Lo hicieron.
Lo hicieron hasta que sus cuerpos se entumecieron y no pudieron más.
No midieron el tiempo, eso poco les importó.
Sus ropas estaban esparcidas por toda la habitación de Kojiro y sus respiraciones agitadas.
—¿Quieres agua? —ofreció Kojiro mientras se incorporaba.
Kaoru iba a responder, mas no pudo hacerlo al darse cuenta de cómo había quedado la espalda de Kojiro.
Joder... En verdad lo habían hecho... Lo habían hecho y Kaoru aún estaba asimilándolo.
—¿Cherry?
No se arrepentía de nada.
Lo había disfrutado.
Se había sentido bien.
MUY bien.
—S-Sí... Agua está bien.
—Oye... —se sobó la nuca —...Lo de recién...
—Me gustó —Kaoru sonrió con suavidad y sin algún arrepentimiento —No tienes que preocuparte de nada, grandulón. No soy una mujer para que te preocupes.
—Que no seas una mujer no significa que no sientas —Kojiro se sentó a su lado —¿De verdad estás bien? —acarició suavemente su mejilla.
Kaoru se sonrojó y sostuvo su mano.
—S-Sí, estoy bien. Se sintió muy... bien, grandulón.
—Lamento no haber tenido lubricante, pensé que me sobraba un poco, pero solo tenía un par de condones.
—Bueno... tus dedos tampoco estuvieron mal. ¡Y ni se diga de tu amigo de abajo! ¡Ese si que se mueve bien!
Ambos soltaron una risita y después se observaron fijamente.
La mirada de Kaoru flaqueó brevemente, pero se enderezó.
—Grandulón... y-yo de verdad lo lamento... No me comporté de la mejor forma contigo.
—Cherry...
—Sé que acabamos de hacerlo, y de verdad me gustó, pero... —mordió su labio —...Pero aún no sé si las cosas entre nosotros han vuelto a ser como antes... C-Crees... ¿Crees poder perdonarme y ser mi guardaespaldas de nuevo?
—Bueno... yo... —suspiró —¿Estás seguro sobre ello? ¿De verdad deseas que vuelva a ser tu guardaespaldas?
—¡Por supuesto que sí! —Kaoru lo tomó de ambas manos; la seguridad en sus ojos era innegable —Tú eres perfecto para cuidar de mí, grandulón. No eres como esos otros sujetos. Ahora lo sé con seguridad.
—Pero... lo hicimos... Lo hicimos y nos besamos. Y yo no creo que... —Kaoru lo calló con un pequeño beso —C-Cherry...
Kaoru estaba sonrojado, pero lleno de determinación y seguridad.
—Podemos besarnos y seguir haciéndolo. Podemos hacerlo y nada de eso cambiará con el hecho de que eres mi guardaespaldas.
—No creo que sea correcto.
—¡Oh, vamos! No es como si te estuviera pidiendo que fueras mi novio o algo por el estilo. Solo es sexo y ya. Solo somos dos personas que se tienen ganas y que quieren explorar el cuerpo del otro.
—¿S-Solo sexo?
—Así es, solo sexo.
Kaoru desearía decir que no lo era, que no era simplemente sexo y que quería que fuera algo más.
Sin embargo, aún se sentía muy extraño con todo lo que estaba sintiendo, con todo lo que su corazón estaba experimentando...
Kojiro, a pesar de ser grande y musculoso, era muy tierno, atento, dulce y amable.
Parecía uno de esos ositos de peluche gigante que toda adolescente tenía en su habitación.
Y cuando lo hicieron, cuando se besaron y se tocaron, Kaoru se sintió en el maldito paraíso.
Se sintió levitando...
Nunca había tenido sexo con alguien. Nunca le había interesado ni llamado la atención. Mucho menos cuando sus otros guardasespaldas quisieron seducirlo para que se acostara con ellos.
Y ni se diga de aquella vez cuando fue a una de las fiestas de Adam. Aquella en donde un tipo, en un notable estado de ebriedad, quiso sobrepasarse con él.
No eran buenos recuerdos.
No lo eran en lo más mínimo.
Pero... Kojiro era diferente.
Era diferente y confiaba en él.
—Entonces... ¿seremos amigos con derechos? —preguntó Kojiro mientras analizaba toda la situación.
—Sí, podría decirse que sí.
—¿Y pondrás más reglas, o...
—No, ya no lo haré. Desde este momento anulo esas reglas.
—¿Estás seguro?
—S-Sí —se aclaró la garganta —Estoy seguro.
Las reglas que había puesto eran para controlarlo más que todo, para que no lo desobedeciera y pudiera estar seguro de que no sucedería nada.
Pero... lo hicieron. Ya tuvieron sexo y Kaoru quería repetirlo.
Las reglas ya no valían nada para él. Ya no eran necesarias.
—Pero ¿y tu padre? ¿qué pasará si él se entera de que me estoy acostando con su hijo?
—Mi padre no tiene que saberlo. No tiene que saberlo porque será un secreto. Además, tendrás sexo conmigo, no con él.
Kojiro hizo una pequeña mueca, y Kaoru no pudo evitar reírse.
—Oh, grandulón... de verdad eres encantador —Kaoru tocó su pecho y lo acarició. Era tan suave y cálido... Quería acostarse y dormir para siempre sobre el.
—C-Cherry... —Las manos de Kojiro temblaron, pero se arriesgaron a sujetar y acariciar la cintura del otro. Su piel era muy suave y tersa...
Él también estaba tratando de asimilar todo lo que había sucedido. Seguía siendo tan irreal... tan mágico...
—Y-Yo de verdad lo siento mucho... —Kaoru se acomodó sin pudor alguno en su pecho, cerrando lentamente sus ojos.
Estaba agotado, y Kojiro no dudó en acomodarlo en su cama; recostándose junto a él.
Al final, Kaoru terminó quedándose dormido, y Kojiro se quedó despierto observándolo.
—Eres tan hermoso... —susurró mientras acariciaba con sus nudillos su mejilla —Eres tan hermoso que hasta la misma Afrodita debe tenerte envidia por opacar su belleza.
Kojiro siguió contemplándolo y admirándolo.
Habían sucedido tantas cosas; todas tan confusas y desconcertantes.
No obstante, estaba contento.
Podían decirle masoquista e idiota por querer volver a su lado. Por aceptar tener sexo con el de cabellos rosados y mantenerlo oculto de su padre.
Pero no le importaba.
No cuando podía sumergirse y adentrarse en él sin barreras de por medio.
—Me gustaría saber más sobre ti, K-Kaoru... —susurró todavía más suave —Me gustaría ser alguien especial e importante para ti...
Continuará...
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The bodyguard and the pink rich boy
FanficY entonces Kojiro, al escucharlo decir esas palabras, sintió cómo todas sus preocupaciones se resolvían de la manera más fácil y poco convencional de todas. Sin duda se había ganado la lotería. Sus buenas acciones por fin estaban siendo recompensad...