¹ 𝐒𝐀𝐅𝐄𝐓𝐘 𝐍𝐄𝐓 | ᵗʰᵉᵒᵈᵒʳᵉ ⁿᵒᵗᵗ ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒

ℭᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ sᴇɪs
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CANCIONES: runaway - AURORA

❀ '₊˚.༄ ೃ

—STELLA, ¿PUEDES VENIR CONMIGO? NECESITO CONSEGUIR ALGO DE COMIDA DE LAS COCINAS—.gritó Blaise mientras bajaba a la sala común. De lo contrario, los demás podrían morir de hambre.

Stella asintió y dejó su libro para ponerlo en la pequeña mesa de centro de la sala común. Hacía un mes que Stella había llegado y todavía se estaba acostumbrando al lugar. Todo iba bien, sólo una pequeña sombra en el cuadro estropeaba ligeramente su estado de ánimo: su mal presentimiento.

Desde hacía varias semanas, Stella tenía la impresión de que algo a su alrededor no iba necesariamente bien. Pero Granger intentaba ignorarlo todo, para no arruinar su inicio de clases, que estaba siendo bueno. Por ahora.

—Entonces—,dijo Stella, aclarándose la garganta.—¿Por qué tenemos que buscar algo en las cocinas?

—Como ya no puedo pisar el campo de quidditch, los chicos me han pedido que les guarde la comida para después del entrenamiento—.replicó Blaise mientras se bajaba la capucha de la Túnica.

—¿Por qué ya no se te permite entrar en un campo de Quidditch?

Blaise se rió ligeramente antes de morderse el labio inferior.

—Le tiré una bludger a Harry Potter durante un partido. Y Dumbledore se indignó de inmediato y me prohibió pisar el campo—.Respondió con un encogimiento de hombros.—Potter siempre fue la mascota del director, desde su primer año, de hecho. Ha hecho un desastre en su propia casa, pero Dumbledore prefiere alabarlo siempre. Si hiciéramos lo mismo con los chicos, nos echarían del colegio en diez minutos.

Stella escuchó atentamente mientras lo seguía por los pasillos. Al escuchar el discurso de Zabini, Granger pensó que era injusto que Dumbledore dejara que Harry se saliera con la suya, mientras no dejaba que los Slytherin hicieran lo que querían.

—Si no es así—,continuó Blaise, girándose hacia ella,—me gustaría conocer tu opinión.

La morena asintió y miró a Blaise a los ojos.

—Ayer nos preguntamos algo con los chicos, ¿podrías unirte a Quien Tú Sabes?

Los ojos de Stella se abrieron de par en par ante su pregunta. Y no entendía qué pretendían los chicos con el Mago Oscuro. Desde que llegó, Stella tuvo la impresión de que los chicos sólo tenían ese nombre en los labios. No pasaba un día sin que hablaran de ello.

—Oh... bueno yo... no sé. Para ser sincera, nunca me he hecho esa pregunta. ¿Y qué pasa con todos ustedes y Voldemort?—preguntó Stella de repente.—Sólo que Theodore no me lo ha dicho. Creo que estás obsesionado con él.

Blaise se rió ligeramente antes de encogerse de hombros. La morena sabía que algunos familiares de magos seguían obedeciendo al Señor Tenebroso, como la familia Malfoy, por ejemplo, o como la familia Zabini. Pero no estaba segura de que los chicos tuvieran los hombros lo suficientemente duros como para obedecer las órdenes de un Mago Oscuro.

⚯͛

—¿Qué querías de mí?—preguntó Stella mientras se sentaba frente a su hermana.

Hermione cerró su enorme libro y miró con cansancio a su hermana.

—Sólo quería advertirte que no seas una chica tan fácil aquí—.respondió Hermione mientras abría otro libro.—Los chicos de aquí sólo están interesados en acostarse con el mayor número de chicas posible.

—Eso es lo que crees que soy, ¿no? ¿Una chica que abriría las piernas para salirse con la suya?—Stella dejó escapar una risa amarga.—Mi propia hermana piensa que soy una puta, genial. Pero tranquilízame, ¿no me has hecho venir a la biblioteca un viernes por la tarde sólo para decirme eso?—.preguntó Stella, negando con la cabeza.

Hermione suspiró suavemente, tomó el brazo de su hermana y la condujo un poco más adentro de la biblioteca. El único lugar donde no había estudiantes: la zona restringida.

—¿Por qué me odias tanto Stella?—preguntó Granger de repente, mirando a su hermana.

—¿Te atreves a preguntarme por qué? Pero maldita sea Hermione, me dejaste cuando más te necesitaba—.exclamó Stella mientras retiraba el brazo del agarre de su hermana.—Y sabes muy bien que te necesitaba más que a tus amigos.

—Harry y Ron necesitaban mi ayuda, no podía dejarlos solos.

—¡Pero a tu hermana la podías dejar sola! ¿Es eso?—Granger volvió a gritar.—Mira, los chicos sólo necesitaban ayuda con tu maldito club el año pasado. Y te necesitaba, ¡esto era más importante que un simple club!

—Stella...—respiró Hermione suavemente, frotándose la cabeza.—Lo siento, pero los chicos siempre serán lo primero.

Stella asintió, con el labio inferior entre los dientes mientras se esforzaba por no dejar que su tristeza se fuera extendiendo poco a poco.

Aunque no tenía una buena relación con su hermana, a Stella le dolía el corazón al darse cuenta de que no le importaba a nadie. La única persona que realmente se preocupaba por ella también la había dejado.

La morena negó con la cabeza y salió de la biblioteca, no queriendo estar más en la misma habitación que su hermana.

Todo lo que Stella quería hacer era acurrucarse en su cama y no moverse. Hasta que se sintió mejor. No quería ver a nadie ni hablar con nadie.

⚯͛

—No creo que vayamos a conseguir lo que tenemos que hacer—.Dijo el primer chico mientras se sentaba en su cama.

—Es eso, o no tenemos más familias. Depende deti—,replicó el segundo chico mientras salía de la habitación.