BABYSITTER [Steddie]

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La rubia avanzaba con pasos pesados hacia cierta pelirroja. Robin aún tenía en sus manos su algodón de azúcar azul y por poco se le caía por haber tropezado con una piedra. Miró hacia atrás para comprobar que sus amigos no la hubieran visto y que se pudieran burlar más tarde y los vió alejarse.
Suspiró aliviada.

- Hola, Robin - saludó alguien a sus espaldas sobresaltándola.

Volteó y se encontró de frente con la de ojos cual el mismo mar. Sus piernas comenzaron a fallar por los nervios.

- ¿Que hace un lugar como tú en una chica como esta? - preguntó intentando parecer seductora sin lograr nada más que una leve risa de la otra - Ho.hola Vickie - finalmente saludó acompañada de un gesto con su mano libre.

- Tiene buena pinta - dijo refiriéndose al dulce - ¿Puedo? - la rubia procesó sus palabras y asintió. La otra agarró un pedazo y se lo llevó a la boca - Mmmm. Está bueno. Es decir, es todo azúcar pero el azúcar sabe bien.

- Mineras no seas diabética todo bien - intentó bromear la más alta y ambas formaron unas sonrisas que demostraban algo de incomodidad.

¿Por qué había dicho eso? Normalmente se le ocurren bromas graciosas pero eso había sido horrible. Como deseaba tener a Steve o a Eddie para que le intentarán salvar de aquella situación.

- No esperaba encontrarte aquí - intentó cambiar de tema. Su frente comenzaba a sudar.

- Bueno, es la única feria del pueblo. Digo yo que nos habríamos encontrado en algún momento. O eso esperaba. ¡No! ¡Espera! No es que esperaba encontrarte. Bueno, si. Osea, me caes bien desde que entraste a la banda y ¡quiero ser tu amiga! - comenzó a divagar la pelirroja.

Ambas estaban hechas un manojo de nervios. Eran como dos ramas finas de árbol que temblaban por el fresco aire de la noche. Dos ramas todas rojas de la vergüenza que estaban sintiendo por interactuar con la otra.

- O.oye...¿no has venido con tu novio? - preguntó la rubia.

Era una pregunta que se había hecho nada más verla a la lejanía.

- Oh, no. Le dejé hace un buen tiempo - explicó mientras se rascaba la nunca algo nerviosa - ¿Y tu? ¿No has venido con el tuyo? Os he visto cuando entrábais al recinto de la feria. Ibais con Munson. Es decir, no es que te estuviera buscando o algo por el estilo. Ha sido solo una coincidencia.

Robin lo pensó un poco. ¿Su novio? Ella no tenía novio y nunca lo tendría. Sin embargo, algo le hizo "click" en la cabeza.

- ¿Steve? - la otra asintió.

- Siempre os veo juntos.

- No. No, no y mil veces no, por dios. ¡Somos como hermanos de otra madre! - comentó ya sin casi ningún ápice de nervios haciendo reír a la otra.