¹ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐓𝐘 𝐍𝐄𝐓 | ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗ ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

ℭᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ
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CANCIONES: dont be sad - tate mcrae

❀ '₊˚.༄ ೃ

STELLA Y LOS CHICOS LLEGARON A SU HABITACIÓN DESPUÉS DE UNA HORA, donde el resto del grupo estaba esperando. Stella sacó su paquete de cigarrillos antes de sentarse en el único asiento disponible en los pequeños sofás, el que estaba al lado de Theodore.

La morena se sentó y tomó el vaso que Matteo ya le había entregado. Le dio las gracias antes de bebérselo de un trago. El alcohol era una forma en la que Stella se podía relajar y lo había sido durante un año. Bebía para olvidar su vida, que describía como patética cuando estaba con sus padres, y Stella esperaba que eso cambiara.

—Entonces Stella, para tranquilizar a los chicos, ¿tienes a alguien?—preguntó Pansy mientras se servía un vaso de refresco.

La nueva chica estaba a punto de abrir la boca antes de ser cortada por Enzo, que estaba sacando un cigarrillo del paquete de Stella.

—No tiene a nadie pero no está interesada, ¿qué opinan ustedes?—Preguntó con sarcasmo.—Ya lo he intentado.

—Enzo, la próxima vez que hables por ella te mataré, pequeño imbécil—.gruñó Pansy, dándole un golpe en la nuca.

Enzo estaba a punto de replicar, pero la puerta del dormitorio se abrió y Hannah se estremeció al ver a Stella de pie junto a Theodore.

—Oh, no—,jadeó Stella, poniendo los ojos en blanco.

Astoria le devolvió la mirada con una leve risa, al igual que Theodore, que sonreía ligeramente.

—Hannah—,dijo Matteo con un suspiro.—¿Qué haces aquí?

—Esta es mi habitación, por cierto—.Dijo, poniendo los ojos en blanco.—Además, vine a buscar a Theodore para...—Hannah se detuvo un momento para mirar a Stella, que estaba sentada al lado del apuesto moreno.—¿Qué demonios hace ella aquí?

Stella le devolvió la mirada mientras oía a Blaise y a Draco reírse suavemente ante la cara de tensión de la chica nueva.

—Esta es mi habitación también por lo que sé.

Hannah miró a Stella con una mirada tan negra como la oscuridad. Astoria se acercó a Stella para darle un golpe en las costillas y captar su intención.

—A ti también no te gusta, ¿verdad?—Le preguntó con una sonrisa.

—Apenas hablamos con Theodore, creo, y cuando se fue, ella entró en un ataque de celos.

Astoria dejó escapar una pequeña risa antes de negar con la cabeza. Stella sabía que la conocía bien. La chica nueva se giró hacia Astoria poniendo los ojos en blanco, y Stella se pasó la mitad de la noche hablando con Astoria.

⚯͛

—Voy a fumar—,susurró Stella a su compañera de piso.

GreenGrass asintió y se giró hacia Blaise y Draco, que cantaban a pleno pulmón una canción que sonaba en la radio.

Granger se rió al ver que Blaise se tambaleaba ligeramente con el rubio. La velada iba muy bien por el momento, Hannah se había ido después de lanzar un pequeño ataque de celos a Theodore que estaba sentado al lado de Stella.

Cuando la morena llegó a su ventana, sacó un cigarrillo y empezó a fumarlo lentamente. Su consumo de cigarrillos era cada vez peor. Aunque había pensado en dejarlo, Stella no podía dejar la actividad. Le encantaba sentir el humo llenando sus pulmones.

—¿Tienes fuego?—preguntó una voz grave junto a Stella.

La morena sacó un mechero de su bolsillo y se lo entregó al mago que tenía delante. Nott encendió su cigarrillo antes de devolvérselo.

—Siento lo de Hannah antes—,dijo Theodore en voz baja, escupiendo el humo.

—Está realmente obsesionada contigo, es realmente aterrador—.Granger se rió ligeramente mientras daba otra calada a su cigarrillo.

El moreno se encogió de hombros y sonrió suavemente mientras miraba el paisaje por la ventana. Stella cerró los ojos durante unos instantes para disfrutar del momento de tranquilidad.

—¿Te sientes bien aquí?—preguntó Theodore de repente, escupiendo el humo.

—¿Por qué crees que no me sentiré bien?

La nueva chica vio que el moreno se encogía de hombros mientras daba otra calada a su cigarrillo. Stella frunció el ceño mientras apartaba el cigarrillo de sus labios.

—¿No se supone que íbamos a ir al Lago Negro?

—Sólo tenemos que subir a Draco y a Blaise a los hombros y podremos irnos.

Granger sonrió, sacudió la cabeza y se acercó al cenicero para apagar el cigarrillo. La morena soltó una leve carcajada al ver que Astoria y Pansy intentaban levantar a Blaise y Draco del sofá.

⚯͛

—¿Tienes frío?—preguntó Enzo al ver que Stella rechinaba los dientes.—Has estado temblando desde antes.

—Tengo frío y necesito un cigarrillo.

El moreno se rió y colocó su brazo izquierdo alrededor del cuello de Granger para intentar calentarla. Stella estaba pasando una velada bastante buena con los magos de su casa, la nueva chica encontraba muy divertidos tanto a los chicos como a las chicas.

—Maldita sea, suenas como Theodore, todavía necesitas un cigarrillo—.Berkshire se rió ligeramente.—¿Qué es esa manía de querer fumar cada hora?

—No todas las horas—,respondió Stella, sacudiendo la cabeza.—Es que llevo un año fumando y, aunque he intentado dejarlo, no puedo. Fumo cuando me apetece.

Enzo asintió lentamente antes de rodear a la morena con su brazo. Caminó un poco más rápido, viendo que el resto del grupo ya estaba sentado junto al Lago Negro.

La noche iba bien para Stella, pero un mal presentimiento rondaba su cabeza. Nunca en su vida un grupo la había integrado tan rápidamente, lo que intrigaba a la joven bruja.

Stella, sin querer estropear su velada, ignoró el mal presentimiento y se unió a los demás magos de su casa.

—¿Vamos a nadar en el lago?—preguntó Draco, sonriendo como un niño.

—No lo soporto más—,susurró Astoria, poniendo los ojos en blanco.

El rubio envió a Astoria una sonrisa socarrona, antes de levantarse y comenzar a desvestirse. GreenGrass, sentada junto a Stella, arrugó la frente y abrió los ojos al verlo saltar a su gusto en el lago.

Era sólo cuestión de tiempo para que los chicos lo siguieran. Matteo, que seguía de pie junto a Stella, empezó a recoger su paquete de cigarrillos y lo tiró al suelo.

—¿Qué estás haciendo Matteo?—preguntó Stella mientras terminaba su vaso de jugo de calabaza.

—Vas a acabar en el agua de todas formas, así que más vale que lo hagas ahora—,dijo después de unos segundos de quedarse en blanco.

Stella no tuvo tiempo de escapar, ya que quedóatrapada en los brazos de Matteo, quien la arrojó al lago unos segundosdespués.