"What Once Was Mine" Miraculous Ladybug: Collab Con AriBongiovi ||+18||

Some Time Ago II

Some Time Ago Part II

Las últimas horas de la noche avanzaban con lentitud para la azabache y el par de cómplices rubios.

Primeramente la mortal, aún dormía en brazos de la rubia y el rubio aún dormitaba a un lado de ella, mientras pensaba en todo lo que había ocurrido.

En lo que pensaban hacerle, y en ese algo que lo detuvo.

Cuando se le cayó el antifaz del rostro, y quedó hipnotizado ante tal belleza que por eso no tuvo el valor de matarla. Sin mencionar que su corazón se acelera con su cercanía y de sólo pensar que hubiesen acabado con ella.

No habría podido soportarlo, no cuando parece ser que ha encontrado su razón de vivir, después de mucho tiempo de vacío.

—No fui capaz de terminar con ella, fui débil ante tal encanto que posee esta hermosa mujer.

Se dijo a sí mismo, sin dejar de mirarla con una sonrisa en su rostro, simplemente ella no merecía morir en manos de ellos.

Fue ahí cuando la rubia se removió en el lecho y poco a poco abría los ojos.
Notando que aún sostenía a la azabache entre sus brazos. Algo que la hizo abrir sus ojos desconcertada ante lo que veía, no podía creer que la chica seguía con vida y no se siguió ese ritual, pero fue orden del monarca.

Y ahora tendrán que esperar hasta la próxima luna de sangre. Un mes más. Algo que le molestaba de forma evidente pero no podía contradecir a su monarca de ninguna manera.

—¿Como es que dejamos que esto ocurriera? — le preguntó mientras por fin la soltó

— Chat Noir ¿Por qué no tuvo el mismo destino que las demás víctimas?— cuestionó con clara molestia mirando al rubio

—Ni yo mismo lo sé Queen Bee, ahora no sé que haremos con ella... lo único es que podemos limpiarla y dejarla ir, haz que se despierte y yo iré a preparar el baño.

Dicho esto, el rubio se levantó y se dirigió hacia el sitio mencionado. Sólo para que después la rubia empezara a hacer sus intentos por despertar a la azabache.

—Despierta, ya casi es hora de que te vayas

Pedía la rubia mientras la iba moviendo y la azabache poco a poco empezó a abrir sus ojos.

Aún era un poco de noche pero era la oportunidad perfecta para regresar a su casa sin que sus padres se dieran cuenta de su ausencia de lo contrario estaría en graves problemas.

En ese momento fue abriendo sus ojos, sólo para ver qué se encontraba en brazos de otra mujer lo que la desconcertó completamente. Pero, luego recordó lo que ocurrió hace unas horas, y no podía creerlo.

¿Cómo fue capaz de dejarse llevar por esa pasión y no hacer nada para detenerla? ¿Cómo pudo perder el control de esa manera?

Experimentó muchas cosas al lado de ella eso no lo podía negar pero aún así no estuvo bien, tiene que irse lo antes posible, si no quiere que la castiguen.

— Me tengo que ir — dijo la azabache mientras se incorporaba con la intención de irse.

—Aún no puedes irte, no a menos que quieras que tus padres te castiguen por haberte escapado— exclamó la rubia mirándola fijamente — Además aún es de noche, es peligroso que te puedas ir.

Mientras hablaba, acariciaba su mejilla levemente haciendo que la azabache sintiera un leve cosquilleo. Y por mero impulso, fue que se acercó con la intención de besarla.

Y al ver que la rubia no se alejaba, fue ella la que tomó la iniciativa y acercó su rostro al de ella con la intención de besarla, algo que la sorprendió a ella pero no fue impedimento para que lo hiciera.