, decidió seguir con su vida.Ese pensamiento entristeció al castaño. Si solo lo volvería a ver en horario escolar no tendrían oportunidad para hablar. Él siempre estaba con Nancy y aquellos idiotas y Munson estaba con su grupo. No tenían tiempo para estar a solas. Las tardes en casa de los Henderson era el único rato en el que podían estar juntos, con Dustin, pero juntos.
Y esa clase de pensamientos se hicieron presentes durante las siguientes cuatro tardes, donde en ningún momento vió ni un pelo de Eddie. Por lo menos disfrutaba el rato jugando y charlando con el menor.
Sin embargo, en el quinto día, Dustin tuvo que irse a dormir antes para a la mañana siguiente poder estudiar un poco para un examen y Harrington se quedó "solo" en la casa. Eran aproximadamente las nueve de la noche y no tenía nada más que hacer. Iba a volver a su casa, pero algo se le vino a la mente y fue, lo más sigiloso que pudo para no de despertar al niño, hasta la habitación de Munson. Abrió la puerta encontrándose un cuchitril. "Era de esperar viniendo de Eddie", pensó divertido. Había ropa tirada por el suelo, papeles, las cama estaba desordenada... Un completo caos.
Se sentó en la cama y observó todo a su alrededor sin perder detalle alguno. La última vez que entró en ese cuarto fue días atrás cuando los tres se pusieron a jugar a pillar. No le dió tiempo a parase a mirar detenidamente el lugar. Y tampoco pudo cuando estuvo con Eddie en su pequeño concierto pues solo se centraba en verlo a él.
Habían posters de bandas y gente que no conocía pero tenían un estilo muy "a lo Eddie" se decía a él mismo.De reojo pudo percibir un pequeño papel sobresalir bajo la almohada. Estiró uno de sus brazos y lo agarró. Estaba doblado y habían pequeños dibujos de rayos, cosa que al castaño se le hizo tierno. Desdobló el papel y encontró una de las miles partituras que había en esa habitación. Sin embargo, el título llamó su atención.
— Chico perfecto — leyó en un susurro.
Observó otro papel con partituras a un lado suyo y comparó las notas. Una era con símbolos demasiado juntos, la hoja estaba repleta de tachones bruscos y llena de arrugas. En cambio, la otra tenía un aspecto más...armonioso. La hoja estaba tratada con más cuidado, estaba impecable quitando el hecho de tener la forma en la que anteriormente estaba doblada.
Steve pasó suavemente el pulgar por la hoja intentando leer aquellas notas, sin lograr absolutamente nada. Volvió a mirar el título y pensó en quién podía estar basada la canción. Tenía claro que la había compuesto el mismísimo Eddie pero la persona para quién estaba dirigida... Frunció el ceño. No sabía por qué le importaba tanto aquella incógnita.
Escuchó un auto aparcar fuera de la casa, vió que era la señora de rulos y suspiró aliviado. Salió de la habitación sin haberse percatado de que había metido el papel en su bolsillo, atravesó el pasillo, salió, se despidió de la señora una vez esta le dió su paga, se subió a su propio auto y se marchó a su casa. Una vez allí, bajó de su transporte, y al meter las manos en los bolsillos de su chaqueta para buscar sus llaves, notó el papel.
— Mierda — maldició por lo bajo.
— Que gustazo — dijo el de larga melena una vez llegó a su casa y se lanzó a su cama dispuesto a descansar luego de un largo día.
Al día siguiente empezaba el fin de semana y tendría que seguir ensayando. Debía aprovechar todo el tiempo que pudiera para practicar con la banda y luego volverse a hacer un maratón de Steve Harrington.
Levantó la cabeza y observó su querida guitarra con una sonrisa para después meter la mano bajo la almohada buscando algo que no estaba.
Sus ojos se abrieron como platos, aterrado, y se levantó bruscamente comenzando a mover todo lo que había en el cuarto desesperadamente, buscando aquel dichoso papel. Si su tía o su primo lo habían encontrado estaba en problemas. Ya era bastante con que los del instituto se rieran de él llamándolo marica para que su familia se decepcionara con él por esto al haberle escrito una canción cursi y pop a un chico.Rendido, al no encontrar rastro del dichoso papel, se tumbó nuevamente en su cama con las manos en la cara. ¿Que había pasado con su canción? ¿La habría robado alguien? ¿Su tía la habría tirado para limpiar la habitación? ¿Estaba desaparecida por el mundo y no la volvería a ver? ¿No se la podría enseñar a Harrington?
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BABYSITTER [Steddie]
Fanfiction¿Puede un chico popular con complejos enamorarse de un metalero? Eso se preguntaba Eddie cada vez que veía al chico que le gustaba. ¿Que pasará cuando Munson descubra que Harrington es el niñero de su primo? Donde Eddie es primo de Dustin, vive con...