¹ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐓𝐘 𝐍𝐄𝐓 | ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗ ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐍𝐂𝐄

ℭᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ǫᴜɪɴᴄᴇ
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❀ '₊˚.༄ ೃ

—¿SABES QUE NO ERES DISCRETO Y QUE TUS AMIGOS NO PUEDEN GUARDAR UN SECRETO?—preguntó Stella al entrar en la habitación de Theodore.

Stella había llegado a la habitación del moreno con innumerables libros en las manos. Theodore arrugó la frente y escupió el humo antes de apagar el cigarrillo.

—¿Qué pasa?

—Las chicas están planeando llevarme a París después del fin de semana en las montañas. ¿Y aparentemente también estás planeando llevarme a algún lugar para la víspera de Año Nuevo?

Stella sonrió al ver que las mejillas de su amigo se ponían rojas como un tomate.

—Los... los chicos no pudieron mantener la boca cerrada, ¿verdad?—le preguntó Theodore sonrojándose aún más.

—Eres adorable Theodore—.Stella se rió, sacudiendo la cabeza.

Nott puso los ojos en blanco antes de tomar otro cigarrillo y fumarlo. Stella se acercó a su amigo y sacó uno de sus mecheros del bolsillo. Tomando el encendedor en la mano, Granger se acercó a Theodore para encender el cigarrillo. Cuando la joven morena acercó el mechero a los labios de Theodore, éste miró a Stella con fijeza.

Stella sonrió suavemente mientras miraba directamente a los ojos de Nott. Este último sonrió con picardía antes de sacudir lentamente su rostro de izquierda a derecha.

—Estás mejor desde la fiesta de hace tres días, ¿no?—preguntó, dando una calada a su cigarrillo.

—Creo que la bebida me hizo mucho bien, para ser sincera. Además, no quería sentir lástima por mí misma. Hay mucha gente que vive mucho peor que yo, así que no debería quejarme.

—Stella, ¿quién te ha dicho esas cosas? Tienes derecho a no sentirte bien con lo que ha pasado. Además, si alguien te dice algo al respecto, estaré más que feliz de romperle la cara.

Granger rió suavemente, tomó el cigarrillo de Theodore y le dio una sola calada antes de devolvérselo. Stella había observado mucho a Theodore durante los primeros meses de clase, así que ahora sabía exactamente lo que le gustaba y lo que no.

—Lo haces a propósito, ¿no?—preguntó Theodore, sonriendo con picardía.

—¿Yo? Para nada, quiero decir, ¿quién crees que soy Nott?—Stella respondió con una carcajada.

La morena miró al moreno directamente a los ojos y se acercó a besar su mejilla. Theodore se sonrojó y escupió el humo que tenía en la boca, enviándolo a la cara de la hermosa morena. Ésta sonrió y levantó los ojos al cielo cuando vio que la alta morena sonreía como una niña.

—Sabes que no tenías que quedarte conmigo al principio de la semana, podrías haberte ido con tus padres.—Stella suspiró suavemente mientras se sentaba en la cama del mago. —La familia es una de las cosas más importantes, así que, aunque no esté muy unida a mi familia, debería haber ido.

—No quería que estuvieras sola, y menos después de lo ocurrido.

—Pansy y Asto habrían estado ahí para mí, no tienes que preocuparte tanto por mí...

—Stella, cállate y deja que te cuide y te proteja. Después de lo ocurrido con Enzo, no quiero dejarte solo en Hogwarts, aunque sé que las chicas estarán ahí...—Theodore cortó a Stella cuando estaba a punto de enunciar unas palabras.—Entonces cierra la boquita y disfruta de que esté así contigo, porque cuando te sientas mejor, puedo prometerte que no te dejaré sola para nada.

Stella sonrió por enésima vez en el día. Theodore estaba realmente ahí para ella, sin importar nada. Y eso hacía a la joven Granger extremadamente feliz, cuanto más tiempo pasaba más agradecida estaba Stella de tener a Theodore Nott en su vida. Y su pequeño grupo de amigos.

—Entonces, ¿a dónde vamos para la víspera de Año Nuevo?—preguntó Stella, poniendo la cabeza a un lado.

—Originalmente Asto iba a llevarte, pero va a ir a casa de los padres de Draco a celebrar el año nuevo, así que te llevo yo en su lugar.

—¡Argh, deja de darle vueltas Nott y responde a mi puta pregunta!

—Vamos a ver a tu sobrino y a tus tíos.

Theodore se alegró de la reacción de Stella. Sonreía ampliamente y unas cuantas lágrimas se habían escapado de sus ojos cerrados. Desde principios de junio, Stella no había visto a los únicos miembros de su familia a los que realmente quería.

—¿Hablas en serio?—Preguntó.—¿No estás bromeando?

—No, podría dejarte y me iría a dormir a un hotel muggle...

—De ninguna manera Theo, te vienes conmigo. No quiero que vengas conmigo a Ámsterdam y luego te vayas de nuevo—.Stella se levantó de la cama de su compañero y se acercó a él para rodearle el cuello con los brazos.—Además, estoy segura de que mi sobrino te querrá.

—De acuerdo entonces, sólo vengo a ver a tu tía. Ella puede ser bo...

—No te atrevas a terminar esa frase, imbécil—.gruñó Granger, dándole un picotazo en la mejilla derecha.—Además, no creo que mi tía quiera acostarse con alguien que sólo tiene cinco centímetros en ropa interior.

Theodore puso los ojos en blanco y se rió.

—Ya verás si sólo tengo cinco centímetros en los pantalones. Te sorprendería.

—Tal vez, pero realmente no quiero saberlo.

Stella sonrió y dio un beso en la mejilla a suamigo, antes de dirigirse a la puerta de su habitación para reunirse con elresto del grupo, que estaba en la sala común. Listos para emborracharse por tercera vez esta semana.