"What Once Was Mine" Miraculous Ladybug: Collab Con AriBongiovi ||+18||

X: Feline Lover II.

Feline Lover II.

Una vez que la reina se queda sola, encuentra por fin una gargantilla dorada, decorada con rubíes.

— Perfecta — sonríe, seguido se la coloca en el cuello, sin borrar su sonrisa.

Ahora se coloca en posición de felina dispuesta a esperar a su esposo. Piensa hacer todo con tal de hacerlo feliz.

Abandonarlo no está entre sus planes.

Los minutos pasan y ella sigue esperando por él pero también. Piensa en lo que mencionó durante la noche. Agradecerle personalmente a la rubia aunque él dijo que no era necesario. Pero un deseo recorre a la pelinegra por tener a la rubia para ella.

Por ello se levanta del suelo, y toma su bata negra con transparencias tipo Borgoña con plumas. Se la pone y tras ajustar su máscara sale de la habitación en busca de la rubia.

Que ahora mismo se encuentra en su habitación. Peinando su cabello de forma delicada, al igual que los vampiros. No sé refleja en los espejos.

Pero ha tenido muchos años de experiencia para conocer su cuerpo perfectamente por lo que no le toma la mayor importancia.

Una vez que termina se levanta, y se dirige a su cama, cuando en ese momento escucha que tocan la puerta, algo que la hace fruncir el ceño pero no duda en ir a abrir.

Pero para su sorpresa al abrir la puerta ve que es la reina. Enmascarada y vestida con solo su bata.

—¿Puedo pasar Queen Bee?

En respuesta la rubia asiente y le cede el paso, aún sin poder creer que la esposa de su líder esté en su habitación

—¿Qué necesitas Lady Noire? — pregunta la rubia mientras se acerca a ella después de cerrar la puerta

— A ti Queen Bee.

— ¿A mí? — la rubia no esperó tal respuesta de parte de la pelinegra — ¿Se puede saber por qué?

En eso, la reina no emite palabra, solo anula la distancia con un paso. Haciendo que ella se sorprenda. Pero no dice nada debido a que es tomada por la mejilla y siente como ella comienza a acariciarla de la mejilla.

— Lady Noire... Esto... ¿Qué estás haciendo?

— Sólo no digas nada... que mi esposo no se entere.

Sin dejarle derecho a réplica. La felina estampa sus labios con los de ella, que abre los ojos en grande ante ese acto, tenía entendido que la última vez había sido la última. No esperó eso, intenta hacer un esfuerzo por apartarla.

— Lady Noire esto no está bien...— le susurra contra sus labios, tratando de apartarse.

— Yo no te he ordenado que te apartes Queen Bee, soy tu reina y es tu obligación obedecerme, hacer lo que te pida... y si te ordeno que me beses lo debes hacer.

La rubia ante eso dicho, se sorprende de nuevo. Pero antes de que diga otra cosa, la pelinegra habla otra vez

— Bésame Queen Bee, bien sabes que quieres hacerlo, nadie se resiste a mi encanto — habla mientras se le acerca para que sus labios se rocen

La rubia hace un esfuerzo sobrehumano por controlarse pero parece ser inútil, efectivamente nadie se resiste ante ella.

—Bésame Lady Noire — la rubia cede ante el encanto de la reina — Bésame como la primera vez

— Fuiste tu quien me besó la primera vez — recuerda ella —, pero ahora yo soy la que da las órdenes... así que te ordeno que me beses preciosa.